La fruta, un lujo en Cuba
MAURICIO VICENT 02/08/2009
La prensa cubana no regala noticias hueso, de esas que reflejan la 
ineficiencia económica del sistema. Pero con las que se publican basta. 
A comienzos de este mes de julio, el diario oficial Granma daba un 
reporte helador sobre la escasez de frutas en la isla. "La cosecha de 
cítricos disminuyó desde el año 2004 un 51%, la de plátano un 38% y la 
de otras frutas un 29%". Los rendimientos de estos cultivos en el mismo 
periodo "decrecieron entre 1,4 y 5 toneladas por hectárea". Y en los 
primeros cinco meses del ejercicio 2009 "las cifras" continuaron en 
"descenso".
Sólo la cosecha de cítricos ha disminuido un 51% desde 2004
Cuba tiene que importar el 80% de los alimentos que consume El año 
pasado, la mitad de las tierras cultivables estaba sin explotar
En fin, que el paraíso del mango, la piña y la guanábana se acabó. Los 
frutales en Cuba "prácticamente han desaparecido", reconocía en tono 
autocrítico el órgano de expresión del Partido Comunista. Y si eso es 
con las frutas, hay que imaginarse otros cultivos.
Las causas del desastre son de sobra conocidas. Un economista las 
resumía: "La falta de estímulo de los productores, en primer lugar"; a 
ello hay que sumar "la ineficiencia del sistema estatal de acopio, que 
por desidia puede dejar pudrirse en el campo las frutas recogidas por 
los campesinos". Eso "cuando el país ha de importar la materia prima 
necesaria para hacer compotas, jugos y mermeladas, que se reparten 
subvencionados por la libreta de racionamiento".
Por ahí va el cogollo del asunto. Cuba, que es un país agrícola, importa 
el 80 % de los alimentos que consume. A ello hay que agregar que el año 
pasado aproximadamente el 50% de las tierras cultivables en manos del 
Estado permanecía sin explotar.
Hace justo dos años, el 26 de julio de 2007, el presidente cubano, Raúl 
Castro, anunció "cambios estructurales y de concepto" y reformas en el 
campo para incrementar la productividad. Las medidas principales 
consistieron en la descentralización, con el objetivo de trasladar la 
toma de decisiones agrarias a las estructuras municipales, y el reparto 
de tierras ociosas a los campesinos.
El semanario Trabajadores acaba de revelar cómo marcha ese proceso: de 
1.691.000 hectáreas estatales sin cultivar, se han entregado a 
campesinos o cooperativistas 689.697 hectáreas. De esta extensión, sólo 
el 25,4% está en explotación o sembrada.
La prensa oficial cubana también ha dado explicaciones de por qué no ha 
sido posible aplicar otra importante reforma anunciada, la salarial, que 
estipula que el obrero que más rinde más cobra y que no hay techo para 
lo que un buen trabajador puede ganar -una novedad en Cuba-.
Ocurre que la burocracia y las "resistencias" de fuerzas internas 
oscuras han impedido echar a andar la reforma, que resulta vital para 
estimular el trabajo, pese a que tenía que haber entrado en vigor hace 
más de un año.
Nada, que las frutas en Cuba seguirán siendo un lujo.
La fruta, un lujo en Cuba · ELPAÍS.com (2 August 2009)
http://www.elpais.com/articulo/economia/fruta/lujo/Cuba/elpepueconeg/20090802elpnegeco_2/Tes
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