Apertura democrática en Cuba
ÓSCAR ÁLVAREZ ARAYA - Actualizado el 25 de junio de 2013 a: 12:00 a.m.
Existen una serie de factores que nos inclinan a pensar que una apertura
democrática es posible en Cuba, más tarde o más temprano.
Las tendencias hacia la mundialización, la interdependencia y la
globalización van a entrar en Cuba minando el poder y la hegemonía de
los hermanos Castro. Asimismo, la tendencia mundial a considerar la
democracia como el sistema de gobierno y de vida más legítimo va a
llegar algún día a la Isla. También, la tendencia mundial hacia las
economías de mercado que, en su momento, ingresó a la extinta Unión
Soviética, a los países del Pacto de Varsovia e, incluso, a China y Viet
Nam.
Procesos como la caída del Muro de Berlín, la disolución de la Unión
Soviética y las revoluciones democráticas en la Europa Central y del
Este demostraron que el cambio desde sistemas marxistas-leninistas de
partido único hacia sistemas democráticos son posibles cuando la
voluntad popular se define por ese camino.
Tercera ola de la democracia. La llamada "tercera ola de la democracia"
llegó a todos los países de la América Latina y al Caribe a partir del
1978, con la sola excepción de Cuba, pero es razonable suponer que un
país relativamente pequeño y con una economía modesta, que subsistió
primero con el patrocinio de la Unión Soviética y luego con la
subvención de Venezuela –la cual tiende a debilitarse–, se unirá
tardíamente a esa tercera ola.
Dentro de la Isla es creciente el papel de la Iglesia católica, de la
masonería, de organizaciones de la sociedad civil y de las redes
sociales como nuevos actores de la Cuba del siglo XXI. Algunos estudios
de opinión realizados recientemente por el Centro de Estudios
Latinoamericano (CESLA), de la Universidad de Varsovia, han descubierto
una brecha generacional en la Isla, según la cual los jóvenes se
manifiestan individualistas, desencantados con el régimen, sin interés
en los ideales revolucionarios que encarna el Partido Comunista, y con
una posición reclamatoria frente al statu quo. Esos jóvenes generalmente
aspiran a viajar y a salir de Cuba para buscar nuevos horizontes.
Mientras tanto, la clase política cubana no muestra, de ninguna manera,
inclinaciones hacia los valores o creencias de la democracia, aunque
algunos de sus integrantes sí tienen una tímida inclinación hacia ideas
de apertura económica semejantes a las que se ensayaron en países
socialistas como China y Vietnam.
La socióloga polaca Ewelina Biczynska realizó recientemente un estudio
de opinión entre los cubanos emigrados a los Estados Unidos, y nos
informa de que, ante la pregunta de por qué salieron de la Isla, un 89%
dicen que "para buscar la libertad". Y luego, cuando se les preguntó
sobre el tipo de libertad que buscaban, un 38% dijo que la "libertad
espiritual"; un 30%, la "libertad moral"; un 24%, la "libertad en
general"; un 20%, la "libertad económica"; un 12%, la "libertad
política"; un 11%, la "libertad intelectual"… y así sucesivamente. En
resumen, no fue el factor económico, sino la libertad, el motivo
principal por el cual salieron de Cuba.
El tema de la libertad está cada vez más fuertemente arraigado no solo
en los emigrados, sino en las nuevas generaciones de cubanos que, en
general, ya no parecen identificarse con la ideología marxista-leninista
y castrista, que es la dominante, sino con valores y modos de vida más
centrados en la libertad del individuo.
Los sueños de libertad y democracia de los próceres cubanos como José
Martí y Antonio Maceo, que hoy son las banderas de la disidencia
democrática cubana, constituyen elementos de presión hacia una apertura
democrática que, más tarde o más temprano, tocará las puertas de la
Isla. ¿Quo vadis, Cuba? Algún día, hacia la libertad, la tolerancia y la
democracia.
Source: "Apertura democrática en Cuba" -
http://www.nacion.com/opinion/Apertura-democratica-Cuba_0_1349865034.html
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