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Sunday, December 24, 2006

En los Campus Universitarios no Todo Esta Perdido

En los Campus Universitarios no Todo Está Perdido
2006-12-24 LibrePress-El Diario Exterior
Jeff Jacoby*

21 de Diciembre, 2006. Era un novato en la George Washington University,
empezando justo mi primer semestre en el campus universitario. El curso
era "Política y Valores", y la lectura obligatoria en economía política
era densa. Había libros de John Kenneth Galbraith, Robert Heilbroner,
Louis Kelso y otros dos o tres economistas. Los leíamos a un ritmo de
alrededor de uno a la semana; cualquier impresión que estos libros me
causaran, se desvaneció de mi memoria hace mucho.

Como estímulo intelectual en toda regla, nunca he conocido otro como aquél.

Era un novato en la George Washington University, empezando justo mi
primer semestre en el campus universitario. El curso era "Política y
Valores", y la lectura obligatoria en economía política era densa. Había
libros de John Kenneth Galbraith, Robert Heilbroner, Louis Kelso y otros
dos o tres economistas. Los leíamos a un ritmo de alrededor de uno a la
semana; cualquier impresión que estos libros me causaran, se desvaneció
de mi memoria hace mucho.

Pero un libro fue distinto. "El Capitalismo y la Libertad" de Milton
Friedman me electrificó. Me dejó clavado. Como fuegos artificiales
iluminando el cielo del 4 de julio, los temas de Friedman me fascinaron
-- el genio de los mercados, el poder de los precios, el vínculo entre
prosperidad y libertad, los milagros que son posibles cuando los
particulares pueden elegir con libertad. La sensación era casi
físicamente fascinante. Aún puedo verme sentado en una hilera de estudio
de la biblioteca GW devorando los capítulos del libro, cautivado por sus
ideas, inmerso en el placer de aprender. Experimentar algo nuevo -- la
sensación de novedad del descubrimiento intelectual. "El Capitalismo y
la Libertad" cambió el mundo tal como lo conocemos.

Cierto, Milton Friedman, que empezó enseñando en la Universidad de
Chicago en 1947 y ganó el premio Nobel en 1976, ha cambiado el mundo
como muchos lo conocimos. "El Capitalismo y la Libertad" -- quince años
de edad ya cuando yo empezaba la universidad -- es uno de los clásicos
modernos de la economía. Entre sus libros, su serie de televisión
("Libertad para elegir"), y la columna del Newsweek que firmó durante 18
años, podría haber educado a más gente y abierto más mentes que
cualquier otro economista de los últimos cincuenta años.

La semana pasada, en una ceremonia en Washington, Friedman recibía el
primer Premio a los Logros de una Vida de Templeton Honor Rolls, un
premio nuevo creado para celebrar la excelencia en la educación superior
americana. Tuvo que derrotar a algunos competidores difíciles para ganar
el honor, incluyendo a Harvey Mansfield Jr., un académico de filosofía
política y estatismo de Harvard, o a James Q. Wilson, de la UCLA, la
renombrada autoridad en crimen y carácter humano. Puede decir lo que
quiera acerca de la comprometida condición de las universidades
americanas, pero si los estándares aún son fijados por Friedman,
Mansfield, Wilson y similares, es que no todo está perdido.

Y esa, en esencia, es la idea de Templeton Honor Rolls -- que no todo
está perdido.

Cierto, los estudiantes de inglés en Georgetown ya no tienen que
estudiar a Shakespeare o Chaucer. Cierto, Emerson ha abolido el
requisito de que los estudiantes pasen por un curso de Civilización
Occidental. Cierto, Yale ofrece ya casi 50 cursos en estudios
homosexuales, incluyendo "Cine lésbico, gay y transexual", que (cito del
folleto) incluye lecturas de "teoría marica" y "proyecciones semanales"
de películas homosexuales. Cierto, Stanford tiene un curso en "El pelo
negro como cultura e historia" que cubre -- entre otras materias -- "el
ascenso de lo afro" y "el nacimiento del pelo liso". Cierto, gran parte
de la educación superior se ha convertido en un pantano de la corrección
política, el victimismo chic y el radicalismo antioccidental.

Pero las plantas salvajes florecen incluso en los pantanos. Los
creadores de Templeton Honor Rolls -- el filántropo John Marks Templeton
y el Intercollegiate Studies Institute, una red de campus dedicada a la
tradición clásica en el arte liberal -- se han impuesto la tarea de
descubrir plantas salvajes en la academia contemporánea y mostrarlas a
padres, estudiantes y licenciados.

En la ceremonia en Washington la semana pasada, 126 centros,
departamentos, libros y profesores destacados fueron inscritos en el
primer Templeton Honor Rolls. Eso fue además de dos premios de 25.000
dólares: el premio al logro a una vida, recibido por Friedman, y un
premio al libro destacado del año, "La desmoralización de la sociedad",
un estudio del razonamiento moral de la era victoriana de Gertrude
Himmelfarb.

Los jueces recibieron más de 800 nominaciones a los premios, lo que
puede explicar el entusiasmo del ex Secretario de Hacienda William
Simon, que presidió el acto: "En cada campus universitario de América,
el estudiante universitario aún puede descubrir profesores brillantes,
inspiradores e innovadores comprometidos con enseñar en lugar de
adoctrinar".

¿En cada campus universitario? Una exageración gratuita, seguro. Una vez
más, los que destacan son un puñado. Los 45 profesores laureados, por
ejemplo, oscilan entre John Alvis, de la Universidad de Dallas (un
experto en Dante, Milton y Solzhenitsyn) y Robert George, de Princeton
(un académico en derecho natural) hasta Leon Kass, de la Universidad de
Chicago (cuyo trabajo sintetiza la bioética y la literatura bíblica) y
Christina Hoff Sommers, de Clark (una importante teórico de la ética y
crítica devastadora del feminismo de sexo). Los honrados en otras
categorías no son menos geográficamente diversos.

Lo que significa que Templeton Honor Rolls se desdobla como una especie
de selección de lo más refinado de lo que la educación superior
americana tiene que ofrecer. Los decididos por la universidad o
cualquiera que se preocupe por un estudiante universitario puede obtener
una copia (gratuita excepto por correo) del Intercollegiate Studies
Institute. (Llame al 1-800-526-7022 o envíe un correo a templeton@isi.org).

Ningún estudiante debería pasar por la universidad sin experimentar lo
que yo experimenté con "El Capitalismo y la Libertad" -- la descarga de
iluminación, el disfrute de una visión galvanizante. Si los premios
Templeton no llegan a su audiencia, menos estudiantes lo harán.

*Jeff Jacoby es columnista de The Boston Globe.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=8256

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