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Wednesday, June 04, 2008

La obsesión comunista

La obsesión comunista (I)

Laritza Diversent Cámbara

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Los cambios realizados por el
gobierno cubano y otros anunciados poseen un carácter puramente
incidental. Tienen más bien relación con una estrategia de acomodo. El
VI Pleno del Partido Comunista de Cuba (PCC), celebrado el 28 de abril,
evidencio que no hay voluntad de realizar transformaciones políticas
importantes.

Al contrario, la elite comunista esta viviendo un proceso de
readaptación a la nueva situación coyuntural. El pleno mostró como
combinan factores internacionales con circunstancias nacionales
decisivos, que le permitan envejecer en el poder.

Se patentizó, ante todo, el delirio de la dirigencia con respecto a la
vigencia futura de su ideología. Trataron de disimular su preocupación.
No obstante, quedó latente su afición desmedida por el creciente
descrédito social que tiene el Partido.

Reconocieron que la organización debía continuar perfeccionando su
trabajo y autoridad ante las masas, y en el afianzamiento de su papel
como fuerza dirigente de la sociedad. Solapadamente admitieron el
fracaso de la dirección ético política del mismo. Parejo a ello nos
dicen que pretenden mantener el monopartidismo y el centralismo político

Sobresale la marcada tendencia a despersonalizar a nuestro pueblo. En su
discurso, es frecuente la utilización del termino "masa" para referirse
a la población. Nos tratan como muchedumbre para quitarnos la identidad
y el carácter que tenemos como país.

Esta mentalidad es normal en un régimen totalitario. Convertir los
sectores sociales en gentíos les permite transformar el partido único,
de una minoría selecta, en un movimiento de multitudes.

En las dos ultimas década del socialismo en Cuba, el papel regente del
partido se ha visto seriamente debilitado ante la sociedad. Se
convirtió, de organización política de una determinada clase, en un
grupo de ciudadanos que se ha puesto de acuerdo sobre una ideología común.

El Partido está consciente de los riesgos futuros que enfrenta. Para
asegurar su continuidad tiene que contar con la vieja militancia. Sabe
que la juventud cubana está completamente desligada de las añejas ideas
de sus dirigentes históricos.

Esta situación les ha obligado a cerrar el círculo de poder, motivo por
el cual dentro del Buró Político se constituyó una comisión con un
número reducido de integrantes.

En la práctica, la designación coincide con la del Presidente, el Primer
Vicepresidente y los cinco Vicepresidentes del Consejo de Estado. Raúl
Castro, José Ramón Machado Ventura, Juan Almeida Bosque, Abelardo Colomé
Ibarra, Carlos Lage Dávila, Esteban Lazo Hernández, Julio Casa Regueiro.

Necesitan a la ancianidad comunista para mantenerse y preservar el
poder. No buscan la prolongación de la dictadura revolucionaria.
Trabajan por la continuidad de una casta que ve amenazada su estancia
en el gobierno.

Están reduciendo los órganos del Estado, pero dándoles mas poder de
decisión. En gran medida, este particular justifica la presencia militar
en los principales cargos del gobierno. Se necesita hombres de carácter
y mano dura, que castiguen con vara de hierro las desobediencias.

No por casualidad ese mismo día se analizó en la Mesa Redonda
Informativa el tema de las ilegalidades e indisciplina sociales;
fenómenos de desviación y formas de disentimiento que se están gestando
y generalizando, como conductas comunes de la población.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/junio08/03cronica6.html

La obsesión comunista (final)

Laritza Diversent Cámbara

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Con el creciente conflicto
económico-político y el desorden imperante en la sociedad cubana, el
gobierno siente cuestionada su dominación. Más, cuando están
acostumbrados a mantener el orden con firmeza, incluso con brutalidad,
si se requiere.

En ese sentido, los criterios y opiniones de la población les sirvieron
para medir hasta qué punto pueden apretar la tuerca. Saben que la
escasez de alimentos es uno de los problemas que más afecta a la
ciudadanía. Por eso decretaron la producción como un asunto de seguridad
nacional.

El complejo escenario internacional hace más difícil la realidad. No
tienen los jerarcas del gobierno fuentes seguras de financiación por las
millonarias deudas. El embargo norteamericano empeora su situación
económica. Emprender políticas que incentiven la producción de alimentos
para evitar una explosión social es algo imprescindible.

Raúl Castro enfatizó en que la etapa de provisionalidad, iniciada en el
31 de julio de 2006 con la proclama del Comandante, había terminado con
el mensaje enviado por éste el 19 de febrero, en el que expresó su deseo
de ser "sólo un soldado de las ideas". Aclaró que durante esos 19 meses
se trabajó colegiadamente sobre la base de la delegación de funciones
que el realizó.

Las reflexiones de Fidel, los días antes de celebrarse el pleno, dejaron
mal parado al nuevo mandatario. Lo convirtió en centro de burla y
ridículo a escala internacional. El comandante, en sus escritos, dejó
claro que todavía tiene poder de decisión. Confunde el énfasis de su
aclaración. Raúl mismo pidió al parlamento consultar las decisiones
políticas importantes a su hermano. Sutilmente nos avisa que ya no
necesita su figura para refugiarse.

Los cambios realizados por Raúl Castro han provocado un impacto
relativamente positivo, más a nivel internacional que nacional. Se
siente en condiciones de seguir el camino solo. Por eso la insistencia
de recalcar que Fidel es "sólo un soldado de las ideas". El poder lo
ejerce él ahora y no tolerará ninguna iniciativa capaz de poner en
cuestión su autoridad.

Se nota, además, que el General quiere venderse como un líder respetuoso
de la legalidad. Hace referencia en todo momento a las facultades que le
confiere la ley. Cita también la Constitución e insiste en su
cumplimiento, aspecto que lo diferencia de su autoritario hermano.

En conclusión, el Sexto Pleno del Partido Comunista de Cuba nos demostró
que la vieja militancia no tiene intención de ceder ninguna cuota de
poder. Todo lo contrario, trabaja con demencia para reforzarlo. Harán
todo lo que esté al alcance de la mano para mantenerlo por otro medio siglo.

Las transformaciones políticas actuales casi no se pueden vislumbrar.
Esto se debe a que las mutaciones estructurales del aparato estatal
conservan la rigidez política e ideológica de siempre.

¿A qué le temen los veteranos? A sucesos que cuestionen la existencia de
un solo partido. A la lucha de los sectores sociales por la implantación
del pluralismo, con iguales derechos para todas las organizaciones
políticas creadas. No sabrían dónde meterse ante estos cambios
democráticos. No quieren, por este motivo, el pluripartidismo ni
abandonar el centro del poder político.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/junio08/04cronica5.html

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