Martes, Enero 10, 2012 | Por CubaNet
La diversidad de opiniones es uno de los sostenes de la democracia y los 
opositores cubanos, aunque coinciden en muchos temas cardinales, tienen 
opiniones variadas sobre el presente y el futuro del país. Con esta 
serie de pequeñas entrevistas que publicaremos durante la actual semana, 
CubaNet pone a la consideración de sus lectores los criterios de algunos 
opositores pacíficos cubanos acerca de lo acontecido en el país en 2011 
y lo que esperan para 2012
Jorge Olivera, periodista independiente, ex preso político del Grupo de 
los 75, poeta y escritor. En1993 se integra al movimiento sindical a 
través de  la Confederación de Trabajadores Independientes. En 1997 
asume la dirección de la agencia Havana Press, donde se inició en el 
periodismo independiente en el año 1995. En 2003 fue detenido, juzgado y 
condenado a 20 años de prisión, durante el proceso conocido como 
Primavera Negra. Salió en libertad con licencia extrapenal el 6 de 
diciembre de 2004, y desde entonces no ha dejado de ejercer el 
periodismo independiente. Ha publicado Confesiones antes del crepúsculo 
(poesía, 2005); Huésped del infierno (cuentos, 2007); En cuerpo y alma 
(poesía, 2008);  Cenizas alumbradas (poesía, 2010); Antes que amanezca y 
otros relatos (cuentos, 2010).
CubaNet: Se habla con frecuencia dentro y fuera de Cuba de las medidas 
dictadas por el gobierno el pasado año sobre el trabajo por cuenta 
propia, la ley que autoriza la compra-venta de casas y automóviles y de 
la libertad concedida a los campesinos para vender sus cosechas sin la 
mediación del Estado. ¿Qué piensa usted de estas llamadas reformas, y 
qué espera para el año 2012?
Olivera: Las medidas tomadas el año pasado son un paso positivo por 
parte del gobierno, aunque un sector de la población las ha 
sobredimensionado. Cuando se analizan los 53 años de totalitarismo, con 
un partido único en el poder, representado en la figura del máximo 
líder, cualquier medida de apertura, por mínima que sea, tiene una 
repercusión importante en la sociedad. Antes no se podía y ahora se 
puede vender o comprar una casa, un automóvil y existen infinidad de 
negocios privados. Estas reformas, a mediano y largo plazo van a tener 
un efecto positivo dentro de la sociedad, en tanto son medidas 
irreversibles, y va a ser difícil eliminarlas, como ha sucedido en 
épocas anteriores, digamos, en los años ochenta.
CubaNet: ¿No vislumbra en esto cierto peligro para el régimen?
Olivera: Puede ser, pero no creo que estas medidas pongan en peligro al 
poder, aunque van a seguir formulándose mientras aumenten los 
antagonismos entre la necesidad que existe de instrumentar nuevas 
aperturas, y un sector del gobierno que se resiste a realizar cambios 
más profundos. Esto va a desembocar en una apertura mayor. 2012 es un 
año en el que veremos otros avances, y en otras áreas se irán abriendo 
puertas, pero de forma muy lenta. Estamos frente a una clase política 
que se aferra al poder, y no va a suicidarse, pero no puede continuar 
como hasta ahora. De ahí las aperturas. Algunas las vamos a ver este año 
y en el futuro cercano. Soy optimista y lo que está sucediendo es la 
base para alcanzar cambios políticos, o al menos que la gente se sienta 
más libre administrando sus propios negocios. Dentro de cinco años vamos 
a ver una Cuba diferente.
CubaNet: Si se resuelven los problemas económicos esenciales en esos 
cinco años, y la población alcanza una mejor calidad de vida, y se le 
permite viajar sin las trabas que hoy existen, ¿cree usted que los 
ciudadanos se acomoden y el gobierno se afiance en el poder?
Olivera: En cierto sentido eso es cierto, porque la gente piensa como 
vive, principalmente en cómo resolver sus necesidades primarias, el 
techo, la salud, la comida. Y si el gobierno logra un salto cualitativo 
en ese sentido, y se crea una clase media poderosa que pueda 
proporcionar a la población un nivel de vida superior, es probable que 
la mayoría tienda a olvidarse de los cambios políticos. Aunque Cuba no 
es Vietnam ni China. Hay cuestiones históricas, culturales y de 
idiosincrasia, y habrá que esperar a ver qué pasa. Hay que considerar 
también  que el régimen ha logrado espacios en el terreno internacional, 
que actúan como resortes de apoyo con el pretexto del embargo 
norteamericano, y las supuestas campañas humanitarias de la revolución 
en el Tercer Mundo, sobre todo en África y América Latina. Y no son 
apoyos utópicos, sino reales, que les proporcionan al régimen un espacio 
mayor de maniobra, y logra, en medio del naufragio, mantener el barco, 
ladeado, escorado, pero a flote. Hay personas apasionadas que cifran sus 
análisis en elementos subjetivos, pero pasan los años y seguimos en lo 
mismo. Hay que poner los pies sobre la tierra. El cambio hay que verlo a 
largo plazo, porque va a persistir la apatía de la población. Somos 
rehenes de una política que no podemos cambiar,
CubaNet: ¿Qué opina de la visita de Benedicto XVI a Cuba?
Olivera: No creo que se vaya a lograr algo trascendental. Me remito a la 
visita de Juan Pablo II, hijo de un país con una larga tradición de 
lucha; que ha sufrido invasiones, y sostuvo una batalla constante a 
través de su historia contra el imperio zarista, Hitler, Stalin. Un Papa 
imbuido de los problemas que genera el comunismo, y casi nada logró en 
Cuba. Por eso no creo que Benedicto XVI contribuya a que el gobierno 
realice cambios sustanciales, si acaso algunas concesiones mínimas. Tal 
vez la iglesia sí salga ganando con la visita, y se le concedan los 
espacios que reclama, pero nada más. Lo más probable es que el viaje 
contribuya a aumentar la credibilidad del gobierno en la arena 
internacional, algo en lo que siempre ha sido muy hábil.
http://www.cubanet.org/otros/los-opositores-tienen-la-palabra-jorge-olivera/
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