2006-12-23
Guillermo Fariñas Hernández, Cubanacan Press
El Diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, en su
edición del pasado 7 de Diciembre del 2006, publicó un artículo titulado
Un libro de Vida o Muerte, que está muy cercano a la insanidad cognitiva
de su autora, la intelectual española Belén Gopegui.
Donde la escritora hace una valoración apologética de la tercera edición
revisada del tan llevado y traído libro Cien horas con Fidel, donde para
realzar al hoy enfermo líder totalitario se le ocurrió compararlo nada
más y nada menos que con el bondadoso filósofo griego Sócrates.
Según argumenta la propia Sra. Belén, los objetivos de este volumen,
bajo la autoría del hispáno-francés, Ignacio Ramonet son: "contarles por
qué este libro es para la izquierda mundial, como se dice de algunos
problemas y cuestiones, un libro de vida ó muerte".
Sin embargo no son pocos quienes consideran que el oculto propósito de
la no por gusto tantas veces corregida obra, perdón el término usado por
los filocastristas es, "está siendo revisada" y consiste en dulcificar a
escala mundial la intolerante como represiva imagen de Fidel Castro Ruz
antes de su inminente muerte.
Los hermanos Castro han tomado bien en serio el rechazo que le hizo la
mismísima izquierda planetaria a la satánica figura del archicriminal
José Stalin a partir de su muerte acaecida en el ya lejano 1953, por lo
que están haciendo lo posible no ocurra lo mismo con el dictador
caribeño tras el fallecimiento del hijo de Ángel y Lina.
Equiparar a Fidel con Sócrates es cuando menos un desvarío porque reza
el diccionario filosófico compilado por M. Rosental y P. Iudin, donde el
Helénico afirmaba: "el descubrimiento de las contradicciones permite
desechar el conocimiento aparente y la inquietud en que ella sume al
entendimiento, estimula a pensar en busca de la verdad auténtica".
Si la afamada Gopegui no me cree le pregunto: ¿sabe usted lo que les
pasa a quienes se atreven a contradecir al Comandante en Jefe? Por las
dudas y si posee el valor cívico para ello, interrogue a Oscar Espinosa
Chepe, Vladimiro Roca Antúnez, Elizardo Sánchez Santa Cruz, Héctor
Palacio Ruíz, Huber Matos Benítez o a Mario Chanes de Armas. Y sin
llegar a ser opositores a Castro también pudiera evacuar sus
incredulidades con Orlando Borrero, Roberto Robaina, Carlos Aldana,
Víctor Dreke, Joel Iglesias, Félix Torres Faure Chomon y si la dejan
entrar a la prisión de Guanajay indague que le pasó a Juan Carlos
Robison, al no aceptar que 30 mil televisores gratis fueran para Bolivia.
Doña Belén se ve muy letrada, por eso varios familiares afectados
quisieran saber como un pacifista e idealista comparado a Sócrates pudo
dejar sin tumbas conocidas a sus fusilados consanguíneos, todos
guerrilleros anticomunistas muertos en combate en la Sierra del
Escambray y a pesar de afirmar y jurar que en su "revolución" no hay
desaparecidos.
La redactora en su escrito trajo a colación muy adecuadamente a los
filósofos "Sofistas"; esos maestros de la "Sabiduría" y la "Elocuencia"
pues el diccionario filosófico dice de estos: "sus concepciones tenían
en común la renuncia a la religión, a la explicación racionalista de los
fenómenos y el relativismo ético y social".
Algunos bromean porque nadie se parece más a un Sofista que Fidel Castro
aunque la ilustre ibérica no lo acepte así, ya que la Sofística es: "La
Ciencia de la Polémica o la demostración de argumentos falsos mediante
los llamados sofismas." Nadie se opone a su derecho de defender a
Castro, pero por favor Belén, no ofenda a Sócrates.
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