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Wednesday, April 29, 2009

Cuba y EE UU, ante el reto del deshiel

Cuba y EE UU, ante el reto del deshielo
Raúl Castro reitera que está dispuesto al diálogo pero no a responder
con gestos a Washington

MAURICIO VICENT | La Habana 29/04/2009

El "nuevo comienzo" ofrecido a Cuba por Barack Obama tendrá que
cocinarse con calma. Los contactos informales entre ambos gobiernos han
empezado, pero después de medio siglo de enfrentamiento, son muchas las
inercias que han de superar La Habana y Washington para avanzar en la
normalización. Este miércoles, Raúl Castro reiteró que no va a responder
a la política de gesto por gesto que reclama la administración
estadounidense, aunque dijo estar dispuesto a iniciar un diálogo que
incluya todos los temas.

"Cuba no ha impuesto sanción alguna contra Estados Unidos, ni contra sus
ciudadanos. No es Cuba la que impide a los empresarios de ese país hacer
negocios con el nuestro (...) y por lo tanto no es Cuba la que tiene que
hacer gestos", dijo el presidente cubano al inaugurar una reunión
ministerial del Movimiento de los Países No Alineados en La Habana.

Castro calificó el levantamiento de las restricciones a los viajes y
remesas de los cubanoamericanos de medida "positiva" pero "mínima", y
volvió a decir que Cuba está lista a entablar conversaciones con EE UU y
a "discutirlo todo", pero sin "negociar" la soberanía ni "el sistema
político y social" vigente en la isla.

Sus declaraciones se producen 48 horas después de la reunión sostenida
en Washington por el responsable para América Latina del Departamento de
Estado, Thomas Shannon, y el jefe de la Sección de Intereses de Cuba en
Washington, Jorge Bolaños. Dicho encuentro fue recibido como un "primer
paso importante" por analistas como Rafael Hernández, director de la
revista Temas, uno de los pocos espacios de debate que existe en Cuba.

"Lo primero que hay que hacer es sentarse a hablar e identificar los
puntos en que ambos países pueden ponerse de acuerdo", indica, sin dar
importancia al lenguaje de barricada bilateral. "Los dos países van a
mantener el discurso ideológico, pero al tiempo puede funcionar de modo
discreto una diplomacia negociadora".

Seguir las medidas unilaterales

Académicos y políticos norteamericanos consultados por EL PAIS indican
que tras la liberalización de los viajes y las remesas Obama debería
seguir con otras medidas unilaterales. Carl Meacham, asesor jefe para
Latinoamerica del senador republicano Richard Lugar en el Comité de
Relaciones Exteriores del Senado de EE UU, considera que no hay que
esperar gestos de La Habana para introducir nuevas iniciativas. "EE UU
debería seguir su propia política, no actuar en respuesta a Cuba".

Meacham, autor de un reciente informe que propone un cambio de política
hacia la isla, opina que EE UU "no debe cometer los mismos errores que
se cometieron en el pasado cuando hubo posibilidades de acercamiento".
Recuerda que cada vez que el deshielo estuvo cerca, algo "ocurrió" en
Cuba que destruyó en EE UU "la voluntad política de actuar en la
dirección de normalizar la relación".

Ahora, dice el asesor de Lugar, hay un "interés amplio" - dentro y fuera
de Estados Unidos - de probar una nueva política hacia Cuba. "Hay que
dar espacio político a la administración Obama para que tome medidas
constructivas, sin esperar aprobación de Cuba, y aceptar que el sendero
hacia el cambio de esta relación no va ser fácil ni ocurrir rápidamente,
pero vale la pena seguirlo", afirma.

En ambientes académicos existe consenso sobre cuales deberían ser los
próximos pasos de EE.UU. "Reiniciar las conversaciones sobre temas
migratorios podría ser constructivo, igual que profundizar la
cooperación en temas de lucha contra el narcotráfico", afirma Anya
Landau French, investigadora del Instituto Lexington. A su juicio, "la
administración tiene ahora una oportunidad real de impulsar los
contactos persona a persona", y ello implica tanto incrementar los
intercambios científicos y académicos como legalizar los viajes de los
estadounidenses a Cuba. Phillip Peeters, vicepresidente del mismo
instituto, considera que la vieja política hacia Cuba "no ha servido a
los intereses de EE.UU. Corregirla no es hacer concesiones a nadie, es
cambiar tácticas que no han servido", asegura.

Un difícil fin del embargo

Existe el convencimiento de que el levantamiento del embargo no será
cosa fácil. Pero también de que cada vez son mayores las presiones en
América Latina para que Washington cambie su política hacia Cuba. Según
analistas, un acercamiento a Cuba sería doblemente beneficioso para
Obama: por un lado, sería un gesto que serviría a sus intereses en la
región; por otro, sería el mejor modo de alentar cambios dentro de la isla.

El disidente cubano Oscar Espinosa Chepe señala que en ambos países
existen fuerzas inmovilistas y destaca que "un acercamiento de EE UU
reforzaría el cambio en la isla". Según Chepe, "liberar el trabajo por
cuenta propia, favorecer una verdadera reforma agraria, estimular las
pequeñas y medianas empresas o liberar a los presos" son algunas de las
cosas que podría hacer Cuba para "alentar las fuerzas del cambio en EE
UU". En un reciente artículo de prensa, el escritor cubano Leonardo
Padura afirmaba: "Cuba debe cambiar, y no por lanzar un gesto sobre el
estrecho de La Florida, sino por sus propias deficiencias y necesidades.
Y quizás ahora EE UU, desde una perspectiva más realista, llegue a
entender que la eliminación o degradación del embargo puede ser lo que
más ayude a propiciar esos y otros cambios en su vecino del Caribe".

Cuba y EE UU, ante el reto del deshielo · ELPAÍS.com (29 April 2009)

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cuba/EE/UU/reto/deshielo/elpepuint/20090429elpepuint_15/Tes

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