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Wednesday, February 06, 2008

La revolución de Mariela

5 de febrero de 2008
La revolución de Mariela
IVETTE LEYVA MARTINEZ

En medio de la parálisis que ha permeado a la sociedad cubana durante el
año y medio de enfermedad de Fidel Castro, sobresale un solo proyecto
claro de cambio: el liderado por su sobrina Mariela Castro, la figura
más interesante que ha producido el castrismo en la última década.

Mariela, hija del gobernante interino Raúl Castro y la fallecida líder
femenina Vilma Espín, es directora del Centro Nacional de Educación
Sexual (CENESEX) y busca reformar el Código de la Familia para que el
Estado cubano admita el cambio de sexo y las uniones civiles entre
homosexuales.

Es cierto que en la asfixiada sociedad cubana hay necesidad acuciante de
cambios drásticos que beneficien a sectores más amplios de la sociedad.
Sin embargo, creo que se equivocan quienes fustigan a Mariela Castro
porque se dedica a defender a los homosexuales en vez de exigir la
democracia plena y el respeto a los derechos humanos que han violado
desde 1959 el gobierno de su tío y su padre.

La discriminación que han sufrido los homosexuales en Cuba no ha sido un
mal menor. Y no se pueden pedir peras al olmo: Mariela es, por
naturaleza, defensora y parte del régimen. Aun así su proyecto de
reforma del Código de la Familia es democrático y va contra la esencia
del castrismo, porque busca la representación y el respeto a una
minoría, la homosexual, cuyos derechos han sido pisoteados en Cuba
durante décadas.

Mariela, sicóloga de 46 años, intenta minimizar esos errores del
castrismo --admitió ''abusos'' aunque no torturas en las UMAP--, pero
también corregirlos. Creo que ese, como cualquier paso adelante en
materia de derechos humanos en la isla, por pequeño y marginal que sea,
debe ser bienvenido.

Me he preguntado por qué ha hecho de los derechos de los homosexuales su
estandarte. Por qué no promover una ley sobre la violencia doméstica,
tema en el que Cuba está totalmente huérfana, o hacer una campaña contra
el excesivo uso del aborto en la isla y sus a menudo severas
consecuencias físicas y sicológicas. Creo que la respuesta radica en
que, como política sagaz, Mariela Castro consideró la defensa a los
homosexuales una causa popular.

Desde la década del 90 se ha visto en la isla una mayor tolerancia hacia
el homosexualismo, catapultada por el éxito del filme Fresa y chocolate
(1993), que provocó que los medios de comunicación cubanos comenzaran a
reflejar un tema hasta entonces tabú. La directora del CENESEX no se ha
mantenido al margen y participó en el guión de la telenovela La cara
oculta de la luna (2006), la primera que abordó los conflictos de la
homosexualidad en la televisión cubana y provocó apasionados debates en
la isla. Se cree que gracias a su influencia Fresa y chocolate se
exhibió televisivamente por primera vez en el 2007.

Las operaciones de cambio de sexo que defiende Mariela --hay 27 personas
en lista de espera-- no son una novedad: en 1997 se había realizado una
y el CENESEX, dirigido entonces por Yodalia Leyva, había aprobado otras 12.

Aun así, el proyecto de ley impulsado por Mariela Castro ha ido a parar
a la misma gaveta de los otros cambios insinuados por su padre Raúl. Ni
se mencionó durante la última sesión del parlamento cubano en diciembre.
Más curioso aún es que la directora del CENESEX no figure entre los
legisladores recién electos, a pesar de representar, como establece la
ley cubana, a un sector de la población, y a sabiendas de que todos los
parlamentarios cubanos son nombrados a dedo por comisiones previas al
formalismo de la votación.

Quizás la reforma pro gay tiene poderosos enemigos dentro del régimen
cubano. De llevarse a cabo, el ejército que dirige su padre se vería
obligado a la larga a renunciar a su tradición homofóbica y a admitir
homosexuales en su filas. Es fácil imaginarse las caras que pondrán ante
esta posibilidad los ancianos generales que conforman la cúpula militar
cubana: son los mismos que hace 40 años implementaron los campos de
concentración de las UMAP, adonde fueron enviados como castigo cientos
de homosexuales cubanos.

En el congreso de sexología realizado en La Habana en enero, la
directora del CENESEX dio una nota de escepticismo: declaró a la prensa
extranjera que la aprobación de su proyecto ``dependerá de lo capaces
que seamos de convencer''.

Creo, sin embargo, que la reforma con la que Mariela ha comprometido su
imagen internacionalmente se aprobará y ella buscará sacar adelante
otras ''causas perdidas''. Hace un año, tuvimos una muestra de sus
ambiciones políticas: sin tener vela en el entierro, se involucró en el
debate interno de los intelectuales bautizado como ''Pavongate'',
desatado a partir de la reaparición televisiva de Luis Pavón y otros
nefastos censores de la década del 60.

Durante todo el 2007, Mariela buscó protagonismo y coqueteó abiertamente
con la prensa internacional, repitiendo la retórica de los cambios
necesarios. Convertida en primera dama y primera hija de facto, habló
con una soltura que no osaría tener ningún otro funcionario castrista.
En abril le dijo a El País de España que Fidel es ''un cabeza dura'' y
que ella no deseaba que volviera al poder ''de la misma manera''. Fue
más allá y aseguró, en entrevista en noviembre con el diario argentino
Clarín, que Cuba está preparada para tener una mujer presidenta. No
cuesta imaginar que le gustaría aspirar a ese puesto.

Editora de Yahoo! Inc.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/feb08/05o3.html

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