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Thursday, February 21, 2008

Murmullos de cambio soplan por las calles de La Habana

21 de febrero de 2008
Murmullos de cambio soplan por las calles de La Habana
Redacción de The Miami Herald
LA HABANA

En un día claro y fresco, con una ligera brisa en la famosa avenida del
Malecón, situada frente al mar, ayer todavía había muchos cubanos
hablando en voz baja, pero enfáticamente, sobre la decisión de Fidel
Castro de retirarse.

Y mencionaban la palabra cambio una y otra vez.

Repetidas veces, hablaban de poder ver lo que quisieran en la
televisión. Del estilo de vida que ven pero que no pueden tocar.

De la necesidad de respirar.

"El cubano ha sido como un delfín: con el agua hasta el cuello y sigue
aplaudiendo'', dice Julio, un chofer de bicitaxi de 35 años. "Eso va a
cambiar. Lo que nos dan no alcanza''.

Los cubanos se han quejado más en meses recientes: de sus magros
salarios, de la leche que no consiguen para sus hijos, de los hoteles
exclusivos para turistas extranjeros, de los viajes que no pueden hacer
al extranjero.

Y parecen más dispuestos que antes a culpar de esos males al sistema
económico comunista ahora que Raúl Castro, que ha exhortado a que se
discutan abiertamente las deficiencias del país, parece estar listo para
tomar completamente las riendas del poder después que su hermano Fidel
Castro anunció el martes que renunciaba a la presidencia.

La Asamblea Nacional de Cuba se reunirá el domingo para elegir al nuevo
presidente del Consejo de Estado, que ocupaba desde 1976. La mayoría
espera que Raúl, de 76 años, designado desde hace mucho tiempo sucesor
de su hermano, sea quien asuma el cargo.

"La gente se está dando cuenta de que uno no tiene que ser comunista
para ser revolucionario'', añade Julio, utilizando la palabra de un modo
que pare implicar una crítica a la falta de cambios durante décadas.

"Un revolucionario es simplemente alguien que quiere cambios. Aquí las
cosas tienen que cambiar. Ahora que Fidel Castro ha dejado el poder, no
sabemos si serán tres días o tres meses, pero en un año o dos tendrán
que cambiar las cosas'', sentenció.

Ariel, un taxista de 28 años, concordó con Julio.

"Vemos a los turistas venir aquí y les hablamos, pero es una vida que no
podemos tocar'', dijo Ariel mirando nervioso a su alrededor. "Aquí todo
está tan controlado que la gente está empezando a cuestionarlo todo''.

Esa evolución, esa voluntad de cuestionar el único sistema político y
económico que la mayoría de los cubanos ha conocido, se ha alimentado de
la corriente de visitantes extranjeros, de las antenas piratas de
televisión y de música clandestina, en su mayoría proveniente de Miami.

"Antes éramos felices con el socialismo porque creíamos que eso era lo
que queríamos'', dijo Julio, que empezó a citar una canción que se
escuchando en la isla, ¿Quién manda?:

Hay que sacarlo de donde está porque el daño no se va . . . "Yo oigo eso
y veo Univisión, pero si me cogen me arrestan'', añadió Julio. "Eso no
puede ser''.

Armando, un biólogo de 56 años, dijo que la falta de comentarios en Cuba
sobre la decisión de Castro de renunciar destaca la calma que ha
prevalecido en el país desde que el gobernante cubano fue operado de
urgencia en junio del 2006 y entregó el poder a su hermano "temporalmente''.

"Ha habido tal tranquilidad en Cuba estos últimos dos años desde que se
enfermó porque creo que lo que la gente ha sentido es alivio'', dijo.
"Ahora que oficialmente renunció, la gente puede respirar de verdad''.

Raúl Castro ha prometido reformas profundas para solucionar los muchos
problemas económicos --no políticos-- del país desde que su hermano se
enfermó, pero hasta ahora sólo ha implantado cambios menores debido a la
aparente resistencia de Fidel Castro.

No obstante, en los últimos 19 meses Raúl Castro ha mostrado ser muy
diferente a su carismático y hablador hermano. Sus alocuciones son
breves. No ha convocado a ninguna marcha masiva a lo largo del Malecón,
como hacía su hermano.

"Ahora puedo ver mis telenovelas brasileñas sin preocuparme si las van a
interrumpir con un discurso de seis horas'', dijo Armando. "Nosotros los
cubanos tenemos que entretenernos de alguna manera. Las cosas pequeñas
así importan''.

Aunque muchos cubanos esperan un mejor futuro bajo Raúl Castro, algunos
dicen que miran al pasado con cierta nostalgia por el único gobernante
que han conocido desde 1959.

"Aunque no me gusta su sistema, todavía siento alguna nostalgia porque
ya no será el jefe de gobierno'', dijo Armando.

Los cubanos entrevistados para este reportaje parecían tener distintas
teorías sobre quién será el próximo presidente; la mayor parte de las
mayores apuestan por Raúl Castro y los más jóvenes por el vicepresidente
Carlos Lage o el canciller Felipe Pérez Roque, ambos más jóvenes.

Pero en Cuba el cambio llegan lentamente, si es que llega.

"Es muy pronto para poner a alguien joven en el cargo'', dijo Armando.

El nombre del corresponsal de The Miami Herald que escribió este
despacho, así como los apellidos de los cubanos entrevistados fueron
suprimidos porque el reportero no tenía permiso del gobierno cubano para
trabajar en la isla.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/feb08/21o5.html

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