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Tuesday, December 22, 2009

Vacas flacas y precios altos

Vacas flacas y precios altos
Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En Cuba,
tradicionalmente, cuando las cotizaciones del azúcar eran altas en el
mercado internacional, como sucede en estos momentos, se vivía una
situación económica de bonanza, llamados periodos de "vacas gordas".
Cuando los precios caían, venía una depresión caracterizada por la aguda
baja de los niveles de vida de la población denominada época de "vacas
flacas".

La situación se ha modificado con el gobierno totalitario, lo cual se
demuestra en 2009, cuando los precios del azúcar han llegado a cotas
por encima de los 20 centavos de US dólar la libra, y se espera que el
promedio del año sea de alrededor de 15 centavos, según estimaciones del
Economist Intelligence Unit (EIU), pero la economía se retrotrae y
difícilmente habrá crecimiento del PIB, con efectos negativos sobre el
consumo personal y social.

El alza se debe a que el segundo productor de azúcar mundial, India
(22,3 millones de toneladas en 2006), ha tenido disminuciones en las
cosechas debido a las fuertes sequías, mientras el primer productor,
Brasil (31,6 millones de toneladas en 2006), ha sufrido intensas lluvias
que anegaron vastas zonas cañeras.

Desafortunadamente, Cuba no podrá aprovechar esta favorable coyuntura
por haberse destruido la infraestructura azucarera y ocasionado la
pérdida de valiosas tradiciones creadas con el esfuerzo de varias
generaciones. La otrora gran azucarera mundial hoy importa azúcar, y
lejos de beneficiarse de los altos precios, que podrían representar
ingresos anuales de más de 1.200 millones de dólares, posiblemente tenga
que pagar sus compras a los altos precios actuales del mercado,
agravándose más su crítica situación financiera.

Lo peor es que el deterioro de la actividad cañera continúa. Si en
2008 la producción alcanzó 1,4 millones de toneladas de azúcar base 96
(5,5 millones de toneladas es el promedio de los 10 años anteriores a
1959), en 2009 se estima que la zafra fue inferior a 1,3 millones. El
periódico Granma anunció el 9 de diciembre un rendimiento por hectárea
en la pasada zafra de 35 toneladas de caña, un 15,0% por debajo de las
41 toneladas obtenidas el año anterior, bien distante de los niveles
obtenidos en los campos cubanos con anterioridad a 1959.

Para apreciar la dimensión del desastre en la que fuera la primera
industria nacional, baste recordar que a nivel planetario en el período
2003-2007, se produjeron 67 toneladas de caña por hectárea como
promedio. Si se analizan los rendimientos por región geográfica, según
las estadísticas de la FAO, se aprecia que América del Norte tuvo 72,2
ton/ha, Centro América 77,0 ton/ha y Sur América 75,0 ton/ha, mientras
Cuba 31,3 ton/ha, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

Al considerar los mejores productores mundiales en 2007, último año
sobre el cual la FAO ha podido brindar información acerca de la
producción cañera, se encuentra que Brasil obtuvo 77,5 ton/ha, India
72,5 ton/ha, Australia 86,6 ton/ha, Estados Unidos 77,6 ton/ha, Colombia
75,2 ton/ha, México 75,4 ton/ha, Perú 121, 1 ton/ha, pero Cuba 36,1 ton/ha.

Las perspectivas del precio del azúcar según el EIU son de precios altos
de 17,5 US cent/libra en 2010 y 16.3 US cent/libra en 2011. Esto
hubiera representado para Cuba la garantía de ingresos importantes, lo
cual no se logrará debido a la falta de visión del gobierno al destruir
metódicamente la primera industria nacional por el desmontaje de la
mayoría de los centrales y las plantaciones de caña, mientras los
campos existentes están en muy malas condiciones. Según Granma "al
terminar el 2008 se disponía de 754 200 hectáreas destinadas a caña y,
de esa superficie, más de 122 000 estaban sin cepas".

En realidad, los perjuicios causados no sólo son carecer de azúcar,
producto estratégico, actualmente importado junto a otros muchos que se
pudieran generar en el país, sino que también se ha perdido la
oportunidad de elaborar etanol a partir de la caña, el cual tiene un
mercado que crece a una tasa anual del 17,0%, de acuerdo con la edición
de The Economist del 5 de diciembre pasado, un crecimiento que está
prácticamente asegurado con las nuevas tecnologías para construir
transporte automotor consumidor de ese combustible, así como las
tendencia cada día más fuerte a depender menos de combustibles fósiles.

La caña de azúcar, por otra parte, como fuente para producir etanol se
fortalece internacionalmente por los avances tecnológicos, al
posibilitarse el uso de la celulosa como materia prima, hecho que
valoriza adicionalmente los residuos de la cosecha, así como el bagazo y
demás subproductos resultantes del procesamiento industrial de la caña.
Desde un principio, esta planta tenía ventajas técnicas y económicas
sobre el maíz y otros productos agrícolas, como generadora de
combustibles. Ahora no sólo se valora como fuente de azúcar y gran
variedad de productos derivados (alimentos para ganado, levadura,
productos químicos, ceras y otros), sino como una base muy competitiva
para la producción del etanol, sin afectar seriamente el consumo de
alimentos con destino humano o animal. Esas grandes posibilidades para
las que Cuba tenía magnificas condiciones y tradiciones, han sido
destruidas por el voluntarismo e ineptitud de las autoridades cubanas.
Cuando se medita sobre las desproporcionadas pretensiones de los
dirigentes de exportar sus criterios políticos y dar recetas a todos los
países de lo que tienen que hacer, tenemos que imaginar que habría
sucedido si el modelo implantado en Cuba por 51 años hubiera estado
vigente en las demás naciones.

Cuba: Vacas flacas y precios altos (22 December 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/diciember/22_C_4.html

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