Re-consagración de la censura
Lunes, Julio 29, 2013 | Por Miriam Celaya
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Recién concluyó el 9no. 
Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) del cual Miguel 
Diaz-Canel, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de 
Ministros, tuvo a su cargo la clausura, en una clara demostración de 
que, más allá de la muy cacareada "actualización del modelo" al estilo 
raulista, la prensa oficial permanecerá secuestrada por la ideología en 
el poder.
De hecho, la dirección del gobierno no consideró a los aguerridos y 
revolucionarios periodistas participantes en el congreso suficientemente 
capaces para elaborar lo que el señor Díaz-Canel definió como "el diseño 
de una política comunicacional del Estado y del Gobierno, incluidos los 
medios de comunicación". En su lugar, dicha tarea recayó sobre un grupo 
de trabajo creado por la "Comisión del Buró Político que atiende la 
implementación y el desarrollo de los Lineamientos de la Política 
Económica y Social", es decir, los propios Inquisidores, con la 
obediente aquiescencia de los profesionales del ramo… O quizás 
deberíamos decir "del amo".
Otro punto del discurso de clausura que reafirma el control del PCC 
sobre los medios de prensa fue la insistencia en mantener "la vigencia 
de los Objetivos de Trabajo aprobados durante la Primera Conferencia 
Nacional del Partido y la resolución aprobada en el 2007 por el Buró 
Político para evaluar la eficiencia informativa de los medios de 
prensa". En resumen, la subordinación absoluta del periodismo a la 
dirección del PCC y la re-consagración de la censura de prensa.
Si bien durante las sesiones hubo algunas intervenciones interesantes y 
moderadamente críticas, sobre todo por parte de algunos de los más 
jóvenes periodistas, las palabras de clausura resultaron un portazo a 
cualquier aspiración de apertura que pudieran abrigar los más 
optimistas. Todo indica que la misión de "lograr el perfeccionamiento de 
la prensa acorde con las actuales exigencias de la sociedad", que 
deberán enfrentar los periodistas del gobierno, será otra encomienda 
imposible al persistir la ausencia de libertades. Se impuso así 
nuevamente la retórica del pasado totalitario definida en aquel 
demoledor principio de inspiración leninista-estalinista, Dentro de la 
revolución, todo; contra la revolución nada, una sentencia inverosímil 
para aplicar en los tiempos actuales.
Fue éste, en realidad, un sub-congreso del PCC, en el cual los delegados 
fueron instruidos sobre cómo ser más útiles a la cúpula gobernante en el 
complejo escenario actual, cuando las nuevas tecnologías han hecho 
literalmente imposible el control y monopolio absoluto de la 
información, de la difusión y de la propia prensa, hasta ahora detentado 
por el gobierno.
Paradójicamente, en el transcurso del congreso la única alusión a la 
libertad de prensa, esencia vital del periodismo, estaba contenida en 
una parrafada inextricable del encargado de la clausura: "Estamos en un 
mundo lleno de mitos e hipocresía, en el que se habla de democracia, de 
libertad de prensa, y nada de eso tiene sentido en un mundo de 
hegemonismo, de espionaje, de amenazas de guerra, de hambre, de 
analfabetismo". (Subrayado de la autora). Lo cual es coherente con el 
sistema, porque la libertad de prensa, por su definición y naturaleza, 
es continente y garante de todas las libertades cívicas de las que hemos 
carecido por más de medio siglo los cubanos, y en consecuencia resulta 
el espectro más temido por los totalitarismos.
Lo incongruente del congreso de la UPEC realizado en plena era de la 
informática y las comunicaciones es que se autodefina como representante 
del periodismo cubano y enumere "aportes" al presente y al futuro de 
Cuba ignorando los espacios informativos, críticos, de denuncia y de 
opinión que desde hace muchos años ha venido abriendo el periodismo 
independiente en la Isla y, desde hace más de un quinquenio la 
blogósfera alternativa como periodismo ciudadano en el más puro 
ejercicio de la libertad de expresión y de opinión, sin censuras ni 
mecenazgos.
Un verdadero congreso de periodistas cubanos en ejercicio de sus 
libertades hubiese incluido este periodismo espontáneo, propio de esta 
época y de la realidad que vivimos, surgido a despecho del gobierno, y 
que incluye tanto espacios demonizados como algunos oficialmente 
tolerados, pero que en su conjunto ofrece multiplicidad de enfoques que 
conviven en una visión más objetiva y real de la Cuba actual. Son 
espacios polémicos y novedosos que reflejan las expectativas y 
propuestas de grupos de los más variados sectores de la población, con 
amplia diversidad de temáticas e intereses. Ellos representan hoy por 
hoy lo mejor del periodismo cubano. Baste mencionar varios, como las 
revistas Convivencia, Voces, Palabra Nueva, Espacio Laical, el Boletín 
del Observatorio Crítico, el Boletín del Movimiento Cristiano de 
Liberación, Primavera de Cuba, la plataforma blogger Voces Cubanas, 
entre muchos más, y varias decenas de blogs y otras webs independientes, 
que cubren todo lo que oculta y deja de relatar, analizar o informar el 
periodismo oficial.
El 9no Congreso de la UPEC, excluyente, elitista, servil y sectario, ha 
sido quizás el canto de cisne de ese vergonzoso monumento al pasado, la 
prensa del totalitarismo. Una maquinaria al servicio de la anacrónica 
autocracia, y así, como el propio poder y el sistema que la sustentan, 
está condenada a desaparecer.
Source: "Re-consagración de la censura | Cubanet" - 
http://www.cubanet.org/articulos/re-consagracion-de-la-censura/
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