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Monday, March 31, 2008

Europa no se da cuenta

31 de marzo de 2008

Europa no se da cuenta

Armando Añel / Diario Las Américas

"Es Europa la que no se da cuenta", acaba de afirmar Mariela Castro,
hija del actual presidente del Consejo de Estado cubano. Según la
heredera, los cambios en Cuba se produjeron el primero de enero de 1959,
de manera que presenciamos únicamente ajustes (seguramente por el estilo
de los implementados durante el "Proceso de Rectificación de Errores y
Tendencias Negativas" de la década del ochenta, cabría agregar). No es
cuestión de fondo, sino de gestión, aseguró la directora del Centro
Nacional de Educación Sexual (Cenesex), quien por añadidura dejó una
cosa clara al entrevistador del Corriere della Sera: la apertura de la
que tanto se habla en el viejo continente, y que por supuesto la
dirigencia castrista interpreta a discreción, no depende de su padre,
pues Fidel Castro "continúa siendo el comandante y todas las decisiones
se toman contando con él".

Los ajustes, ya se sabe, son profundísimos. O las reformas, porque de
todo puede decirse (en la entrevista concedida al periódico italiano,
Mariela negó que los cubanos carezcan de libertad de expresión,
asegurando que son muy críticos con su gobierno). Por ejemplo, ahora la
monarquía castrista –en Cuba el poder se hereda- permitirá a sus
súbditos comprar hornos microondas, incluso a crédito. Por ejemplo,
ahora la plebe podrá adquirir medicamentos en más de una farmacia –antes
sólo tenían una asignada-, y si no aparecen pues no importa, al menos ya
es posible rastrearlos en más de un establecimiento. Por ejemplo, ya el
gobierno ha tenido a bien autorizar a la población a que acceda a
teléfonos celulares –claro está que en moneda dura-, milagro que se
formalizará "mediante contrato personal en la modalidad de prepago".

Así marcha la "transición cubana", que diría la vieja Europa. Una
sucesión que también cortejan otros jerarcas del régimen. Por ejemplo,
Ricardo Alarcón, presidente de la llamada "Asamblea Nacional del Poder
Popular" –en Cuba la monarquía en funciones insiste en que el poder está
en manos del pueblo-, aseguró recientemente que las rectificaciones
continuarán, pero en la dirección de perfeccionar el socialismo, que es
a fin de cuentas de lo que se trata. "Fidel fue el primero que planteó
las dificultades y necesidades de perfeccionar esta sociedad", estimó el
ex canciller cubano, "y siempre tomaremos en cuenta su consideración".

"Para enrumbar el camino de una revolución que tiene que seguir siendo
socialista, tenemos que empezar cada uno de nosotros a intentar zurcir
el pedazo de realidad que nos toca", consideró, por su parte, la
ensayista Graziella Pogolotti, a propósito de la apertura del VII
Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que se
celebrará en los próximos días. Una vez más, el oficialismo nos recuerda
que el problema no es el sistema, es el hombre. Dado que el
revolucionario del futuro proyectado por la monarquía castrista aún
precisa algunos ajustes, lo que hay es que armarse de paciencia y
aguardar. No hay hombre nuevo que tarde cien años, ni cuerpo que resista
tan exhaustiva incubación.

Europa no se da cuenta, ciertamente, pero ya es hora de que abandone sus
falsas expectativas –incluyendo la de posicionarse con ventaja una vez
sobrevenga el cambio de régimen- y abra una ventana a la realidad. Ya
está bueno de pasar la mano sobre el lomo de Raúl. El hermano menor se
limita a aprovechar el margen de maniobra que cándidamente le
proporciona la comunidad internacional, porque lo suyo es ganar tiempo a
dos bandas: paliar en alguna medida las carencias materiales más agudas
de la población y marear las perdices europeas y latinoamericanas. Va y
en la larga espera acaba descansando en paz la antigua generación,
aquella que edificó el despropósito todavía conocido como "revolución
cubana". Los que vengan detrás, que arreen. Tiempo al tiempo, que el
tiempo todo lo puede.

letrademolde@letrademolde.com

http://www.cubanet.org/CNews/y08/mar08/31inter1.html

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