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Thursday, February 22, 2007

Equivocado viaje de Bachelet a Cuba

Patricio Navia
Equivocado viaje de Bachelet a Cuba

Por más amistad que haya demostrado Fidel Castro hacia los chilenos
exiliados, la defensa de la democracia en América latina, es un loable
principio que ha consagrado la Concertación. Un viaje presidencial a
Cuba constituiría un apoyo implícito a su dictadura.

Patricio Navia
21 de febrero de 2007

La intención de la Presidenta Bachelet de visitar Cuba durante su
mandato envía señales equivocadas sobre las prioridades de su gobierno,
sobre su preocupación por la unidad de la Concertación y sobre su propia
valoración por la democracia y los derechos humanos. Si viaja Cuba,
Bachelet enviará un mensaje contradictorio a la Concertación y errado
respecto a los principios y valores que promueve Chile en el mundo.

Hace un año, el debate sobre el voto para un representante
latinoamericano al consejo de seguridad de la ONU concentró la atención
de nuestra política exterior. La campaña de Venezuela-incluido el abrazo
cómplice de Chávez a Bachelet en la cumbre de Viena-provocó intensos
debates sobre nuestras prioridades exteriores. Ya que Bachelet demoró
demasiado para tomar una decisión, surgieron dudas sobre su liderazgo.

Cuando al final Chile anunció abstención porque no había candidato de
consenso, muchos creyeron que Bachelet quería votar por Chávez pero no
se atrevió. Por cierto, Bachelet podría haber anunciado desde un
comienzo abstención en caso de no haber consenso. Pero como decidió
esperar hasta última hora, ese voto se convirtió en el principal tema de
política exterior de su gobierno en 2006. La polémica sobre un viaje a
Cuba amenaza con convertirse en el principal tema de política exterior
de 2007.

La polémica sobre el voto de Chile tensó innecesariamente la relación al
interior de la Concertación. La oposición de la DC a votar por
Chávez-oportunista para algunos, principista para otros-generó roces
innecesarios entre Bachelet y Alvear. Porque adoptó una posición antes
que Bachelet, Alvear pareció forzarle el brazo a la Presidenta. De
viajar a Cuba, no pocos DC-y muchos en la oposición-le pedirán a
Bachelet que se reúna con los disidentes en la isla. Visite a quien
visite en el viaje, la Concertación sufrirá mayores roces si la
Presidenta decide ir a Cuba.

El gobierno de Frei Ruiz-Tagle introdujo el concepto de defender
principios y no personas.

Por más amistad que haya demostrado Fidel Castro hacia los chilenos
exiliados, la defensa de la democracia en América latina, es un loable
principio que ha consagrado la Concertación. Un viaje presidencial a
Cuba constituiría un apoyo implícito a su dictadura. A menos que
Bachelet quiera ir a provocar al régimen cubano reuniéndose con la
oposición-cosa que han hecho otros presidentes que han ido a Cuba y algo
que también hizo, por ejemplo, el Papa cuando vino a Chile-la visita de
Bachelet será correctamente interpretada por partidarios y adversarios
del gobierno cubano como un espaldarazo a la dictadura. Porque en Chile
ya experimentamos dictadura, ningún mandatario chileno puede dar señales
equivocadas respecto a nuestro compromiso con la democracia como única
forma legítima de gobierno.

Cuando se apronta para iniciar su segundo año en el poder, la mandataria
debería demostrar que aprendió de los errores del primer año. El
realizar un viaje a Cuba le significará muchos más costos que
beneficios. Fuente: Cadal

http://www.eldiarioexterior.com/noticia.asp?idarticulo=13193

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