01-03-2011.
Damián Sánchez Sáenz
Buró de Información de la Comisión Martiana
(www.miscelaneasdecuba.net).- Lo conocí en septiembre del 2008 mientras
realizaba un ayuno de protesta en mi casa. De la nada, apareció Carlos
Serpa Maceira y se brindó a cubrir lo que allí sucedía. Para mi fue
difícil entender que esa miniatura de persona con su aspecto de medio
anormal pudiera ser periodista independiente. Accedí motivado por las
recomendaciones que los hermanos presentes me brindaron. Ese día ocurrió
algo extraño Carlos Serpa estuvo durante 20 minutos a solas con mi radio
que hasta ese momento recepcionaba perfectamente la emisora Radio Martí,
por cierto fue la última vez que funcionó.
Con el tiempo tuvimos varios encuentros, recuerdo cuando fue a mi casa,
su rostro reflejaba una palidez notable. Preocupado le pregunté si
sucedía algo con su salud y me respondió que los resultados de unos
análisis le había reportado hemoglobina baja. Sin pensarlo le regalé 12
cápsulas de complemento vitamínico CENTRUM que en ese momento la
consumía mi abuela de 100 años de edad.
En otra ocasión me propuso integrar una agencia de prensa, la cual él
iba a liderar, pero con la condición de renunciar a mi cargo de jefe del
buró de información del cual pertenezco en la actualidad. Por suerte no
enganché el anzuelo y la negativa a la propuesta no se hizo esperar. La
mañana de un martes en un parque cercano a la oficina de intereses de
los Estados Unidos me confesó que se sentía molesto por no recibir
respuesta del exilio después de su solicitud de una cámara fotográfica.
En aquel tiempo se la ingeniaba para inventar historias de arrestos que
siempre iban acompañados del decomiso de su cámara y otros aperos del
periodismo.
En sus conversaciones siempre criticaba a los líderes de la oposición
nombrándolos fantoches y se auto denominaba periodista de a pie,
protector de los activistas menos reconocidos y un fiel defensor de los
derechos humanos. Cuando le comuniqué mi interés en ser corresponsal de
Cubanet, como un resorte se levantó del asiento y comenzó a lanzar
fuertes críticas a la prestigiosa revista. Nunca pude entender el motivo
de esa reacción hasta hoy, aun así lo admiraba en su trabajo, quizás por
su labor con las Damas de Blanco, me parecía valiente e importante
debido a la causa que ellas defienden.
Estuve hipnotizado durante 10 minutos después de ver cómo el traidor
aparecía con algunas libras de más frente a las cámaras de televisión.
Esos 10 minutos bastaron para que mi memoria viajara al pasado
intentando recordar momentos que pude compartir con el diminuto pérfido.
Otra tarde cuando salía del curso de periodismo –durante el año 2009- lo
vi a escasos metros de mi casa, de forma despreciable me dijo que
consideraba este curso inútil e innecesario. Quizás por ello de su
desconocimiento que la veracidad y honestidad son parte de la ética de
un periodista, requisitos que todos confiamos de este sirviente tirano,
incluyendo a nuestros colegas de Radio Martí.
Durante casi 8 años las Damas de Blanco han sido objeto de arrestos,
golpizas, ofensas verbales y todo trato inhumano con la participación de
simpatizantes del régimen. En todos estos actos estaba presente la rata
de Serpa. Nadie mejor que él conoce los sentimientos de dolor por sus
familiares injustamente presos que impulsan a estas mujeres a salir cada
domingo a caminar pacíficamente. Él fue testigo ocular que las turbas
castristas que atacan a estas marianas son organizadas por la policía
política.
Militares del partido comunista, policías vestidos de civil, niños
menores de 14 años y un grupo reducido de universitarios son los que
integran este conjunto de ignorantes y oportunistas.
En la calle no se habla de otra cosa, personas que conozco me fustigan
con preguntas y varios comentarios he escuchado en mis caminatas por los
barrios de la capital. Imaginé que un hombre tan "simpático" como Serpa
a estas alturas tuviera miles de admiradoras y que en las oficinas de la
seguridad del estado hubieran grandes colas de hombres para seguir el
ejemplo del oficial Emilio. Pues para desgracia de la rata ha sido todo
lo contrario, algunos lo llaman cobarde otros chivatos y no faltan los
que esperan con ansia el día de venganza.
Como puedes ver Carlitos, casi nadie te observa como un héroe de la
revolución, la historia te consumió como un traidor de la libertad y la
democracia. Recuerda que de Judas se habla pero nadie lo adora.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31439
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