2007-04-27.
Juan Mario Rodríguez, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba
El tiempo es oro y el dinero no cae del cielo, son dos frases que
conozco desde hace mucho tiempo. Cualesquiera que sean sus orígenes, lo
cierto es que la sabiduría que encierran guían a la mayoría de las
personas de este mundo que piensan en el bienestar personal y social.
Lástima que entre la minoría que así no lo hace se encuentren los
jerarcas cubanos de la isla.
Para la élite beneficiaria del régimen isleño basta un motivo -valga
cualquier dimensión- para que emprendan costosas cruzadas
propagandísticas, mítines inoperantes y otras "acciones" sin pudor que
paralicen las jornadas laborales, dicho sea, no tan productivas como
necesita Cuba.
Una vez más el caso de Luis Posada Carriles ha aceitado la obsoleta
maquinaria gubernamental cubana que echó a andar el pasado 19 de abril
tras la liberación -previo abono de una fianza de 350.000 dólares- del
anticastrista, quien deberá comparecer ante un tribunal en El Paso,
Texas, el próximo 11 de mayo.
Por otra parte, los medios de difusión, propiedad del Gobierno cubano,
no cesan de bombardear al público nacional con las cantilenas sobre los
cinco espías de la Red Avispa que permanecen en prisiones
estadounidenses, devenidos por la gracia del máximo en héroes que
volverán, exigiendo -derecho les asiste- su inmediata liberación y
regreso a la patria.
De esta manera el régimen mantiene distraído al pueblo, alejado del
camino que conduce a la libertad, la democracia y el progreso. El tiempo
no se detiene y el rebaño global continúa avanzando raudo, mientras los
cubanos observamos el tremendo espectáculo tras la barrera que nos han
plantado las nefastas ideas de que algunos pocos tienen el derecho de
pensar y actuar indefinidamente en nombre del supuesto bienestar de las
mayorías.
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