2008-03-29.
Sinue Escolarte, Periodista Independiente
La Habana, 27 de marzo de 2008. - "El otro día hubo una discusión en una 
estación de radio, entre católicos y comunistas.  Estaban discutiendo 
ideas.  Discutir ideas con razones, así es como se debe discutir, a la 
luz pública. " Fidel Castro.  Programa ante la prensa, La Habana 2 de 
abril de 1959.
Si se necesitaba una autorización, para que los cubanos que piensan 
diferente a lo que desea el estado, se puedan reunir libremente, sin la 
supervisión de sindicatos ni partidos, sin la dirección que sugiere un 
orden del día, ni actas de compromiso, sin miedo, aquí la tenemos. Y 
firmada, por la máxima figura en materia de reflexiones en nuestro país. 
Precisamente es esto lo que se debe hacer. Sentarse unidos, a reflexionar.
El momento actual es de cambios, y si es así, los primeros en sufrirlos 
debemos ser todos los que los añoramos, adoptando una conducta flexible 
y analítica, de franco dialogo.
Los más autorizados para proponerlos, deben ser los que han acumulado 
mayor experiencia y utilizado más variables a través de los años. Los 
que más han sufrido la represión para tratar de conseguirlos. A estos se 
les deben sumar, todas las ideas que aporten, los nacidos en Cuba, sin 
excepción ni tener en cuenta el lugar donde viven en la actualidad. 
Espontáneamente, sin previa selección. Solo quedarían fuera, los que han 
cometido verdaderas ilegalidades y delitos reales.
Por desgracia, no se pueden incluir aquellos imprescindibles que se 
encuentran arbitrariamente confinados en las cárceles y cuyo reclamo de 
libertad, debiera, por medio del uso de la amnistía plasmada en la 
Constitución, ser el primer cambio, el primer pedido.
Ellos, junto a sus familiares, representan los que más sufren la 
injusticia, solo por pensar diferente. Solo por decirlo. Por el 
contrario, recientemente, fueron considerados una vez más, mercenarios 
al servicio del imperio. Este criterio personal no coincide con el de la 
mayoría del pueblo y es uno de los aspectos más importantes a discutir y 
demostrar.
Por suerte, tanto en Cuba como fuera de ella, existen los hombres que 
con similares derechos, inteligencia y sabiduría, los pueden 
representar. Antes, habrá que entender que sin unión y respeto, no habrá 
fuerza.
Por eso, exigir que a los que no residen aquí, se les devuelvan los que 
tenían -participación en la vida política, económica y social, entrada y 
salida libre del país, derecho al voto, etc.-, levantándoles el bloqueo 
aplicado desde que abandonaron el país, sería fundamental para el logro 
del objetivo. Que acaben de producirse los importantes cambios 
anunciados, más los que se puedan agregar, a solicitud de esa gran masa, 
ahora excluidos de sus derechos, pero incluidos, para incrementar la 
economía, en 1000 millones de dólares anuales.
Es muy evidente la evolución ideológica, política y económica, que han 
experimentado muchos de nuestros hermanos en el exilio -ya podemos 
llamarlos así, sin miedo. Lo han pagado con su aporte-. Por más que se 
desee ocultar esto, es imposible. Por más que se desee deformar su 
imagen, no se logra.
También los que al pie del cañón nos mantuvimos, dando nuestro sudor y 
sangre, hemos evolucionado muchísimo. Estas dos evoluciones y sus 
experiencias, se constituirían en una mayor fuerza, que conseguiría 
mucho más que hasta ahora cada una por separado. Para ello, sería 
necesario que se igualaran los derechos. Es decir, que tengamos los que 
ellos disfrutan ahora, y que ellos tengan los que a nosotros nos quedan.
Esta desigualdad de derechos sostenida y obligada hasta ahora y algunos 
otros ingredientes, no permiten la unión, ni por tanto el incremento de 
las fuerzas. Si por el contrario se consiguiera esta reunificación, 
entonces podríamos asegurar que estamos creando un nuevo tipo de 
democracia en Cuba. La del siglo XXI, despojada de los de rencores y 
resentimientos que solo han conseguido la separación, la misma que nos 
pone en desventaja con el socialismo del siglo XXI, que por no sufrir 
nuevas variaciones, tendrá siempre el alma igual.
Si hipotéticamente este primer paso se alcanzara, se podría intentar una 
buena mezcla, eliminando el egoísmo, la ambición y el delirio de poder, 
con una mezcla puramente cubana, como nuestra comida, tabaco y ron. Esto 
pudiera ser, si fuéramos capaces de olvidar lo que ya perdimos, en aras 
de lo que podamos recuperar, manteniendo, una posición más equilibrada y 
novedosa.
Hermanos, los casi 50 años de lucha y desgaste que hemos padecido, sin 
que el estado admita que subvive un pensamiento diferente, con deseos y 
razones, está pidiendo a gritos alguna nueva manera de proyectarse que 
tenemos que buscar a través de un método, que pide un refuerzo de las 
ideas y un análisis más objetivo y justo de los que hoy continúan en el 
poder, sin variaciones, con el mismo esquema.
El pueblo necesita aportar mucho más sus criterios, que sean válidos y 
se apliquen. Que se escuchen sus reclamos y se les de respuesta sin más 
evasivas ni posposiciones. Esto se hace cada vez más necesario y debe 
tenerse en cuenta si no queremos, que esa gran mayoría que está cansada 
de pagar las consecuencias, explote de impotencia.
Aprovechemos para confirmar los deseos y las palabras que hace casi 
medio siglo pronunciara, quien nunca se equivoca, ni nunca nos ha 
mentido. El hombre más bueno del mundo.
"La democracia es derecho para unos y para otros; que se discutan todas 
las teorías, todas las prédicas, que se escriban, que se discutan, 
porque el hombre es razón y no fuerza, el hombre es inteligencia y no 
imposición y no capricho... que se hable, que se discuta, que nosotros 
estamos buscando esa libertad donde todas las ideas se discutan, en que 
todos tengamos derecho a pensar, libertad para escribir, libertad para 
reunirse, para todos los actos lícitos y legales. El hombre es 
verdaderamente demócrata.... y aunque sea en una esquina y donde lo 
oigan veinte personas si quiere sacar un mimeógrafo, una tesis política, 
que la imprima, la reparta en la universidad, sin que se lo lleven a la 
estación de policía." Fidel Castro. Programa de televisión ante la 
prensa. La Habana 2 de abril de 1959.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14648
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