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Thursday, June 25, 2009

Perdido

Perdido
Frank Correa

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Después de 25 días, Mandy
pudo al fin cobrar el giro telegráfico que su hermana le había enviado
desde Matanzas. En el correo nadie supo explicarle por qué tanta demora.
Cuando al fin tuvo el dinero en el bolsillo, lo primero que hizo fue
correr a la cafetería a comer algo.

La cafetería del Niche es el único negocio particular que queda en
Jaimanitas. Los inspectores económicos y la policía acabaron con la
paladar de Pérez, con la de José, con la cafetería de Marina y con la
pizzería de Margot. Sin embargo, el Niche sigue abierto. Corren rumores
de que es informante de la policía, que paga a los inspectores con tal
de que le permitan mantener su negocio.

Mandy observó el pedazo de cartón que anunciaba:

Pan con croqueta, 5 pesos.
Pan con aceite, 5 pesos.
Refresco instantáneo, 1 peso.
Café, 1 peso.

El Niche se acercó al muro que sirve de mostrador, sin camisa y con mala
cara. Mandy le pidió un pan con croqueta y un refresco. Para pagar sacó
uno de los dos billetes de cien pesos con que le pagaron el giro en el
correo. El Niche saltó detrás del muro.

-Ni lo saques, que no tengo cambio pa´eso.

El hambre de Mandy era mayor que su raciocinio. Le preguntó al Niche qué
clase de negocio era aquel que no tenía vuelto. El hombre se molestó con
la crítica y lo mandó a cambiar el billete.

El banco más cercano queda en el poblado de Santa Fe. Mandy intentó
encontrar una solución, pero no lo dejaron terminar.

-Ve y cambia, y apúrate si quieres alcanzar algo, que se está acabando
el pan.

-Tú hablas así porque no tienes competencia. Ni sabes que cada vez que
dejas de vender un pan por falta de vuelto estás perdiendo.

El Niche se rascó la cabeza, cuando apareció Lucio, un vendedor
ambulante en bicicleta, de los poquísimos que se mantienen activos,
gracias a que elude a la policía con infinidad de trucos, uno de ellos,
camuflar bien sus productos entre disímiles andariveles. Mandy le dijo
al El Niche que iba a mostrarle lo que es un negociante de verdad.

-Ven acá, Lucio, hazme un favor, cámbiame estos cien pesos.

-Cómo los quieres, ¿en billetes de a veinte, de a diez, de a cinco?

-Como te convenga.

El vendedor callejero resolvió el problema. Mandy pagó su pan con
croqueta y el refresco, pero tampoco había cambio para 10 pesos. Tuvo
que esperar un buen rato hasta que vinieran clientes y reunir el vuelto.

Antes de marcharse, miró al Niche y al pedazo de cartón que anunciaba
los productos.

-Este pueblo está perdido. Pan con aceite, pan con croqueta, y refresco
instantáneo.

Perdido (25 June 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/junio09/25_C_3.html

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