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Saturday, March 31, 2007

MEMORIAS DEL FRACASO

MEMORIAS DEL FRACASO
2007-03-31.
Asdrúbal Caner Camejo

Llegamos a casa del Che. Corría el verano de 1963. Aparcamos el Dodge
deSoto azul muy cerca de la residencia. El guardia de la puerta se puso
algo nervioso. Puso su AK47 en frente de su cuerpo. Inmediatamente
salieron dos guardaespaldas del Comandante y le dijimos nuestro
propósito: invitar al Che a que nos diera una conferencia sobre El
Sistema Presupuestario de Financiamiento (SPF).

Ese mismo día alguien llamó desde la oficina del Ministerio y se puso
fecha a su conferencia. Todos esperábamos al Che con ansiedad.
El Che y yo teníamos en aquel momento, el mismo profesor, el
hispano-soviético Anastasio Mancilla. Era un académico y erudito de El
Capital de Carlos Marx y del Sistema de Cálculo Económico de la URSS y
el resto de los países socialistas.

Estaba yo en la Escuela "Raúl Cepro Bonilla", adjunta a la Universidad
de La Habana, que preparaba "cuadros" altamente calificados para la
enseñanza del marxismo en las Universidades y otros tipos de escuelas,
así como dirigentes del Partido. Claro, el Che recibía clases en su
oficina del Ministerio de Industria.

Según nos decía Mansilla, las clases con el Che duraban hasta altas
horas de la madrugada. Mancilla llegaba a nuestra clase cansado y,
apenas sin dormir. Las discusiones con el Comandante eran maratónicas y
difíciles: el Che estaba en contra del sistema soviético de Cálculo
Económico. Lo veía muy capitalista. Por eso se exprimía los sesos con el
sistema que estaba aplicando en su ministerio. El Profesor Mansilla
defendía ardientemente el Cálculo Económico. En esos años, el SPF
provocó muchas polémicas en las revistas del Ministerio de Industria, el
Banco Nacional de Cuba, Cuba Socialista y otras. Marcelo Fernández,
Presidente del Banco, fue parte de esta polémica, así como Charles
Bettelheim, asesor del Gobierno y otros dirigentes de Cuba

De acuerdo con el Che, "el sistema presupuestario de financiamiento se
basa en un control centralizado de la actividad de la empresa; su plan y
gestión económica son controlados por organismos centrales, en una forma
directa, no tiene fondos propios ni recibe créditos bancarios, y usa, en
forma individual, el estímulo material, vale decir, los premios y
castigos monetarios individuales y, en su momento, usará los colectivos,
pero el estímulo material directo está limitado por la forma de pago de
la tarifa salarial" (Ernesto Guevara: Sobre el sistema Presupuestario de
Financiamiento. Cuba Socialista, n° 31, marzo de 1964)

La tarea de Mansilla y de los polemistas contra las ideas del Che,
tenían todas las de perder: el Che tenía a su lado a Fidel Castro, para
quién había que borrar de la faz de Cuba, todo lo que oliera a
capitalismo. En un encuentro con partidos de izquierda en 1988, Castro
expresó:

"Por encima de todo nos expresamos en favor de perfeccionar el
socialismo y al igual que el Che y el Che pensó y meditó mucho con eso
(...) Soy contrario a la utilización de los mecanismos del capitalismo
en la construcción del socialismo. Eso estaba muy arraigado en el Che,
primero que nosotros (Fidel) él llegó a esos criterios cuando nosotros
estábamos en nuestra tarea, cuando estábamos luchando contra la invasión
de Girón, los problemas de la Crisis de Octubre, la supervivencia del
país. Él estaba meditando porque era muy estudioso y había sido nombrado
Ministro de Industrias y tuvo que administrar las industrias socialistas
y enfrentarse al problema de cómo las organizaba... (F.Castro Ruz:
Encuentro con los partidos de izquierda, México, D. F., 3 de diciembre
de 1988 [inédito].)

Las ideas del Che de crear grandes conglomerados industriales o
agroindustriales no eran equivocadas ni nuevas. Tampoco eran del Che.
Eran de las grandes corporaciones de EE:UU y de la economía de mercado
en general. La fusión es una tendencia del mercado capitalista hasta
nuestros días.

El error fundamental en las ideas económicas del Che –digan lo que digan
sus apologistas– radican en las propias bases y premisas de su
pensamiento: la eliminación de las relaciones monetario-mercantiles, o
sea, del mercado, sus leyes y categorías prácticas y conceptuales.

En un artículo de 1964, el Che escribía:

"Negamos la posibilidad del uso consciente de la ley del valor, basados
en la no existencia de un mercado libre que exprese automáticamente la
contradicción entre productores y consumidores; negamos la existencia de
la categoría mercancía en la relación entre empresas estatales, y
consideramos todos los establecimientos como parte de la única gran
empresa que es el Estado (aunque, en la práctica, no sucede todavía así
en nuestro país). La ley del valor y el plan son dos términos ligados
por una contradicción y su solución; podemos, pues, decir que la
planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista,
su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre
alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la
plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista"
(Ernesto Guevara: La planificación socialista, su significado. Nuestra
Industria, Revista Económica, n° 5, pág. 16, febrero 1964.)

El Che critica duramente a Charles Bettelheim, Profesor de La Sorbona de
París, en este artículo y señala más adelante:
"Decir que la empresa consolidada es una aberración equivale,
aproximadamente, a decir que la Revolución Cubana es una aberración. Son
conceptos del mismo tipo y podrían basarse en el mismo análisis. El
compañero Bettelheim nunca ha dicho que la Revolución Socialista Cubana
no sea auténtica, pero sí dice que nuestras relaciones de producción
actuales no corresponden al desarrollo de las fuerzas productivas y, por
tanto, prevé grandes fracasos"

Bettelhein había escrito, además:
"Este punto de partida jurídico y los análisis que del mismo se derivan,
conducen a negar el carácter necesariamente mercantil, a la hora actual,
de los cambios entre empresas socialistas del Estado, y hacer
incomprensible, en el plano teórico, la naturaleza de las compras y
ventas efectuadas entre empresas estatales, la naturaleza de la moneda,
de los precios, de la contabilidad económica, de la autonomía
financiera, etc. Estas categorías se encuentran así privadas de todo
contenido social real. Aparecen como formas abstractas o procedimientos
técnicos más o menos arbitrarios y no como la expresión de estas leyes
económica objetivas, cuya necesidad destacaba, por otra parte, el propio
Stalin". (Charles Bettelheim: Formas y métodos de la Planificación
Socialista. Cuba Socialista No. 32. 1964)

Razón tenía el Profesor Bettelheim –aparte de sus discrepancias
teóricas, gran amigo del Che-, las ideas del Che constituyeron un
verdadero desastre para la economía cubana.

Sobre la base de sus ideas, desaparecieron las relaciones monetario
mercantiles entre las empresas, el concepto del valor, el dinero, el
crédito, el interés, el costo y otras. Desapareció la contabilidad de
las empresas y como asignatura de las Universidades. Miles de Contadores
profesionales, tuvieron que buscar otras ocupaciones y la planificación
se convirtió en una ficción burocrática del gobierno.

Entre 1963-1977 coexistieron dos sistemas de dirección económica, que
crearon un verdadero caos en el país, cuyo descontrol dura hasta
nuestros días. Según reportes del Ministerio de Control y Auditoria, más
del 50% de las empresas tienen una contabilidad no confiable.

Los llamados "faltantes y pérdidas", el robo, el desvío de recursos, la
indisciplina financiera, la ineficiencia e irrentabilidad de la
economía, son características consustanciales de las ideas económicas
aventureras del Che. Ese es su legado en la economía socialista à la
cubana, aunque nos deja también, otros legados más sangrientos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=9583

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