22 de septiembre de 2007
LA HABANA, Cuba (EFE).— Las autoridades deportivas cubanas mantienen
silencio sobre la deserción de Alexei Ramírez, una de las figuras del
beisbol de la isla, que confirmó su intención de permanecer en República
Dominicana con el propósito de jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos.
"No hay comentarios sobre el tema", dijeron autoridades deportivas de la
isla.
Ramírez, de 25 años, llegó a República Dominicana con visa de turista el
pasado 6 de septiembre junto a su esposa, Mildred, y a sus dos hijos,
Alexei, de 23 meses, y Aleixa, de 4, e inmediatamente inició los
trámites para conseguir la residencia en el país.
"Decidí dar este paso con mi esposa por un futuro mejor para todos",
manifestó el jueves Ramírez, casado con una joven dominicana que se
graduó en medicina en Cuba.
La decisión de Ramírez ha sorprendido a más de un aficionado en la isla,
especialmente porque mientras el pelotero cubano se encontraba ya en
Dominicana su nombre aparecía en medios oficiales entre los favoritos
para integrar el equipo que viajaría al Mundial de Beisbol de Taiwán en
noviembre próximo.
Alexei Ramírez, que comenzó a practicar beisbol a los 8 años, ha jugado
en el equipo de Pinar del Río y en la selección nacional cubana que
participó en las Olimpiadas de Atenas y en el Mundial de Estados Unidos
en 2006.
Ramírez desempeñó un buen papel en los Panamericanos de Río de Janeiro,
el pasado julio, donde el equipo cubano se alzó con la medalla de oro.
Precisamente en Río intentaron desertar los dos mejores boxeadores
cubanos del momento, Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, que
regresaron a la isla a principios de agosto y han sido apartados del
deporte de competición.
En los Panamericanos de Río desertaron también el entonces entrenador de
la selección nacional de gimnasia artística de Cuba, Lázaro Lamelas
Ramírez, y el balonmanista Rafael Capote.
Tras la frustrada deserción de Lara y Rigondeaux, el convaleciente líder
cubano, Fidel Castro, denunció que ambos "traicionaron" a la patria y
adelantó que no volverían a formar parte de la delegación del país.
Las deserciones de Río se sumaron este año a las de dos jugadores de
voleibol masculino, en Bulgaria, en mayo, y a las de dos futbolistas que
se quedaron en EU durante la Copa de Oro de la Concacaf, en junio, de
las que no se informó oficialmente en Cuba.
El asunto es prácticamente un tema tabú en la isla, donde el deporte se
considera uno de los mayores logros revolucionarios y se ha sustituido
la categoría profesional por un llamado "profesionalismo de Estado".
El mayor volumen de deserciones se registra en el beisbol , debido al
trabajo de los llamados "caza-talentos" de las Grandes Ligas y a la
calidad de los jugadores cubanos.
http://www.laopinion.com/deportes/?rkey=00000000000002352000
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