2008-09-18.
León padrón Azcuy, Presidente del Partido Liberal Nacional Cubano
(www.miscelaneasdecuba.net).- 50 años de dictadura fueron puestos en
alerta de manera categórica por los ciclones Gustav y Ike. Esto lo
decimos por las alarmantes penurias que en estos momentos viven las
víctimas de estos fenómenos que hace apenas unas semanas devastaron gran
parte de Cuba, significativamente las regiones de Occidente y Oriente y
ha dejado sin hogar a más de 400 mil familias, situación que los ha
colocado en un abismo.
Creemos que es hora de abrirse a la solidaridad internacional sin
barreras ni tabúes y a cambios de tipo económico que liberalicen las
fuerzas productivas donde los cubanos acumulen riquezas y fortaleza
económica con el fin de no solo superar situaciones similares, sino,
otras que siempre la vida nos depara. Serán tiempos muy difíciles para
todos los cubanos y especialmente para los que sufren en estos momentos
a causa de la a veces perturbadora naturaleza.
Conocemos que durante muchos años, el gobierno comunista de la isla se
ha caracterizado por presentar estandartes que supuestamente los hacen
parecer ingenieros sociales lógicos y humanistas, manía insensata que
presentan ante el mundo. Ahora el descalabro del régimen sigue de picada
y esperamos no lleguen los tanques a la calle. Al fracaso reciente del
deporte olímpico, se une la visible incapacidad del gobierno cubano para
proteger a su pueblo y darle solución a un problema que estaba planteado
desde siempre, me refiero al de la vivienda.
La mayoría de las arrasadas eran bajareques, que por demás no se les
ofreció ningún utensilio para su apuntalamiento o reparación antes del
paso de los ciclones. Los cubanos enfrentaron estos monstruos totalmente
desprotegidos.
Los medios informativos han despotricado hasta la saciedad que el numero
de víctimas a lamentar fue bajo lo que por supuesto nos alegramos. Lo
cierto es que en estos mismos momentos la crisis en la que están
sometidos todos los cubanos, por supuesto los damnificados aun más, es
sencillamente insostenible.
En la Ciudad de la Habana, lugar donde no pasaron los meteoros y solo
por mencionar un ejemplo los mercados están visiblemente desabastecidos,
los precios de los alimentos han subido ostensiblemente a esto hay que
añadir que la subida del petróleo y la gasolina así como el gravamen al
dólar se siente pesadamente sobre los pobres cubanos.
El gobierno comunista no podrá ofrecer ayuda sólida a los damnificados,
no tiene con que hacerlo. Lo descabellado y canallesco es no aceptar
ayuda de los EE.UU. o Europa esgrimiendo el elemento ideológico, siempre
ahí, como la espada de Damocles puesta encima de la cabeza.
Los comunistas cubanos se atribuyen la prerrogativa de decidir qué hacer
sin contar con el soberano y sus decisiones son adoptadas y
sencillamente pasan por alto el sufrimiento de la población. Esto no es
nuevo, 50 años de inmovilismo producto de una política paternalista han
maniatado a los habitantes de esta hermosa isla. Ahora sencillamente se
hace más visible por la enorme devastación de estos fenómenos que ha
agudizado aun más la problemática nacional del pueblo cubano y por qué
no, pensemos que también a la dinastía Castro-comunista.
Una mirada al futuro, inmediatamente nos hace pensar que estamos en
presencia del final y que parece que lo que predijo quien fuera
arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Antonio María Clarett hace 160
se hará una realidad.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17209
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