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Friday, April 25, 2008

Libertad secuestrada en Cuba

Libertad secuestrada en Cuba
Ogsmande Lescayllers

Miércoles, 23 de abril de 2008


Cuesta entender, pero las cosas son como son. Lo cierto es que, Lázaro
Barredo nunca fue un gran periodista, pero sí está considerado como un
gran escalador, porque saltando en el entramado de la prensa cubana,
siempre supo colocarse en sitios claves para servirle al régimen, del
que es una especie de seña de identidad.

La entrevista que publicó el 22.04.08 el diario Metro, en Madrid, nos da
la medida de ese personajillo ignorante que todo lo da por bueno, si es
imputable a lo que él representa y todo lo demás es malo, pura bazofia,
sin percatarse que él, y no el otro, es el objeto de sus propias
observaciones.

En nada acierta el "pobre"; porque no es capaz de reconocer nada.
Naturalmente, está tan imbuido en la entrañas del sistema del que es
vocero, que no se entera de lo que ocurre en el mundo. El colmo de los
disparates es llamarles mercenarios a un grupo de "infelices"
periodistas algunos que, haciendo caso a los cantos de sirenas que les
venían del norte y otros que, con muy buena fe, quisieron destapar la
Caja de Pandora, para contar lo que ocurría en la isla, sin detenerse a
pensar que ingenuamente empezaban a gritar en medio del desierto, donde
las hienas y los lobos campean a sus anchas.

El periódico Granma es el Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba.
Es el órgano de propaganda de la dictadura, donde no por serlo, se libra
de las censuras de los comunistas y los aparatos de la inteligencia y la
Seguridad del Estado. Si en algo no se equivocó Barredo es cuando dijo
que, "la revolución, el partido y Granma son una misma cosa", o sea, que
todo es la misma mentira. Incluso llegó a pedir que hay que poner más
acento en el control estatal; ¿cómo es eso? en un país donde hasta el
aire que se respira es estatal ¿qué otra cosa más hay que estatalizar Cuba?

Cuando habla del burocratismo, o de la corrupción, está hablando de
ellos mismos, porque en Cuba, quien dirige, gobierna y actúa es el
estado. La doble moral es la del estado, no la de los ciudadanos que a
duras penas intentan llevar el día a día, frente a la enorme maquinaria
que los oprime, sin embargo, el Periódico Granma, que dirige Lázaro
Barredo, jamás toma partido con, ni por esos ciudadanos.

Dice Barredo que "Fidel nunca ha renunciado; nunca se ha despedido de
nosotros", ¿entonces qué, el presidente es Fidel o Raúl? ¿Un soldado de
las ideas? ¿Qué ideas? ¿Las que nunca tuvo para sacar el país hacia
delante? ¿La de ir contra todo aquello que, o que se imaginaba que le
hacía sombra? Las ideas no son para combatir, son para exponerse, buscar
puntos de encuentros, fortalecer el juego dialéctico en beneficio de la
nación, argumentar con sabiduría y conocimiento de causa lo que se desea
desde la libertad, sin callar a los demás o encerrarlos en las cárceles,
o echarlos al exilio por más equivocados que estén.

Acusa a El Nuevo Herald de ser un libelo de mafiosos y terroristas. Eso
no es cierto, el Nuevo Herald es un gran periódico, donde a veces no se
hace una buena prensa, pero nunca peor que el Granma, donde jamás se
dice la verdad tal y como es, tampoco es libelo de mafiosos terroristas,
son periodistas tan honorables o quizás, más responsables y exigentes
que los mandados del Periódico Granma, o tal vez, como a Barredo le
gusta llamar a los demás por lo que es él, por esa misma razón llama a
los periodistas del Nuevo Herald como si se llamara asimismo.

El colmo es que dice que en Cuba nadie es perseguido por escuchar
emisoras extranjeras ni por oír abiertamente emisoras antinacionales.
Empecemos diciendo que no existe ninguna emisora ni canal antinacional,
sino emisoras y canales que trasmiten noticias y dan información que no
gustan al gobierno de la isla, que no a la nación. La nación cubana es
otra cosa, que personajes como Lázaro Barredo han desprestigiado y
desprestigian con sus mentiras y manipulaciones desde las páginas del
Periódico Granma, la radio y la televisión cubana, propiedad del
gobierno del isla, del pueblo dirá el señor Barredo, desde el más
profundo cinismo.

Estoy de acuerdo que el bloqueo, que jamás debió existir debe de
terminar, de la misma manera que hay que ponerle fin a la dictadura, al
caciquismo, a la represión y a las prohibiciones que perviven en la
isla, porque de lo que se trata es de darle paso a la libertad, la
democracia y el cambio del régimen existente, por un gobierno salido de
las urnas, en libertad y democracia, que sea capaz de sacar el país
hacia delante para integrarlo al concierto de las naciones civilizadas.

Esas son las cosas que tienen que cambiar en Cuba, señor Barredo. Porque
es con la verdad y no con la mentira como se ha de informar a los
ciudadanos.

En un país donde no existe la crítica, sino la autocomplacencia, por más
parches que se pongan jamás tendrán cabidas la libertad, la democracia o
el fluir de las ideas.

Mercenario y terrorista es el que amordaza, encarcela, echa al exilio a
los hijos de una nación que sólo desean expresar sus opiniones
libremente, sin un amo que les dicte lo que tienen que decir o hacer; el
Granma y sus representantes son una buena muestra de ellos.

>> Ogsmande Lescayllers es poeta, novelista, periodista, ensayista, y
crítico de arte cubano.

http://www.xornal.es/article.php3?sid=20080423115452

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