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Saturday, December 27, 2008

El socialismo nos quiere atolondrar

El socialismo nos quiere atolondrar

Yosvani Anzardo Hernández

HOLGUÍN, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Sobre el socialismo hay
mucho que decir, aunque prefiero hablar de lo que no he visto escrito.
Lo que no significa que no existan referencias, pues se trata de asuntos
que conocen millones de personas.

Cada país tiene una forma particular de hacer funcionar la misma teoría,
y para ello tienen en cuenta las costumbres de sus pueblos. Los métodos
generalmente son los mismos, porque el fin no varía: dominio absoluto
sobre todo el acontecer humano.


Los socialistas intentan controlar y mantener estable el crecimiento de
la población. Dentro de la teoría esto no está escrito, pero en la
práctica la desarrollan por varios métodos. Los nazis mataron a los
subnormales, según ellos, por humanidad, para evitarles sufrimientos.

En los países socialistas abundaban las cárceles, porque no había campos
de concentración. En China está prohibido tener más de un hijo. El
problema no es la cantidad sino la dificultad para alimentarlos.

En Cuba se practica el aborto oficialmente, como método anticonceptivo.
De hecho nuestra población no crece. También por eso no es extraño que
de los fetos se extraigan células madres. El mundo se asombrará de las
cosas que un día se sabrán sobre el régimen.

Mantener atolondrados a todos es otra de las premisas del socialismo. Es
importante decir lo que muchos quieren escuchar, y hacer lo que a
nadie le conviene. Con el exceso de empleo no sólo aseguran el pleno
empleo, sino que no dejan cabos sueltos: todos tienen bajos salarios,
ninguna libertad y son una "masa" disponible para utilizarla en
cualquier necesidad estatal. Negarse a trabajar con ellos es un delito
que puede costar años de cárcel. El hombre que tiene tiempo para pensar
tal vez nunca lo haga, pero puede que aproveche la oportunidad para usar
su cerebro, y este es un peligro que ellos se empeñan en evitar.

Es importante pregonar que su país es el mejor del mundo. Se hace todo
lo posible por evitar que la gente lo abandone, y quien lo hace es
considerado traidor. Consideran que el que se va siempre vive peor, pero
que no lo reconoce por orgullo, y que sus vidas mejoran materialmente,
pero empeoran en términos generales. De cualquier forma, cada vez más
ciudadanos quieren salir tumbando la mula.

Los que se atreven a contradecirlos son locos, y como tales son
tratados. Cuando estos supuestos chiflados son escuchados por la
población, las autoridades los atacan por todos los flancos y con todas
las armas: macanas, piedras, cabillas, y la cárcel.


Sólo queda desear que este socialismo, nadie, por los siglos de los
siglos, lo tenga que sufrir.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/dic08/19_C_4.html

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