Desfilan los millones del comandante

SOCIEDAD
Desfilan los millones del comandante

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba - Noviembre (www.cubanet.org) - Muchos cubanos opinan
que la parada militar que el gobierno prepara para el día 2 de diciembre
es un gasto innecesario de recursos a costa del erario público. Además
los inconvenientes provocados por la continua presencia policial, los
registros y los tranques de las viales, sólo consiguen irritar a la
población.

Un vecino decía que cuando alguien necesita probar su fortaleza es
porque su debilidad, o complejo, es muy fuerte. Nadie te aprieta la mano
en un gimnasio, a menos que necesite probar su hombría. A lo que añadió
que la Unión Soviética hacía similares demostraciones y se cayó al día
siguiente sin disparar un tiro, porque se sostenía sobre una mentira
económica y la fuerzas de sus aparatos represivos.

El actual presidente por sustitución, Raúl Castro, ha preparado un
desfile con cientos de carros de combate, tanques, cohetes, otros medios
bélicos, miles de soldados, personal de diversos tipos y hasta el uso de
la aviación. Los ensayos se han venido repitiendo en los últimos días,
al igual que las "espontáneas" muestras de apoyo por parte de los
ciudadanos.

Los carros de combate, aviones y otros transportes, que participan en la
actividad son, en su mayor parte, de la era soviética, por lo que su
consumo de combustible es enorme. Fueron acondicionados con premura y la
pintura aún se siente fresca. Lo anterior hace que la cifra por cuenta
de insumos y combustible se calcule a simple vista en millones de
dólares. Además el deterioro de las avenidas es notable por la acción
del paso de las esteras.

Por otro lado, el control de la documentación personal por parte de
efectivos policiales, sumado al registro minucioso de los automóviles y
otros inconvenientes, han opacado las actividades e irritan a los
ciudadanos. Las calles permanecen prácticamente vacías, en comparación
con años anteriores, durante el horario nocturno. El cierre de vías ha
agudizado el problema de transporte, ya de por sí grave en la capital.

Una persona, que se confesó comunista, señaló sobre el ambiente en torno
a la parada militar: "Se respira miedo por las tropas y no orgullo como
en otras épocas. Mis padres y yo no luchamos por la situación que se
vive en la Isla. Luchamos por la vida, aún a costa de nuestra
existencia. Por un futuro mejor para todos, no para que unos pocos
vivieran bien, mientras anuncian muerte y destrucción para dominar y
manipular al resto. Mejor invierten en producir, en sembrar, en
trabajar, y no en crear un ridículo teatro espartano. Hoy hay casi
cuatro policías para vigilar al que trabaja."

"Lo más curioso es que casi todos piensan igual", comentó un taxista que
dijo haber montado a decenas de personas en el transcurso de los últimos
días. "Con tal asedio no dan ganas de salir a trabajar. No es prudente".

Estos acontecimientos ocurren en medio de una crisis económica que se
hace sentir en los hogares cubanos, cuando la Navidad asoma a las
puertas. Los precios de productos agrícolas son cada ves más altos, la
mayor parte de la población vive de actividades ilícitas, del invento, y
unos pocos de remesas del exterior. Mientras, la familia Castro y otros
secuaces hacen desfilar el presupuesto generado por el trabajo del
pueblo para satisfacer sus sueños napoleónicos.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/dec06/01a8.htm