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Saturday, January 03, 2009

Mar Verde es una prisión

Mar Verde es una prisión

Luis Enrique Ferrer, prisionero de conciencia

PRISIÓN MAR VERDE, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Muchas veces he
escuchado decir a los gobernantes cubanos que las prisiones son
universidades. Recientemente, el cantautor Silvio Rodríguez realizó una
gira por varias cárceles. Todo eso no es más que una cortina de humo que
el gobierno pretende crear para ocultar la cruda realidad de las
cárceles cubanas. La prisión Mar Verde no es la excepción, sino la regla
de las cárceles cubanas.

Aquí prácticamente no hay agua corriente desde finales de 2006. La
mayor parte del tiempo no llega el líquido a los reclusos debido a que
las tuberías están viejas y en mal estado. Un carro cisterna trae
pequeñas cantidades de agua, contaminada, que se reparte entre mil reos,
que reciben dos o tres litros cada uno, para todo el día. Pasamos días
sin bañarnos, con la ropa sucia.

Defecamos en bolsas de nylon que arrojamos al sótano a través de las
rejas del baño, porque sin agua no es posible limpiar las letrinas
(huecos en el piso donde hacemos nuestras necesidades fisiológicas).
Vivimos en un verdadero "mar verde" de excremento.
La asistencia médica es casi inexistente. La falta de medicamentos es
total; no hay ni siquiera aspirinas, y un dolor de cabeza o de muelas se
convierte en una tortura. En esta prisión, con más de mil reclusos, el
puesto médico es atendido por aprendices y sólo de día. Por las noches y
durante los fines de semana no hay nadie para atender emergencias
médicas. Si algún preso se queja por una emergencia médica, el
tratamiento inmediato es la brutal represión.

Nadie se preocupa por mejorar las infrahumanas condiciones de vida de
esta prisión, que se asemejan a las de los campos de exterminio nazis.

Debido a las terribles condiciones de vida, abundan aquí las auto
agresiones. Proliferan las huelgas de hambre, como forma de protesta.
Las palizas se repiten a diario. El 7 de noviembre dos jóvenes
intentaron suicidarse, uno, por ahorcamiento, y el otro se lanzó desde
lo alto de la prisión desbaratándose la cabeza.

El hecho ocurrió inmediatamente después de que el recluso Florencio
Deronselé sostuviera una entrevista con el director del presidio. Tenía
36 años y había sido sancionado en 2005 a ocho años de privación de
libertad, acusado de un delito de robo con fuerza. Se desconoce el
asunto tratado entre el jefe carcelario y el fallecido, pero la
conversación entre ambos provocó que Deronsolé se lanzara al vacío.

El 8 de noviembre, un día después del suicidio, varios reclusos fueron
trasladados de urgencia para la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba,
por expresar que Florencio se había suicidado debido a la paliza que le
habían propinado los militares por exigir sus derechos como reo.

El otro prisionero, Dioslandis Coba Escobar, de 32 años, del
destacamento 3, intentó ahorcarse en la madrugada del día 7 y aún se
encuentra ingresado en el hospital provincial.

La comida es muy poca y muchas veces la sirven en estado de
descomposición. La violación de la correspondencia es común. No tenemos
acceso a leer la prensa, ni a escuchar la radio. No recibimos asistencia
religiosa.

Desde mi encarcelamiento, en marzo de 2003, he estado en varias cárceles
cubanas y todas son iguales a Mar Verde. En ellas he perdido la salud y
quienes se supone deben custodiar mi vida me han propinado descomunales
palizas.

Mar Verde es una tenebrosa cárcel, a la que no encuentro ningún parecido
con una universidad.

Luis Enrique Ferrer fue condenado a 28 años de prisión en la Causa de
los 75, en marzo de 2003

http://www.cubanet.org/CNews/y09/enero09/01_C_1.html

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