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Monday, August 13, 2007

CUÁNDO ME OPERO?

¿CUÁNDO ME OPERO?
2007-08-11.
Roberto Santana Rodríguez, Periodista Independientes

11 de agosto de 2007. La Habana.– Esta es la pregunta que se hace desde
el pasado mes de mayo, en este país que es una potencia médica, el joven
Rolando, hijo de Mercedes. Sí amigo, la misma anciana mujer a la que
siempre deseamos la mejor de las suertes en cada una de sus peripecias.

Rolando comenzó a padecer en el llamado mes de las flores de fuertes
dolores de estomago, acompañados de diarreas. Los rutinarios análisis de
laboratorio que le practicaron no arrojaron resultado positivo.

Ante la persistencia de los males que le aquejaban el facultativo
consultado le indicó un estudio ultrasónico, pues manejaba un
diagnostico de litiasis vesicular, cálculos en la vesícula biliar, lo
que fue confirmado luego de realizado el ultrasonido.

Dos alternativas le fueron planteadas a Rolando, a quien el galeno le
restringió seriamente su dieta consistente ahora en cero grasa, café,
chocolate, cola, etc., que afecta la vesícula, un tratamiento con el
biólogo a base de medicina verde y la intervención quirúrgica. El
primero de ellos asequible si por supuesto tiene el dinero.

La segunda posibilidad, la operación, se mostró más difícil en este país
potencia médica latinoamericana. Sí, porque a esa hora se le trabó la
pita a Mercedes e hijo. En cuanto a operaciones quirúrgicas, si no se es
venezolano o mayimbe, hay que esperar por una larga lista de espera, el
llamado escalafón, si estas inscripto en el hospital, si no, bueno se
acude a una "palanca", ¡un socio que te resuelva compadre!

A esta opción recurrió nuestro paciente de marras que conocía a una
amiga que a su vez era amiga de un cirujano en el Hospital Salvador
Allende, antigua Covadonga, en el Cerro, que según le aseguró le
resolvería sin ningún problema, que esperara por su aviso.

La intervención quirúrgica que precisa Rolando es por mínimo acceso, por
el método conocido como laparoscopia, con sólo tres puntos de sutura,
con permanencia hasta el siguiente día en el hospital y después, de alta
para la casa.

"Esperar, no quedaba más remedio", se dijeron Mercedes e hijo, ya
advertidos de la presencia de los "cacos" en el recinto hospitalario,
que en la noche aprovechando las ventanas abiertas y el sueño del
paciente y su acompañante, meten las manos y les llevan sus
pertenencias, pensaban o cerrar las ventanas expuestos a ahogarse de
calor o dormir con un ojo abierto y otro cerrado.

Pasaron las semanas y nada, no les avisaban de la Covadonga, ¿las
razones?, pues por estar en reparaciones el Hospital en el salón de
operaciones no había agua, los equipos se veían obligados a realizar las
intervenciones de urgencia usando agua en "jarritos", ¡figúrese!

Afortunadamente Mercedes tenía resuelto el problema de la donación de
sangre que piden en cada Hospital antes de realizar una operación
quirúrgica. No tenía quien la hiciera y luego de varias gestiones y
peripecias solucionó este problema con el Comité de Defensa de la
Revolución (CDR), donde le entregaron un papel que a su vez llevó al
banco de sangre sito en el Vedado.

La rotura del autoclave, equipo de esterilización de los instrumentos
médicos, se unió a la insoluble falta de agua en el salón de operaciones
de la Covadonga, por lo que Mercedes e hijo decidieron colegiadamente
irse de allí con su música, digo con su problema de salud a otro
Hospital de La Habana.

Otra amiga de Mercedes quedó en resolverle para el flamante Hermanos
Ameijeiras, institución de avanzada donde se operan turistas y otros que
tienen "conectos", o como dijimos antes, "palanca".

Allí, pensaron Rolando y su madre, sería otra cosa, pues Rolando fue
entrevistado por el médico anestesista, quien se quedó con todos sus
datos y quedó en llamarlo por teléfono cuando hubiera un "chance", cosa
esta que ha ocurrido en tres ocasiones, al final cancelada por una
"contraorden" de último momento.

Mientras tanto, ya corre agosto, y Rolando está en su casa sin trabajar
a base de certificados, consumiendo la dieta rigurosa que implica
malanga, pollo y otras carnes hervidas, viandas, refresco, gelatina.

Y nada más con tres cálculos de 1 centímetro como mínimo en su vesícula
biliar, expuesto a que la explote y entonces tenga que ser operado de
urgencia con peligro para su vida, porque ahí, le dijo un médico, si no
es por laparoscopia, hay que meter "cuchilla" y por supuesto
preguntándose día a día, ¿Cuándo me opero?

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11136

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