26-06-2011.
Gerardo Lazcano Naranjo
Consejero político de JACU y presidente del Partido Neocatólico.
(www.miscelaneasdecuba.net).- Nadie puede adelantarse a la época, ni
puede forzar acciones, tampoco conmover los corazones que se hacen
solidarios del romanticismo que trae el vocabulario. Estos rufianes que
gobiernan en Cuba son los hombres que en aquel momento un por ciento
elevado de la sociedad soñaba con el paraíso prometido y en realidad fue
así para muchos que no merecían ni el aire que respiraban se
convirtieron en señores admirados por damas y caballeros, porque nadie
podía pensar que donde se había dicho digo se apareciera Diego.
La ignorancia por un lado y el salvajismo del estado por otra parte,
fueron aplacando a la sociedad con pocos premios y muchos castigos. El
intelectual culto y avisado por los acontecimientos sazonó con su
sumisión las calderas del diablo. La prensa y los medios de difusión,
conspiraban contra la indepencia y la honra, condición indispensable que
garantiza la alegría ciudadana, era un monstruo que crecía y se
alimentaba de soñadores capaces de abandonar familias por quedar bien
con aquel que los embriagaba convirtiéndolos en héroes de películas.
La casta intelectual años después comenzaba a cargar la culpa de
aquellos que morían día a día por mandíbulas de tiburones preferibles
para muchos que pelar con magistrados. Triste historia inolvidable para
muchos cubano- americanos, que no hay fortuna que les haga olvidar esa
eterna pesadilla. Increíblemente cientos de miles de personas
solidarizándose en su pensar y disfrazando su expresión garantizaban en
su silencio la prolongación del martirio que esparcía por la isla, el
silencio de los oprimidos era la gloria de los traidores.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32736
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