Sin Parlamento en Cuba

Sin Parlamento en Cuba

Es curioso que los medios de comunicación hagan referencia al
"Parlamento" de Cuba, y muchos muestren el recinto como si en el mismo
se discutieran las leyes.

Lo hicieron estos días al mostrar la ausencia de Fidel Castro. Lo real
es que en esa isla no hay ningún Parlamento, sino un lugar donde se
votan las leyes que determina el Poder Ejecutivo sin discusión alguna.
No existe la división de poderes y mucho menos un sistema parlamentario.
Todo depende del Partido Comunista que determina quiénes se sientan en
las bancas, qué dicen y qué votan. En toda la historia de esa original
institución en Cuba no ha habido disidencias, por la simple razón de que
no se admiten en ningún rubro.

Parlamentos son el inglés, el italiano, el alemán o los de tantos otros
países donde los representantes del pueblo discuten las normas o
proyectos que se ponen a su tratamiento. Hasta podría decirse de alguna
manera que el Congreso, como en los sistemas presidencialistas, tiene
algo de parlamentario. Allí hay libertad y las discusiones son
permanentes. En Cuba no se discute nada: o se asiente o se fundan las
posturas, pero nadie cuestiona nada. Si lo hicieran irían a dar con sus
huesos a una de las famosas cárceles de la isla. Allí no hay
representantes del pueblo, pues es el partido en el gobierno el que
determina quien será votado en forma unánime. Lo más que puede suceder
es que haya dos candidatos del mismo partido comunista oficial. Pero al
sentarse en el "Parlamento" los "elegidos" se convierten de manera
inmediata en funcionarios públicos, con la obligación de guardar
obediencia absoluta.

Incluso los medios han apuntado que en decenios es la segunda vez en que
Fidel Castro no asiste. El fue con frecuencia el único e interminable
orador. La obediencia fue y es la regla en esa institución, que por ello
nada tiene de parlamentaria. Por otra parte allí no hay gabinete salido
del Parlamento y todo se reduce a una subordinación con lo que determina
alguno de los Castro.

Habrá que ver si sin la presencia de Fidel todo sigue como ahora. Quizá
un día pueda haber un Congreso o un Parlamento, pero para que lo haya
debe haber libertades, reconocimiento del pluralismo y partidos
políticos diferentes, y nada de ello está en el horizonte. Con Raúl todo
sigue como antes, una dictadura férrea y militarizada, como fueron todos
los regímenes socialistas durante el siglo que pasó en el mundo, como es
en Corea del Norte. Todo esto nada tiene de republicano ni de democrático.

Por ello extraña lo que se dice. No hay Parlamento allí donde no se
discuten las leyes; y en Cuba nada se discute: se acata lo que determina
el gobierno.

http://www.lacalle-online.com/noticias.php?id=91360&seccion=9