El Departamento de Estado considera la presencia de los etarras en Cuba
como una amenaza para su seguridad
NNA GRAU | CORRESPONSAL EN NUEVA YORK
Viernes , 02-04-10
Estados Unidos tiene la intención de mantener a Cuba en su lista negra
de países patrocinadores del terrorismo mientras albergue a miembros de
ETA y de organizaciones terroristas como las colombianas FARC o el ELN.
El Departamento de Estado considera la presencia de estos elementos en
Cuba una amenaza para su seguridad y eso no lo modifica ningún eventual
acuerdo en los años 80 entre los gobiernos de Fidel Castro y Felipe
González para derivar etarras a la isla.
Así se hace constar en una carta remitida el 5 de enero de 2010 por el
Departamento de Estado al congresista norteamericano demócrata Jim
McGovern, quien exactamente 3 meses antes había firmado junto con otros
miembros del Congreso una demanda para retirar Cuba de la temida lista
de países que apoyan el terrorismo. McGovern replicó sólo dos días
después, el 7 de enero de 2010, invocando que La Habana acogió miembros
de ETA después de pactarlo con Madrid en 1984.
Tanto las fechas como el tono de las cartas, a las que ha tenido acceso
ABC, sugieren que esta invocación es ociosa porque el Departamento de
Estado es consciente de estos acuerdos pero no se siente en absoluto
tranquilizado por ellos.
La presidencia de la UE
Bien es cierto que se publicitaron en su día en España pero nunca
pasaron filtro parlamentario ni se dio a conocer su contenido con
precisión. Según fuentes consultadas por ABC, Cuba se comprometía a
avisar a España de cualquier movimiento de los etarras alojados en la
isla «pero a veces se les olvida».
«Algunos de los miembros de estas organizaciones terroristas permanecen
en Cuba con la aprobación de los gobiernos afectados; otros no. estos
grupos suponen una amenaza para la seguridad de ciudadanos de Estados
Unidos y para intereses más amplios del gobierno de Estados Unidos»,
reza textualmente la carta.
McGovern afirma que por encima de todo le mueve su preocupación por la
seguridad de EE.UU.
El congresista McGovern reacciona con otra carta dirigida
simultáneamente a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a la
secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y al mismísimo
presidente Obama. En ella McGovern insiste en la necesidad de sacar a
Cuba de la lista negra y entre otros argumentos cita la actitud abierta
y confiada del gobierno Zapatero: «En el momento en que se dispone a
asumir la presidencia de la UE, España insta activamente a los otros
miembros de la UE a relajar sus restricciones a Cuba y a emprender
relaciones más abiertas; para nada es lo que haría un gobierno
preocupado porque se puedan lanzar ataques terroristas desde Cuba».
No es casual esta dialéctica precisamente ahora. McGovern afirma que por
encima de todo le mueve su preocupación por la seguridad de EE.UU. -su
segunda carta es posterior al intento de atentado del día de Navidad en
Detroit- y el miedo a que sus listas negras de seguridad pierdan toda
credibilidad por mantener en ella a determinados países «por razones
políticas».
Pero los que quieren mantener a Cuba en la lista también acusan de
«razones políticas» a los que la quieren sacar. Concretamente estas
razones serían: en un momento en que Washington está abriendo la mano
con La Habana, levantando algunas restricciones del tráfico de bienes y
personas con la isla, las consecuencias de estar en la lista de países
patrocinadores del terrorismo dejan de ser irrelevantes. Por eso los
«amigos» de Castro estarían moviendo sus hilos en el Congreso.
«Ser acusado de blando»
En su réplica a McGovern el Departamento de Estado no deja de reconocer
que las cosas están cambiando. Recuerdan los pasos que ha dado el
gobierno Obama para facilitar y aumentar la ayuda humanitaria a Cuba,
para restablecer el correo y la libertad de visitas entre EE.UU. y la
isla, incluso para abrir negociaciones bilaterales sobre cuestiones de
inmigración. Pero todo eso, señalan, no quita para que se mantengan
firmes en cuestiones de seguridad.
En medio de los halcones y las palomas -o de los halcones de los dos
bandos-, Peter Kornbluh, director del National Security Archive en
Washington, donde ha dirigido varias investigaciones sobre la
participación americana en episodios políticos oscuros de la América
Latina, incluida la Operación Cóndor en Chile, predice que Cuba seguirá
un largo tiempo en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Lo
cual en su opinión «nunca ha tenido nada que ver con que este país
patrocine, apoye o simpatice con el terrorismo». «Tiene que ver con el
reto político de sacar a Cuba de la lista y el peligro de que el
presidente que lo haga sea acusado de blando con Castro», concluye.
http://www.abc.es/20100402/internacional-estados-unidos/mantiene-cuba-como-estado-20100402.html
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