Juan Carlos Fonseca Fonseca
8 de diciembre de 2007
La Habana – Un tsunami represivo marca el fin de año en Cuba, con
decenas de opositores pacíficos detenidos y golpeados por la Policía
Nacional Revolucionaria y los Órganos de la Seguridad del Estado, en
distintas partes del país.
El gobierno muestra señales de desesperación y miedo. La detención de
jóvenes opositores pacíficos, el allanamiento violento de viviendas e
iglesias católicas, la deportación masiva de personas desde La Habana
hacia el interior del país, por el solo hecho de avecinarse el 10 de
diciembre (Día Internacional de los Derechos Humanos) y la Navidad,
hablan por sí solos.
El reciente fracaso de Hugo Chávez Frías en Venezuela y el constante
descrédito de Evo Morales en Bolivia, se suman como señales finales del
resurgir de una izquierda que ningún favor hace al futuro político,
económico y social de América del Sur, Centro y el Caribe, países muy
marcados por conflictos políticos militares.
Los nuevos gobernantes de Venezuela y Bolivia, que quieren repetir el
modelo impuesto en Cuba, no han hecho más que encontrar su propio
sepulcro político al hallar una fuerte oposición en sus propios pueblos;
una oposición a ese modelo "social" asesorado personalmente por el
vetusto dictador cubano, el cual es basado esencialmente en la censura
de prensa y medios de comunicación y la centralización de la economía,
que deja poco o ningún espacio para el buen desarrollo de una democracia
participativa.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=5895
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