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Wednesday, February 06, 2008

Muy ilógico

6 de febrero de 2008

Muy ilógico

José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) – Un amigo y yo hemos
apostado un almuerzo en el barrio chino (hay que pagar en divisa). Él
dice que Fidel Castro va a ser nuevamente "electo" Presidente del
Consejo de Estado por la Asamblea del Poder Popular el 24 de febrero. Yo
digo que no, que ese rol ya terminó para Castro.

Y digo más: creo que ninguno de los dos Castro va a ocupar ese puesto.
Muy probablemente el elegido sea Carlos Lage Dávila.

Como esa idea puede parecer descabellada dentro del régimen totalitario
enquistado en Cuba hace decenios, permítanme argumentar.

Si Fidel Castro vuelve a ser "seleccionado", en la práctica su hermano
tendría que continuar ocupándose de los cargos de ambos que son los ocho
más importantes del país, incluido el de ministro de las Fuerzas Armadas.

Si el "electo" es Raúl Castro, habría que buscar uno o varios sustitutos
para los cargos que él dejaría vacantes. Y habría que nombrar otro
ministro de las Fuerzas Armadas, porque de lo contrario él estaría
ocupando cinco cargos, y eso ni el propio Fidel los ha tenido.

Las Fuerzas Armadas y sus anexos, la Seguridad del Estado y la policía,
son los garantes del poder de la vieja guardia, y fundamentalmente de
los Castro, y por lo tanto es muy difícil que ese ministerio vaya a
parar a otras manos que no sean las que lo tienen actualmente.

Lage tendría un poder nada más que nominal. Es cierto que la
Constitución dice que el Presidente del Consejo de Estado es el
Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Pero la Carta Magna también
asegura que todos los ciudadanos, sin ningún tipo de distinción, pueden
alojarse en cualquier hotel y residir en cualquier zona del país, que
los detenidos y presos son inviolables en su condición física, y que
todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y deberes, y nada de eso
se cumple.

El médico Lage estaría atenazado por el resto del Consejo de Estado,
fundamentalmente por sus vicepresidentes, entre los que muy
probablemente estarían Ramiro Valdés, José Ramón Machado Ventura, Juan
Almeida y hasta los propios Fidel y Raúl Castro.

Lage tampoco sería el Primer Secretario del Partido Comunista, que es,
después de los generales, la segunda fuerza de poder. Osvaldo Dorticós
fue Presidente durante más de quince años, pero el poder nunca lo tuvo.

Lage es una magnífica carta, porque no parece ser para nada una persona
capaz de desobedecer las órdenes de quienes lo crearon; a su vez puede
ser mostrado como prueba de la continuidad del régimen, eso traducido
quiere decir que la casta podrá mantener todos sus privilegios.

Eso ayudaría también a que el actual parecido del gobierno con la junta
militar de Birmania se diluyera un poco.

Lage, además, es amigo de Hugo Chávez, y parece que los restantes
presidentes de la región lo aceptan sin muchas dificultades. Sería un
civil al frente del Estado, y en la actual época del mundo esa es la norma.

El querido enemigo, Estados Unidos, no podría continuar alegando para
mantener el bloqueo (embargo) la permanencia en el poder de los hermanos
Castro.

Le quitarían gasolina al exilio duro, porque Lage en l959 era un niño.
No se le puede señalar como responsable directo de los miles de
fusilamientos, de los miles de presos políticos, de las expropiaciones
de los bienes de gran número de familias cubanas, de las persecuciones
religiosas, ni de ninguno de los muchos excesos cometidos tras la
llegada de la revolución castrista al poder.

Él podría introducir algunos cambios que no los pueden hacer ni Fidel
Castro porque no les quedarían bien, porque fueron ellos mismos los que
crearon las dificultades.

Entre esas medidas pudieran estar liberar de la tutela estatal algunas
ramas o renglones de la economía, fundamentalmente en la agricultura,
menos restricciones a la libertad de movimiento de los ciudadanos y
liberar a los presos políticos.

Eso sería bien visto por la Unión Europea, y le permitiría a la
población coger un aire porque está cansada de tantas privaciones,
limitaciones y sacrificios inútiles. Y en esa situación social y
económica es donde está el gran peligro para el régimen y sus máximos
representantes lo saben.

Esa sería la mayor posibilidad de garantía, a mediano plazo, para los
descendientes políticos y sanguíneos del grupo de ancianos que forma la
vieja guardia.

Si estoy equivocado pagaré con gusto el almuerzo en el barrio chino
(cuando tenga dinero). De todas formas en Cuba aplicar la lógica es muy
ilógico.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/feb08/06a8.html

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