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Tuesday, March 25, 2008

Eficiencia proletaria

13 de marzo de 2008

Eficiencia proletaria


Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - El proletariado apura el
paso. Puja por mantener ventaja en la larga carrera por la
supervivencia. Habilidad e ingenio bastan para estar en la delantera de
una corrida que pone en la piel ríos de sudor y en los ojos la marca del
sobresalto.

Ha descubierto la única forma de ganar sobre unos carriles sin
señalizaciones, vallas insalvables y otros percances que aporta un
socialismo en quiebra.

En Cuba sólo se vence con una dosis de doble moral que sirva de
camuflaje para el robo de cualquier cosa. Todo se vende, todo se trafica
en un mercado negro tan intenso como el discurso que proclama la
eternidad del "proceso revolucionario".

El carnicero exhibe su billetera a punto de estallar. Hay un amasijo de
pesos convertibles y otra buena cosecha de moneda nacional.
"Satisfecho", dice con un tono que supera la voz triunfal de alguien que
ha ganado una batalla.

Hipnotiza al inspector con dos kilogramos de carne de res, congratula al
policía con unas libritas de pollo congelado, compra otra porción del
silencio gracias a unas rodajas de jamón que le promete al presidente
del Comité de Defensa de la Revolución (CDR).
Cierra un ciclo de "lucha" donde varias familias mejoran el menú de la
cena. Sin sogas ni vendajes amarra a los potenciales enemigos. Los
inutiliza con una táctica que se repite de semana en semana.

Para estar más tranquilo consigue un ayudante que le avisa sobre la
cercanía de algún personaje desconocido y teóricamente peligroso. No
quiere correr riesgos y debe pagar un seguro extra.
Lo más sensible eran las cincuenta libras de carne bovina. Un producto
casi sagrado en Cuba. Legalmente termina en los estómagos de los
turistas y de quienes puedan pagar precios cósmicos en las tiendas que
la venden en moneda dura.

De lo contrario, los comensales del barrio deben desembolsar no menos de
50 pesos de moneda nacional por libra. ¿Cómo un trabajador puede
realizar tal compra cuando el salario promedio en Cuba es de
aproximadamente 400 pesos mensuales?

La corrupción y el descontrol son dos orificios por donde escapar de los
salarios insuficientes. El mecanismo funciona con una perfección
envidiable. Estos escenarios tienen puntos en común con la economía de
mercado y el capitalismo salvaje.

No todos tienen la suerte de encontrar un empleo en un lugar donde se
produzcan artículos de primera necesidad o de otras características
convenientes para lucrar con eficacia.

Algunos van a la zaga en la carrera de obstáculos que impone un sistema
en el cual la ideología es el fundamento y el fin.

La eficiencia, la productividad, la conciencia ciudadana, el sacrificio,
la moral, el sentido ético, son exhortaciones de breve existencia. Su
hábitat son las reuniones promovidas por los núcleos del Partido
Comunista, las asambleas que auspicia la Central de Trabajadores de Cuba
(CTC) y decenas de cónclaves donde se proclaman resoluciones y se insta
a abandonar la tibieza ante lo mal hecho.

Fuera de esas atmósferas son términos insulsos que nadie o muy pocos
tienen en cuenta a la hora de cometer alguna fechoría, que dada su
multiplicidad podría considerarse como parte indivisible de una cultura
sin distinciones de ninguna índole. Delinque el obrero y el profesional.
Unos compran, otros venden a la sombra de los discursos que celebran las
excelencias de todo un pueblo. Se finge con maestría. Se soborna con
naturalidad. Se esconden tras una prensa complaciente los desfalcos y
placeres de jefes y administradores.

Los proletarios no se quedan detrás. Le han cogido el ritmo a un sistema
que es un desastre. Sobreviven en el borde de la miseria como le han
enseñado a través medio siglo de dictadura.

Son reales los contrastes, dolorosos y sin remedio mientras sigan
edulcorando la catástrofe con discursos triunfales. El carnicero vivirá
fumándose su tabaco de exportación, vistiendo ropa de marca y en otros
disfrutes vedados a quienes se atreven a vivir del salario.

Aprendió a robar con profesionalidad. Millones de cubanos le imitan. La
mayoría creció durante el socialismo, aplaude y repite consignas.
Después consuman el delito. Es un estilo de vida. Una manera de burlar
el cerco de la miseria. Otra de las tácticas con que el proletariado
rompe el molde de la revolución socialista.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/mar08/13cronica4.html

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