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Tuesday, July 22, 2008

Hermanas al rescate

Crónicas
'Hermanas al rescate'

El Palacio de las Bombitas todavía conserva en Miami fama de propiciar
felicidad. ¿Por qué?

Max Barbosa, Miami | 22/07/2008

Rosa, María y Caridad salieron apresuradamente del auto. Se retocaron el
peinado y el maquillaje, antes de entrar al lugar de sus preferencias
los fines de semana. Penetraron por la puerta cual bola por tronera,
porque para las damas la entrada es gratis.

De inmediato, casi en el mismo instante, Mario, José y Rafael pagaron 30
pesos en la puerta, con el apuro de quien llega tarde a la fiesta cuando
en realidad no había comenzado, suspiraron de satisfacción e iniciaron
la acostumbrada aventura sabatina: socializar en El Palacio de las Bombitas.

Pero, ¿cuál es el misterio que provoca tal alboroto? ¿A qué se debe este
incesante interés por participar desde el inicio hasta el final del
espectáculo?

"El secreto es la vitalidad que obtenemos al cargar las pilas del alma",
confiesa Ezequiel Martínez, experimentado bailador de escasos 69 años,
famoso por la altivez con que lleva la bomba, siempre a punto de
activarla cuando sea necesario. "Somos parte de una obra que no deja de
presentarse aunque cambien los actores".

Dicha discoteca cuenta a su favor con más de dos décadas deleitando a un
grupo de noctámbulos que se encuentran en plena posesión de múltiples
experiencias, algunas vividas y otras fabuladas. Muchos disfrutan su
segunda juventud; otros asumen la tercera como la primera, proyectando
tal entusiasmo, que es difícil no participar del mismo.

Los Cámara, por ejemplo, con 40 años de matrimonio, permanecen abrazados
en la pista de baile al compás del popurrí de boleros. Supremo instante
para que Paco le recuerde a Pucha los primeros besos, cuando él se
aventuraba desde Contramaestre hasta Palma Soriano para enamorarla.
Ahora son intensos y habilidosos.

El Palacio abre las puertas diariamente, a las seis de la tarde, con el
piano bar apto para los románticos. Los bailables comienzan a las nueve
y siguen hasta las dos de la madrugada, excepto los fines de semana, que
finalizan a las tres. El jueves es sumamente especial, "Día de Damas":
reciben flores y caramelos por cortesía de la casa, y como abundan los
hombres, las mujeres atrapan al primero que las invite a bailar. Aunque
puede suceder que se presten al bailador entre varias amigas, no a
extrañas o iniciadas. Se debe evitar el riesgo de perderlo.

La popularidad de El Palacio ha trascendido sus límites, para integrarse
al "folclor" miamense a través del humor que surge por generación
espontánea en velorios, supermercados, cafeterías o paradas de ómnibus.

¿Ha escuchado usted, amigo lector, comentar acerca de "Las Hermanas al
Rescate"?

Pues bien, dicen los relatores de la llamada Crisis de los Balseros de
1994, cuando miles de cubanos llegaron a la Florida en balsas, que
muchos jóvenes encontraron el amor en El Palacio, con la destacada
singularidad de que sus novias les sobrepasaban en algunos años.

Las "hermanas" iban al "rescate" de esos muchachones curtidos por el sol
del Estrecho de la Florida. El imaginario popular parodió el objetivo de
la conocida organización humanitaria Hermanos al Rescate. Si estos
salvaron a miles de cubanos, ellas los imitaron, pero en tierra firme,
al ritmo de chachachá, cumbia o merengue. De ahí que El Palacio de las
Bombitas aún conserve la fama de propiciar felicidad.

Kholy Funcia, ex actor y bohemio hasta el infinito, lo asegura: "Al
finalizar de bailar el danzón Almendra con Ildolidia, supe que mi vida
cambiaría inevitablemente".

http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/hermanas-al-rescate-98692

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