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Wednesday, January 02, 2008

Soltando las riendas?

Opinión
¿Soltando las riendas?

La época de Fidel Castro se está terminando. La sucesión ya ha comenzado.

Marifeli Pérez-Stable, Washington

miércoles 2 de enero de 2008 6:00:00

"Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el
paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo
modesto valor proviene de la época excepcional en que me tocó vivir".
(Fidel Castro, 17 de diciembre, 2007)

Su época se está terminando y la tan anunciada sucesión ya ha comenzado,
aunque esté trunca por la presencia del dictador y por la naturaleza
interina del traspaso de poder del pasado año. El calendario político de
Cuba —la elección del 20 de enero para confirmar diputados a la Asamblea
Nacional y luego la selección de los Consejos de Estado y de Ministros—
marcará la sucesión de jure o la resistente obstinación del Comandante.

Castro es uno de los candidatos y, por supuesto, será reelecto como
diputado. Desde sus filas, la Asamblea recién elegida nombrará al
presidente del Consejo de Estado —el sitio formal del poder estatal—, y
este, a su vez, designará al Consejo de Ministros. Castro siempre ha
tenido ambos cargos.

A principios de los años noventa, Castro descartó de plano la
posibilidad de realizar una separación de funciones para que personas
diferentes pudieran presidir los Consejos, mientras él retendría la
secretaría general, máximo y todopoderoso cargo en el Partido Comunista.
¿Hará lo mismo ahora que está postrado en una cama?

Sería sensato que no lo hiciera. Si volviera a asumir ambas posiciones,
el traspaso temporal del poder, de hecho, se anularía. Constituiría una
vergüenza para Raúl Castro y para los demás no poder controlar al
Comandante, tan disminuido físicamente, y sería una afrenta para los
cubanos comunes saber que este hombre —tan enfermo, que no ha aparecido
"en vivo" ante ellos en 17 meses— fuera declarado de nuevo su gobernante.

Votos por la reelección

A principios de diciembre, el vicepresidente Carlos Lage dijo que el
Comandante estaba al frente del Consejo de Estado. Antes, Ricardo
Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, declaró que él votaría por
la reelección de Castro. Ahora, las propias palabras de Castro expresan
otra cosa. Pronto sabremos cuáles palabras son las certeras. Según la
Constitución castrista, la Asamblea Nacional debe nombrar ambos Consejos
antes de 45 días después de la "elección" del 20 de enero.

Mientras tanto, se destacan algunos acontecimientos recientes. El 10 de
diciembre, Día de los Derechos Humanos, el ministro de Relaciones
Exteriores Felipe Pérez Roque anunció que su gobierno firmaría dos
tratados internacionales de Naciones Unidas: uno sobre derechos
políticos y civiles y otro sobre derechos económicos y sociales. Aunque
La Habana no tiene intención alguna de respetar ninguno de estos
derechos, la firma de Cuba podría ser útil en el futuro. Hasta entonces,
desafortunadamente, se continuará golpeando y dispersando a los
manifestantes pacíficos.

Los debates, en toda la isla, sobre el discurso de Raúl Castro el pasado
26 de julio, han dado como resultado una larga lista de exigencias que
requerirían un cambio en la centralización del poder, tan cara al
Comandante. Por ejemplo:

-La liberalización del empleo por cuenta propia y de la producción
agrícola. Esto es, dejar que los mercados funcionen sin las actuales
restricciones y respetando el derecho de los individuos a obtener ganancias.

-Otorgar poder a la Asamblea Nacional para que pueda exigir cuentas a
los ministerios por sus gestiones, a los sindicatos para que defiendan
los intereses de los trabajadores y a las asambleas municipales para que
puedan controlar sus presupuestos locales. Es decir, permitir que las
instituciones trabajen como estipula la Constitución.

Si estos puntos se cumplieran, Cuba estaría aún lejos de ser una
democracia, pero se alejaría también mucho de los designios del Comandante.

Retos agrícolas

El 16 de diciembre, Juventud Rebelde publicó un artículo mordaz sobre la
agricultura cubana. El 50% de la tierra cultivable es improductiva o
imposible de cultivar ya. Los campesinos, en cooperativas o
individualmente, trabajan el 25% de la tierra que aún es fértil y
producen más del 60% de las cosechas agrícolas. La tercera parte de lo
que se produce se pierde por falta de transportación o por el acopio
limitado del mercado. Está en consideración arrendar o vender tierras a
los campesinos. Un funcionario, incluso, insinuó la posibilidad de
permitir el empleo de trabajadores del campo.

"Todos nos debiéramos retirar cuando aún somos relativamente jóvenes",
dijo Fidel Castro en 1965, y él debería, al fin, prestar atención a sus
palabras. Pudo haber declinado la invitación a postularse para la
Asamblea Nacional, pero no lo hizo. Si no ocupa las dos presidencias
cuando la Asamblea "elija" los Consejos, la sucesión estaría legalmente
asegurada. Si lo hace, será una mala noticia para los sucesores y peor
aún para el cubano común.

La buena noticia es que lo sabremos muy pronto.

Dirección URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/opinion/articulos/solta
ndo-las-riendas

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