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Wednesday, March 28, 2007

EL MERCADO DE CUBA Y SUS PRETENDIENTES

EL MERCADO DE CUBA Y SUS PRETENDIENTES
2007-03-28.
Asdrúbal Caner Camejo

A primera vista, el mercado cubano del futuro puede ser muy pequeño.
Algunos se preguntarán. ¡Bah!, ¿quién va a invertir en esa pequeña isla
de once millones de personas? No es, evidentemente –y no lo será– el
mercado de Brasil, la India, China o Paquistán. Pero, cuidado.

Un país devastado por la estulticia comunista, necesitará todo.
Absolutamente todo. Abierto a una economía de mercado y con un gobierno
democrático y estable, el escenario puede cambiar más de lo que
imaginamos ahora.

En el curso de los primeros diez o quince años, ese mercado puede
triplicar su consumo. Sería un mercado de treinta millones de personas,
más cuatro o seis millones de turistas.

El descubrimiento de gas y petróleo, su refinación y exportación, la
ayuda internacional sin condiciones; la avalancha de nuevas inversiones
y las extremas necesidades de la población, podrían generar un inmenso
volúmen de negocios en el mercado nacional e internacional. Por algo ya
están allí las compañias de Canadá, China, España, Italia, India.

Las necesidades de la agricultura, la industria azucarera y de los
derivados de la gramínea, incluyendo el etanol, el transporte, la
vivienda, la biotecnología, la informática, los equipos médicos y
biomédicos, las telecomunicaciones y la informática y, todo el resto de
los sectores de la economía, abrirán sus puertas a un consumo masivo de
bienes circulantes y de capital.

Eso lo saben las compañías presentes en Cuba y también las compañías y
corporaciones de EE.UU. Esas corporaciones saben que, no era Londrés,
París o Nueva York la que más autos Cadillac tenían en el mundo. Era La
Habana.

En el año 1958 el país que más teléfonos y televisores per capita tenía
en América Latina, era Cuba. Los cubanos y los hispanos, en general, son
consumidores compulsivos. Lo muestran las estadísticas sobre el consumo
de la población hispana en EE.UU.

Como se espera ese boom, hay en este momento una enorme presión sobre el
Congreso de ese país, para cambiar ciertas restricciones de la ley del
embargo sobre Cuba.

Según El Nuevo Herald , "desde diciembre, 1999, los gobernadores,
senadores y congresistas de al menos 18 estados norteamericanos han
visitado Cuba, principalmente para asuntos de comercio. Y siguen
llegando: el gobernador de Nebraska, Dave Heineman viajaba ayer con una
delegación de agricultores. C. L. 'Butch' Otten, gobernador de Idaho
planea una visita el próximo mes.

Desde entonces, Cuba ha pagado más de $1,500 millones por productos
alimenticios y agricultores norteamericanos, dijo John Kavulich, asesor
principal de política del Consejo Económico y de Comercio US-Cuba, de
Nueva York. Algunos creen que el interés de EE.UU. en las nuevas
exploraciones petrolíferas en Cuba podría hacer cambiar las tendencias
políticas.

Dos senadores introdujeron ayer un proyecto de ley de energía que
contempla conceder permiso a empresas petroleras estadounidenses para
participar en la extracción de crudo cubano.

La propuesta Ley Energética de Seguridad y Eficiencia del 2007 (Safe
Energy Act), presentada por el senador demócrata Byron Dorgan y su
colega republicano Larry Craig, intenta incrementar el acceso a las
reservas de petróleo y gas natural en las afueras de la plataforma
continental del este del Golfo de México, a lo largo de las costas de la
Florida". Hasta aquí la información dada por El Nuevo Herald.

Algunos países con presencia en Cuba en la actualidad, están nerviosos
ante la posibilidad de la entrada de EE.UU en el mercado cubano. Y no es
para menos. Las ventajas comparativas recíprocas entre Cuba y EE.UU para
el intercambio comercial, son evidentes.

Lo digo, porque conozco las incertidumbres de España y Canadá. Este
último país tiene más de US$ 1,500 millones invertidos en Cuba en la
minería, la prospección de petróleo y gas, el turismo y otras ramas de
la economía y, tienen planes acelerados de duplicar esas inversiones.

Sin embargo, la estrategia de un futuro gobierno democrático tendrá que
optar, muy sabiamente, por una expansión y diversificación de sus
mercados. Ni economía monoproductora, ni comercio unipolar. Como decía
nuestro apóstol "Quien compra manda y quien vende sirve". No sería
solamente una excelente estrategia, motivada por los propios intereses
del pueblo cubano, sino por la inserción necesaria en la corriente de
globalización que hoy ocurre en el mundo.

Tampoco escapa a mi atención las tendencias a la creación de un poderoso
mercado de las Américas. Cuba deberá analizar y decidir, partiendo de
una visión muy prágmatica, qué es lo más ventajoso y sabio en las
actuales circunstancias del mercado internacional.

Debemos recordar siempre que, en el marco de las relaciones
económico-comerciales y financieras del mundo, y sobre todo, de las
grandes potencias, no hay principios, sino intereses sobre las riquezas.

Allí, en el rejuego de una feroz competencia, cada uno trata de sacar la
mejor parte, no importa quien caiga. Esas son las reglas del mundo
moderno. O nos adaptamos a esas reglas o perderemos nuevamente.

Mantener la propiedad nacional sobre sus principales recursos, será
vital para llevar a la sociedad cubana, a los niveles de riqueza y
bienestar que se merece. Han sido más de 500 años de dominios y
desastres diversos sobre la isla. Ha llegado nuestra hora. Y nada ni
nadie nos podrá quitar o menoscabar nuestros legítimos derechos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=9519

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