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Wednesday, December 31, 2008

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

Fin de año cubano

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - El fin del año 2008 agota
una etapa de espera para los cubanos. Los cambios que tantos anhelaron
quedaron reducidos una vez más a los límites de la expectativa. La
respuesta del Estado no satisface las peticiones de millones de cubanos
que expresaron cuánto habría que cambiar para hacer de la isla un lugar
más vivible, donde las prohibiciones no encierren a los ciudadanos en
esa tela de araña que ahoga las iniciativas personales y colectivas,
pero independientes a la gestión gubernamental.

Los tres huracanes que pasaron sobre el territorio fueron útiles a la
burocracia. En una emisión internacional de la Mesa Redonda, transmitida
por Tele Sur, la conductora echó la culpa del cierre de muchas salas de
cine del país a los tres fenómenos climáticos. En realidad, el cierre de
salas de cine en Cuba se remonta a 30 años atrás, por falta de
mantenimiento y tecnología.

Relegados han quedado los cambios en el gobierno y la derogación de las
medidas y reglamentos que complican la vida de los cubanos. Se
engavetaron otra vez las propuestas para modernizar a un régimen con
medio siglo de existencia que ha consumido las expectativas de tres
generaciones.

Los pavos de California que se venden en las shoppings a cincuenta pesos
convertibles, esperan por los compradores que se arriesguen a ser
denominados por la prensa oficial como nuevos ricos o especuladores
ostentosos.

Aún no se reconoce el valor económico que representan los trabajadores
por cuenta propia, aunque con la recaudación de sus impuestos se paguen
los salarios de cientos de miles de maestros. El sector agropecuario,
duramente afectado por los huracanes, sigue esperando la implementación
de medidas eficaces que lo liberen de los dictados de la burocracia y
permitan que recupere la eficacia de la iniciativa y gestión del
campesino. Aunque ya Raúl Castro anunció que los cambios estructurales
que propuso se posponían hasta nuevo aviso.

Por otro lado, el levantamiento de las prohibiciones de comercialización
de aparatos electrodomésticos, junto a algunos medios de comunicación
personales, incrementaron el deseo de la población de consumir más sin
contar con un salario que lo permita.

Notables han sido las transmisiones de celebraciones de eventos
religiosos por la televisión nacional, y en algunas regiones
transmisiones radiales de mensajes episcopales, un reconocimiento a la
fe que miles cubanos profesan, y un claro testimonio de la política de
Estado en cuanto a las prácticas religiosas.

Aún el derecho a disentir y expresar libremente el pensamiento, la
existencia de más de doscientos presos políticos, las condiciones en que
vive la mayoría de la población negra y mestiza, unido esto a una
población carcelaria mayoritariamente perteneciente a esos grupos
raciales, son agujeros negros de silencio y rechazo por parte de las
autoridades para solucionar estos conflictos sociales.

El nuevo gobierno de los Estados Unidos podría iniciar un cambio en las
relaciones con Cuba, pero somos los cubanos quienes debemos tomar
medidas que respondan a nuestras expectativas.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/dic08/31_C_2.html

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