Pages

Tuesday, December 18, 2007

LA CREDIBILIDAD DE LA ECONOMÍA CUBANA, POR LOS SUELOS

LA CREDIBILIDAD DE LA ECONOMÍA CUBANA, POR LOS SUELOS
2007-12-18.
Elías Amor Bravo, Economista, ULC

Los economistas de CEPAL han vuelto a publicar, como viene siendo
habitual en estas fechas, el Informe "Balance preliminar de las
economías de América Latina y el Caribe 2007", en el que nuevamente se
presentan datos relativos a la ejecución de la economía regional durante
el año en curso, a la vez que se formulan hipótesis sobre las
perspectivas que cabe aceptar para el siguiente.

Como ya expuse en una colaboración anterior, el régimen cubano vuelve a
desmarcarse de las estadísticas oficiales elaboradas por los técnicos
especialistas de CEPAL con criterios similares para todos los países, y
CEPAL publica los datos relativos a la economía cubana como "datos
proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística del gobierno de
Cuba", lo que supone, una vez más, cuestionar los indicadores de
referencia que permiten el análisis de la economía de la Isla, el
resultado de las políticas económicas en vigor, y en suma, la
credibilidad que se deriva al exterior de una economía cuyas
autoridades, pretenden convertir al "caimán" durmiente en un "tigre"
latinoamericano.

Dicho en otro modo, no nos podemos creer las cifras oficiales que se
presentan de la economía cubana porque su método de elaboración no se
basa en las reglas convencionales de la estadística que utilizan los
organismos internacionales. Y eso tiene consecuencias muy negativas en
términos de credibilidad.

La destrucción de la imagen de la economía cubana en el exterior que
supone esta agresión de las autoridades a los organismos internacionales
especializados y objetivos, como CEPAL, va a suponer graves
consecuencias, sobre todo de cara al futuro, y sienta las bases de un
modelo de actuación que, en absoluto, se puede calificar de responsable.

No tiene sentido distorsionar la realidad económica de la Isla, que es
bien conocida por todos, con datos estadísticos elaborados en "cocina",
con una metodología a medida de las necesidades de la propaganda
exterior del régimen, y de la escasa convicción que todavía mantiene un
reducido número de empresas extranjeras en la viabilidad del castrismo
en materia de políticas económicas.

El fracaso del régimen en la gestión de la macro y microeconomía de los
cubanos es de tal magnitud que, lejos de reconocer esta cuestión y
aplicar métodos estadísticos convencionales que servirían para
determinar con exactitud cuál es la magnitud de los problemas de la
economía y en qué sentido se tienen que adoptar medidas eficaces para
superar los obstáculos existentes, la reacción es justo la contraria, e
instalados en esa "batalla de ideas" en la que ya nadie cree, se
inventan una estadística alternativa, ponen en grave aprieto a los
economistas cubanos profesionales, que desean hacer su trabajo en las
mejores condiciones de objetividad, y afrontan a la CEPAL por tercer año
consecutivo, en una huida hacia delante que tiene consecuencias
negativas para la economía cubana.

Quizás no sea el momento de cuestionar el análisis estadístico oficial
elaborado por el castrismo, que tiempo habrá para comprobar lo alejado
que se encuentra de la realidad, sino de resaltar la importancia que
tiene que la economía cubana vaya perdiendo no sólo su potencial
productivo, su capacidad para crecer, sus recursos humanos y materiales,
sino, lo que si cabe es mucho peor aún, su credibilidad. Distorsionar
las estadísticas para que parezcan mejores, y propiciar una imagen de la
realidad que nadie cree, es lo peor que el castrismo en fase terminal
puede hacer para el futuro de la economía cubana.

Lejos de situar en su justo plano las expectativas en las que basan los
agentes económicos sus planes y decisiones, el régimen pervierte el
sentido de la información, la distorsiona llegando a exigir que se
reconozcan como oficiales sus "propias estimaciones", y provoca la
hilaridad y el desprecio de aquellos a los que pretende, de forma
equivocada, confundir y arrastrar hacia una verdad que sólo es una falsedad.

Los economistas saben muy bien que ese no es el camino más adecuado para
afrontar los graves problemas de la economía cubana. Que no sólo hay que
pensar en un necesario cambio de modelo, en la puesta en marcha de las
instituciones de propiedad privada y el funcionamiento del mercado, como
punto de partida, sino que es preciso disponer de datos estadísticos
fiables que reflejen de forma adecuada la realidad para impulsar las
medidas y políticas más eficaces para conseguir el máximo dinamismo
económico.

Con la superchería y demagogia de la denominada Oficina Nacional de
Estadística de Cuba, vamos a tener que tratar de interpretar cuál ha
sido el resultado real de la economía de la Isla en 2007, y qué hay de
verdad y de manipulación torticera en los datos ofrecidos en el Informe
de CEPAL. Pero esto será tarea para otra colaboración.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13106

No comments:

Post a Comment