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Wednesday, November 28, 2007

VOTAR O NO VOTAR

VOTAR O NO VOTAR
2007-11-28.
Pedro Corzo

Votar o no Votar, es posible, estaría preguntándose el insigne
dramaturgo inglés, William Shakeaspeare, si fuera ciudadano venezolano y
enfrentara la reforma constitucional que está promoviendo el presidente
Hugo Chávez. Lo creo así, porque la coyuntura que enfrenta ese país es
muy compleja, lo que se puede apreciar si repasamos los acontecimientos
de los últimos años.

El presidente Chávez ha triunfado en todos los comicios en los que ha
participado o promovido, como fue el caso de la Constitución Bolivariana
aprobada hace menos de ocho años. Su fuerza en esa ocasión y las
siguientes, ha estado entre otros factores en el fraccionamiento de la
oposición, en el por ciento de la población que le respalda activamente
y asiste disciplinadamente a las urnas, y en la capacidad económica que
tiene el ejecutivo para comprar lealtades o simplemente reprimir a
quienes actúan de acuerdo a sus convicciones.

Estar en el gobierno le confiere a cualquier mandatario oportunidades
excepcionales para promover sus planes, pero cuando el poder fundamenta
un régimen dictatorial o populista que promueve el odio y considera
enemigo mortal al que le adversa, los recursos pueden ser usados de
forma indiscriminada y abusivas y eso es lo que esta sucediendo en
Venezuela.

Cuando el referemdun revocatorio la oposición tenia absoluta confianza
en la victoria. Muchas encuestas la daban como ganadora. La desaparecida
Coordinadora Democrática aceptó el uso de máquinas capta huellas y de
equipos electrónicos para contar los votos y la presencia de
Observadores Internacionales. Sin embargo el resultado del Revocatorio
le fue adverso a los demócratas venezolanos que en su mayoría afirmaron
que la voluntad popular fue trucada en las urnas o mejor dicho, en los
programas de las computadoras.

En la actualidad Chávez controla todos los poderes, si no de forma
absoluta, en una dimensión que le permite dentro del marco legal
existente imponer su voluntad. La Asamblea Legislativa esta supeditada
al mandatario y no solo por el hecho de que en las elecciones para
diputados no participaran representantes de la oposición. El Poder
Judicial, aunque haya magistrados dispuesto a enfrentar la furia de
Miraflores, en su mayoría van a interpretar las leyes en la óptica del
teniente coronel de 4 de Febrero de 1992 y por último el Consejo
Nacional Electoral no puede ser garante de un proceso que se ajuste a
derechos por la simple coyuntura que el anterior presidente de ese
órgano es el actual Vicepresidente de la Republica.

El cuestionamiento es realmente serio porque a la certeza de que un
sector mayoritario de la población se va a oponer a las reformas, como
reflejan las encuestas, queda la pregunta que si el ente electoral con
los antecedentes que se conocen en un evento donde no hay Observadores
Internacionales va a respetar la voluntad del Pueblo si este dice No a
la reforma constitucional. El asunto es de credibilidad y que se va a
hacer el día después de las elecciones, si los sectores que promueven
la participación y claman por el voto negativo salen planteando que se
produjo un nuevo fraude.

Cuando el referendo revocatorio del año 2004 me pregunté en mas de una
ocasión si la oposición estaba preparada para la victoria o la derrota.
No creo que lo estuviera para ninguna de las dos contingencias, pero sin
dudas el fracaso no había sido considerado por sus estrategas mas
brillantes, fue algo así como la expedición de la Brigada 2506, que
según los expertos llegó a Cuba con el coraje de los expedicionarios,
pero sin planes alternativos para poder capear la derrota.

El liderazgo de la oposición después de aquel 15 de agosto perdió la
brújula. Actuó erráticamente. No hubo respuestas ni protestas. Un
sector de la oposición demandó en la propia sede de la Coordinadora un
enérgico reproche que no encontró eco en la dirigencia. Acusó de fraude
sin reclamar la victoria como dos años mas tarde hizo en Ucrania,
Víktor Yushcenko con sus partidarios, lo que generó la ya histórica
Revolución Naranja.

Un viejo refrán afirma que hay que tener dos bolsas listas para cargar y
procesar lo que se presente. Por eso me pregunto, sí gana la Reforma
Constitucional se aceptará la derrota sin acusar de que se produjo
fraude y si se demuestra el "Sablazo" se actuará con todo el rigor que
demanden las circunstancias. Por otra parte si el "No" es gestado por la
voluntad popular, está la oposición lista para implementar la
estrategia que la llevará el gobierno.

La victoria tiene muchos progenitores pero la derrota es huérfana y es
para esta orfandad, situación que no deseo, para la que hay que estar
preparado. Por otra parte, los que impulsan a participar en los comicios
tienen coraje, porque con los antecedentes electorales del chavismo se
podría decir que las elecciones bajo su manto son la crónica de una
derrota anunciada.

El primer deber de un demócrata es el de participar en todos los
eventos electorales, pero ante la situación que enfrenta Venezuela es
valida la pregunta, es confiable el arbitro electoral ?.

El próximo 2 de diciembre Venezuela enfrenta unos comicios que
independientemente de los resultados van a marcar su futuro. La vida
ciudadana va a cambiar a partir de ese día, por lo que la participación
o la abstención parecen exigir una actividad que traspasa el mero hecho
de quedarse en casa o marcar la boleta con si o no.

En verdad creo que lo más relevante es estar listo para el día después.
La participación del ciudadano debe ser preservada. La euforia de una
eventual victoria debe incrementarla y en caso de derrota, el elector
debe recurrir a sus convicciones mas firmes y decirse una y otra vez.
"Cuando no sepas el camino del deber, escoge el más difícil".

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12807

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