27-09-2011.
Yusmila Reyna Ferrera
Directora de la APLO, corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Hace alrededor de dos años se retomaron en
Cuba en todos los centros de estudio y de trabajo, los llamados
matutinos definidos como: reunión breve y sistemática de trabajadores
y/o estudiantes de carácter obligatorio donde se (comenta y repite) el
acontecer nacional, internacional y local. Los mismos constituyen una
vía más del gobierno para manipular a la población y afianzar su
dominio, ya debilitado. Son dirigidos claro está, por el Partido
Comunista de Cuba (PCC), aunque el sindicato le sirve de fachada.
En esta tragicomedia, hay quienes se sienten en el paraíso y otros en el
infierno, por un lado, los corruptos integrantes del PCC se placen y
hasta se sienten realizados e importantes al exigir y reproducir como un
eco las interpretaciones que con toda intención publica la prensa
nacional (televisiva, radial o escrita), del acontecer nacional e
internacional. Por el otro lado, aparecen los que se sienten frustrados
y están obligados a callar, pues no creen lo que se dice y no le
interesa participar.
Esta "actividad", "reunión" o encuentro como quiera que se le llame
aumenta el descrédito del régimen, pues qué necesidad tiene de redundar
en el estado actual del mundo y de la isla, si el gobierno se mofa de
poseer a unos de los países más cultos del mundo y con una amplia
cultura política, además de contar con un instrumento "informativo" como
lo es la mesa redonda, vista hasta dentro del
horario de clases de los estudiantes de la enseñanza media superior.
Pero cuando se trata de "la miel del poder" cualquier acción es poca, y
más cuando se intenta fortalecer el trabajo político e ideológico como
objetivo general de estos matutinos; traducido para muchos como la
exaltación y encumbramiento del más inepto y egoísta de los presidentes
de Cuba y de su cúpula acompañante, y de su sistema político caduco y
unipersonal parecido en su funcionamiento y esencia a cualquier
organización mafiosa.
Los matutinos constituyen un ejemplo ideal de lo que significa hacer
trabajo político e ideológico en Cuba, por lo que llevan implícito: la
repetición de todo el discurso oficial que lleva dentro de su esencia el
descrédito y el odio a la nación norteamericana y al sistema capitalista
como forma de infundir miedo ante El Cambio. La adulación e
incondicionalidad para con la Revolución y sus "líderes". Elementos que
se tratan de lograr con el adoctrinamiento apoyado en la ignorancia
(desinformación, desconocimiento, falta de análisis) y la estupidez por
la pérdida en ocasiones de toda lógica. La simulación no podía faltar,
pues lleva como bandera dos aspectos: dar la sensación de que todo está
bien y de que se cree en lo que se dice.
En contraste con estos elementos se carece en los matutinos de:
espontaneidad, crítica, objetividad, discusión o debate, argumentos,
autonomía, libertad, conocimiento, valor, etc.
La anterior caracterización se argumenta sobre la base de: lo que se
dice y no se dice en estos matutinos, lo que se debe decir y lo que no
se debe decir, lo que se quiere oír y lo que no se quiere oír. Incluso
evaluación de bueno o malo si contiene o no, una actuación donde
prevalezca el odio al enemigo y total adhesión a la política del gobierno.
Un ejemplo concreto de lo negativo de estas reuniones son los ¨ análisis
¨ de las ¨ reflexiones ¨ de Fidel Castro que no enseñan nada bueno a
los cubanos: tergiversa la historia, compara categorías no afines,
generaliza sin lógica, incita a la enemistad entre los gobiernos, va en
contra de las tecnología y el desarrollo, desinforma, idiotiza, se
parcializa, miente. Además que desde el punto de vista gramatical y de
redacción no posee coherencia ni cohesión, por lo que resulta difícil
seguir la línea argumental.
Se ilustra lo dicho con la comparación hecha en la ¨ reflexión ¨ del
lunes 8 de febrero de 2010, donde Fidel se compara con el maestro José
Martí al plantear que sino hubiera sido martiano no hubiera sido
marxista, y que si no hubiera sido martiano y marxista no podía ser el
revolucionario que es.
Resulta evidente que para el ex gobernante no le es difícil mentir una
vez más como tantas veces lo ha hecho, ni sentir el mayor respecto ni
escrúpulos al decir que su vocación revolucionaria le vino del maestro.
Si hubiera sido así nuestra nación no padecería de tantas miserias,
abusos, frustraciones, falta de fe en el futuro, no fuéramos esclavos de
sus caprichos.
Otro ejemplo del poco valor educativo y crítico de estos matutinos
estriba en el análisis de los discursos fundamentales del presidente
Raúl Castro, que tampoco enseñan nada a no ser falsas esperanzas para el
pueblo, debido a su gran carga de demagogia con reformas cosméticas.
Los guías y responsables de los matutinos han cumplido el triste papel
de hacerse eco de semejante barbaridad, tratando de adoctrinar a los que
se resisten a serlo o no, convirtiéndose y convirtiendo a la vez en
verdaderos estúpidos e ignorantes, resultado exclusivo de la ¨
revolución ¨ y su ¨ líder ¨, en este caso al adjudicar los modos de
actuación de Fidel a las enseñanzas del maestro y darle credibilidad a
las falsedades de su hermano.
Los matutinos han provocado como en casi todo lo impuesto el efecto
contrario: llegadas tardes, falta de unidad, los comentarios de pasillo,
burla, rechazo, etc.
Sin embargo el régimen ha logrado la manipulación de un porciento de la
población, jóvenes, niños y ancianos, mientras que son reacios a dejarse
utilizar sin temor a equivocarnos más del 90 % de los estudiantes
universitarios y miles de profesionales bien preparados, así como miles
de opositores, evidenciando un aumento de la rebeldía.
Como respuesta se ha incrementado el sometimiento, pues unido a esta
vía, se han reforzado otras como parte de este trabajo político e
ideológico: El control de la seguridad del Estado, de unos trabajadores
a otros, de vecino a vecino, la selección de los trabajadores para
ocupar un puesto de trabajo bajo condición manifiesta de
incondicionalidad al Sistema.
A pesar de que la situación es difícil, muestra del estado de crisis
social y política que vive el país en la actualidad, nos planteamos las
siguientes interrogantes:
• Por qué no cambiar el enfoque de estos matutinos para lograr el debate
abierto de los temas de la cotidianidad que afectan a los trabajadores
como elemento o factor motivante.
• Por qué no tratar de revertir las problemáticas reales que mellan la
calidad de la jornada laboral. Además de exponer la polémica acerca de
la necesidad de un cambio en la base económica del país, la estructura
de poder y la renovación de sus dirigentes octogenarios.
• Por qué no ofrecer soluciones a la pérdida y crisis de los valores de
cada uno de los participantes en estas reuniones y sociedad en general.
Todo ello, con el requisito de la participación espontánea de los
miembros de cada colectivo laboral, o la crítica cruda, profunda y
sincera sin temor a represarías.
Estaríamos así, cambiando los objetivos de los matutinos, rompiendo con
ese mecanismo de dominación, desconocimiento y desinformación hacia el
pueblo cubano que constituye un crimen más de la autoría de Fidel Castro.
Entonces se cree, que valdrían la pena esas reuniones como forma de
impulsar el desarrollo de la sociedad civil, y no de afianzamiento y
mantenimiento del estado de cosas que sufre el pueblo cubano.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33734
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