Los presupuestos de 2013. Un diseño inadecuado
[04-12-2012]
Elías Amor
Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- La economía castrista, según informó el
consejo de ministros en Granma, creció en 2012, un 3,1% un porcentaje
inferior al 3,4% planificado. Para el próximo año, las autoridades de
planificación creen que la economía crecerá, un 3,7%. Ya veremos.
Esas diferencias decimales en la estimación del crecimiento por parte de
los planificadores centrales de la economía castrista no son baladíes.
Representan decenas de millones de pesos de un PIB cuya estimación,
durante años, se ha realizado con metodologías propias que han sido
objeto de cuestionamiento por los organismos internacionales. Crecer
menos de lo planificado, en cualquier caso, cuando el peso de la
economía estatal rebasa el 90% de la riqueza generada en el país durante
un año, significa que la combinación de instrumentos y objetivos no es
adecuada, ni responde a un diseño eficiente.
En los países de economía de mercado, los objetivos e instrumentos de
política económica tienen en la política fiscal una referencia
fundamental. En la economía castrista, donde el mercado privado es
marginal en términos de producción y empleo, y el estado, sus empresas y
actividades, suponen la parte más relevante del pastel, el presupuesto y
su gestión, se convierten en piezas fundamentales para el logro de los
objetivos.
En el consejo de ministros del viernes pasado, en el que se analizaron
diversas cuestiones relativas a la economía castrista, Lina Pedraza,
ministra de Finanzas y Precios, proporcionó las líneas generales del
presupuesto para 2013. En base a las informaciones publicadas en Granma
es posible aventurar que el diseño del presupuesto no parece el más
adecuado para los objetivos de crecimiento económico.
Lo que no tiene sentido es creer, como hace Lina Pedraza, que con una
estimación de crecimiento como la expuesta, de un 3,7% que difícilmente
se podrá alcanzar a la vista de lo que ha sido la gestión macroeconómica
de los últimos años, que se pueden producir en la ejecución del
presupuesto del estado, "sobrecumplimientos de ingresos por la
exportación de servicios, el impuesto sobre utilidades y la contribución
a la Seguridad Social".
No creo que la exportación de servicios vaya a proporcionar más ingresos
a la economía castrista. La realidad es que la gestión que se viene
realizando de estos servicios en el extranjero es bastante deficiente,
con precios por debajo de los que resultarían del juego de oferta y
demanda. Igualmente, ante la menor demanda que cabe esperar de países
interesados en los mismos, se puede producir un estancamiento en la
recaudación.
No es posible esperar aumentos de ingresos tributarios con la entrada en
vigor de la nueva Ley Tributaria y su Reglamento. Tal y como han quedado
definidas las bases imponibles en la economía castrista, todo el peso
fiscal debe recaer necesariamente sobre las actividades de los cuenta
propistas, que siguen creciendo, pero a un ritmo muy inferior al
esperado. En tales condiciones, los ingresos tributarios no deben
presentar crecimientos significativos, sino que incluso pueden
estancarse o disminuir, como consecuencia del efecto de la nueva
normativa, cuya aplicación efectiva puede tardar algún tiempo. Con menos
ingresos tributarios, la economía no podrá cumplir todos sus
compromisos. Y los ingresos de la seguridad social pueden verse
constreñidos por un aumento de las pensiones como consecuencia del
rápido proceso de envejecimiento que registra la población. Nada
positivo cabe esperar de todo ello.
En tales condiciones, los gastos del estado se volverán a ver
restringidos por las limitaciones presupuestarias. Un año más, el peso
del ajuste recaerá sobre las inversiones en infraestructuras, que el
régimen castrista confía a los proyectos de inversión extranjera
tutelados por el estado, como lo que viene ejecutando Brasil, por
ejemplo. La gestión del gasto público vuelve a registrar un impacto
expansivo sobre la demanda de consumo, concentrando una parte relevante
en los "subsidios que el régimen aplica a las familias de bajos ingresos
que realizan acciones constructivas en sus viviendas". La realidad es
que dado el estado actual de la vivienda en Cuba, no parece que una
limitada consignación presupuestaria pueda ser solución alguna para
paliar un grave problema agravado por el paso de los ciclones y la falta
de incentivos derivada del régimen de derechos de propiedad. Asimismo,
Pedraza confirma que "se garantizarán los recursos presupuestarios a la
educación, salud, deporte y cultura", sin precisar ni cuánto ni cómo.
Habrá que esperar a la asamblea nacional en sus sesiones del próximo mes
de enero para disponer de más información de la que proporciona Granma,
pero el diseño presupuestario no parece el más adecuado para una
economía con las carencias que tiene la economía castrista.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37862
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