2007-09-04.
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión
La Habana, 3 de septiembre de 2007. Los bolsillos de los padres no son 
pozos sin fondo. El inicio del curso escolar renueva el esfuerzo de los 
padres por avituallar a los hijos en edad escolar. En días pasados, las 
colas a la puerta de comercios que venden mochilas, uniformes escolares 
y zapatos deportivos se multiplicaron. Esa fue la nota que caracterizó 
el comercio la última semana de agosto.
Una amiga me explicó que sus pies inflamados se debían al largo 
recorrido necesario para buscar camisas escolares para su nieto. 
Finalmente, tuvo que conformarse con comprar dos camisas de una talla 
mucho mayor y reducirlas a la medida del niño. Nunca encontró la talla 
apropiada al pie del pequeño de siete años.
Pero lo que implica realmente un desembolso mayor es la compra de 
mochilas y el calzado. Las mochilas, de confección nacional, cuestan 
desde ocho hasta quince pesos en moneda convertible. Si usted no posee 
esa cantidad en pesos cuc. , tiene la opción de comprarlos en una 
CADECA, un buró de cambio y venta de moneda, al precio actual de 25 
pesos por cada un peso cuc. Deberá disponer entonces de una suma entre 
200 y 375 pesos en moneda nacional. ¡Y solamente para adquirir una mochila!
Aunque la compra de una mochila no es obligatoria realmente cada curso, 
si es imprescindible que adquiera un par de zapatos, generalmente, de 
tipo deportivo. Un niño requiere por lo menos un par de zapatos nuevos 
por el aumento de la talla del pie en un año. ¡Y los más baratos tienen 
precios a partir de los siete u ocho pesos cuc! Efectúe la adición 
correspondiente al gasto de mochila nueva con la del calzado para que se 
haga una idea de cuánto hay que gastar.
¡Gracias a Dios que ya pasé por esa etapa! Porque adicione además que al 
término de la etapa vacacional en muchos casos el renglón monetario 
familiar queda bastante disminuido, sino extenuado.
Súmele aún el aspecto merienda escolar o suplemento del almuerzo que la 
mayoría de los padres añaden a la carga de cuadernos y libretas del 
pequeño estudiante. Consistente en un sándwich o unas galletas, al 
menos, la merienda es un gasto diario que obliga a las madres, sobre 
todo, a inventar lo que el niño o la niña llevarán cotidianamente.
En Cuba, la educación general es gratuita totalmente. Y en los casos de 
muchos cursos especiales, los estudiantes reciben un estipendio que 
alivia los gastos generales. No obstante, la adquisición de libretas y 
útiles de escritura constituye otra preocupación latente para los padres 
pues las que reciben en las escuelas no satisfacen la necesidad real de 
esos renglones.
Aunque las libretas de confección nacional portan un rótulo que comunica 
la prohibición de su venta, si usted camina en estos días por las calles 
céntricas podrá constatar la venta de las mismas libretas a tres o 
cuatro pesos, junto con lápices, bolígrafos, reglas, etc.
Cristina, la mamá de Mislaidis, me dijo que llevaba casi dos semanas de 
locura en la preparación y búsqueda de todo lo que ella cree necesario 
para que su hija vaya bien provista a la escuela.
Según los maestros a quienes pregunté sobre el tema en cuestión me 
respondieron de forma unánime que los niños reinician el curso escolar 
felices por las vacaciones, pero para los padres aportaba más estrés al 
que ya soportaban.
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Distribuido por: Junta Patriótica Cubana
Comisión de Derechos Humanos
Mayda Cardín
(305) 448-9898
jpcdh@bellsouth.net
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11408
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