TRES ESCENARIOS POTENCIALES
Por: Edgar Gutiérrez
El Periódico
España
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José F. Sánchez
Analista
Director
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Enero 5, 2009
En la víspera del 50 aniversario de la Revolución Cubana recibí, editado
como libro, un documento de análisis estratégico sobre temas torales en
el siglo XXI pertinentes al amplio corredor geopolítico que va desde
Canadá hasta Colombia y Venezuela, abarcando su radio desde
Centroamérica hasta el Caribe. Hace año y medio un borrador del
documento fue sometido a intensas jornadas de discusión entre
especialistas –operadores, estrategas, académicos– de seguridad e
inteligencia de una decena de países de la región, que fuimos invitados
por el National Strategy Information Center (EE.UU.) y Conocimiento en
Red (México).
Uno de los seis capítulos que incluye esta inusual publicación
–Seguridad democrática para las Américas: inteligencia requerida– trata
justamente sobre Cuba. Se discuten tres potenciales escenarios sobre el
futuro de Cuba:
1) consolidación del sistema
2) transición hacia una democracia débil
3) degeneración hacia la inestabilidad y el caos
En el primer escenario no cambia la naturaleza del sistema ni su
relación con el mundo, pero cabría un movimiento inspirado en el modelo
chino de desarrollo económico –que Raúl Castro ha estudiado
detenidamente– manteniendo la actual dirección política. Hay dos
variables significativas en este escenario: el apoyo de las fuerzas de
seguridad –calificadas como las más competentes de Latinoamérica–, en
particular del Ejército, y la inclinación favorable de la generación de
relevo –entre 20 y 40 años– que aspira a mejoras económicas, pero no
está dispuesta a arriesgar el acceso público a los servicios de salud y
educación, que considera derechos inalienables.
El segundo escenario dejaría a Cuba en un plano semejante a
Centroamérica, con un Estado de derecho poco eficaz, manifestaciones de
violencia criminal en ascenso, una sociedad civil débil, servicios de
seguridad operando con sustancial autonomía y la comunidad internacional
actuando con notable injerencia en los asuntos internos.
Finalmente, el tercer escenario podría derivarse de una transición
acelerada o de un estado de implosión que fracturaría el poder político
impidiendo a un solo grupo ejercer autoridad en todo el territorio; Cuba
podría ser capturada por el crimen organizado transnacional y las
mafias, como ocurrió en el bloque postsoviético. En los escenarios, 2 y
3 son variables determinantes para la gestión de Raúl Castro, pero
también la futura política de EE.UU. bajo la administración de Obama.
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