Jueves, 30 de Junio de 2011 03:28
Amarilis C. Rey
volManagua, La Habana junio de 2011, (PD) Desde hace varias semanas, los
cubanos hemos vuelto a padecer de un mal conocido: el café
mezclado.Aunque los medios han puesto interés en explicar el por qué de
la medida regresiva, muchos en la isla desconfían y cuestionan la mezcla.
La buena noticia que recibió la población en el año 2005 con los sobres
de café puro, ahora se sustituye por café mezclado con un 50% de
chícharo, otro grano que tampoco aparece en Cuba, a pesar que su venta
fue liberada hace algunos años.
Los medios oficiales aseguran que la diferencia que se aprecia radica en
que para la mezcla con chícharos, como el café arábiga es muy caro en
el mercado internacional, han tenido que recurrir a la variedad robusta.
Según informes oficiales, en los años 60 en la isla se producían 60 mil
toneladas anuales de café; en estos momentos se producen 6 mil, lo que
no alcanza para satisfacer las necesidades de la canasta básica que son
de 18 mil toneladas al año.
Pedro, un campesino que aclara que le gusta el café como debe ser: puro
Pero quienes sobreviven en este país, adaptados al vaivén de la ola
gubernamental, tratan de salir también airosos de esta nueva prueba y
buscan su "mecánica" para poder degustar un café mejor que el de la cuota.
"¿Qué voy hacer? Tengo que volver a lo de antes, buscar quien venda el
café en granos, tostarlo y molerlo. Y la mezcla la hago yo y así sé lo
que tomo. ¿El café de la cuota? Ese lo dejo para cuando no tengo
ninguno, porque sinceramente a mí no me gusta nada," apuntó Digna, de 60
años, residente en Arroyo Naranjo, La Habana.
A modo de desayuno, muchas personas en Cuba se levantan con el
tradicional buchito de café y así comienzan el día hasta ver si pueden
almorzar. Pero en algunos, el café mezclado produce acidez o malestar
estomacal.
"Prefiero no tomar nada por las mañanas o hacerme un cocimiento
(infusión), es más digestivo, si tomo el café mezclado porque después
estoy todo el día sintiéndome mal", expresó un joven que trabaja en una
TRD (Tienda Recaudadora de Divisa), por lo que no quiso decir su nombre
porque teme perder el trabajo.
Sin embargo, hay opiniones a favor del café mezclado. Algunos aseguran
que tiene mejor sabor que el café puro.
Teresa Hernández, de 65 años, manifiesta: "A mí me gusta el café de la
cuota, incluso cuando tengo para tostarlo, siempre lo mezclo con
chícharos. Creo que le da mejor sabor. A nosotros no nos pueden hacer
cuentos de nada. Hemos tomado sabe Dios cuantas cosas. A quien se le va
a olvidar cuando llamábamos veneno a ese café que vendían en las
funerarias o en algunos centros de trabajo para los propios
trabajadores. Aquello si era un café malo, la gente hacia mueca, pero se
lo tomaba."
Pero lo peor de la actual mezcla, no es el sabor, ni el olor; es
colarlo, ya que a pesar que en el sobre, al dorso, trae las
instrucciones para prepararlo, han sido varios los casos que se comentan
de explosiones de cafeteras.
Sobre esto, explica Teresa Hernández: "Yo preparo la cafetera con mucha
precaución, la pongo a fuego lento y me alejo. Espero que cuele y
entonces apago. Si va a explotar, que explote, pero que no me queme."
Este café mezclado, se vende en sobres de cuatro onzas, uno al mes por
consumidor. Ahora por un valor de cuatro pesos, un peso menos que cuando
se ofertaba puro. Y los niños que también recibían su paquete, han
quedado fuera de la norma.
Quienes tengan recursos o familias en el extranjero que les manden
remesas, pueden tener la posibilidad de adquirir el café sin mezclar con
chicharos. Uno de los paquetes más baratos es de la marca "La Indiana";
contiene 460 gramos por el valor de 6.70 pesos convertibles (unos 165
pesos moneda nacional). Un precio en extremo prohibitivo para la inmensa
mayoría de la población de un país productor de café y donde antes de
1959 era posible degustar una taza de ese néctar por sólo tres centavos.
http://www.primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/1714-volvio-el-veneno
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