Que sera de los CDR?

POLITICA
¿Qué será de los CDR?

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Me pregunto qué será de
los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), esa organización
gubernamental compuesta de grupos de vecinos diseminados en toda Cuba, y
que, valga la aclaración, cada día son más pequeños.

Sin ir más lejos, en mi cuadra de la zona 10 del reparo Alamar del este
habanero, compuesta del edificio E-22, donde viven casi 150 personas,
sólo unas veinte, incluyendo niños, acuden a las reuniones de los CDR
que se desarrollan en la acera muy esporádicamente.

Puedo poner otro ejemplo de la cuadra donde viví anteriormente: Espada
entre Neptuno y San Miguel, en Centro Habana. De 300 vecinos que tiene
dicha cuadra, solamente veinte o treinta acuden al llamado de su Comité.

Me preguntaba al principio que será de los CDR, porque en los cinco años
que trabajé como reportera en su órgano de divulgación, allá por los
años sesenta, cuando el viejo comunista José Matar era su coordinador
nacional, recuerdo perfectamente como si fuera hoy la mala opinión que
tenía de los CDR el General de Ejército Raúl Castro, Segundo Secretario
del Comité Central del Partido Comunista y prácticamente quien gobierna
el país. Sus palabras textuales no vienen a mi mente, pero sí que no
simpatizaba con esa organización, a la que le achacaba tareas de
chismografía y malos métodos políticos por parte de las masas, incapaces
de llevar a cabo estrategias bien elaboradas en la cúpula gubernamental.

Tal vez por eso este pasado 28 de septiembre, fecha que se conmemora el
46 aniversario de esta organización, pasó sin penas ni glorias. Un acto
en el pueblo de Manzanillo, donde ni siquiera estuvo presente Raúl
Castro, el jefe suplente de Estado.

A nivel nacional sólo se repartieron unas pocas banderitas cubanas, las
que se producen por millares cada día para los asalariados del régimen,
con vistas a que concurran a las citas de interés para el Estado.

Ya quisieran parecerse estas fiestas cederistas anuales a aquellas que
se hacían en los años sesenta, cuando el gobierno no tenía necesidad de
distribuir banderitas y eran los propios vecinos quienes confeccionaban
adornos, ya sea chabacanos o con gracia y calidad. Ya quisiera esa
Revolución, convertida con el paso del tiempo en una feroz dictadura,
tener actualmente el apoyo popular que tuvo entonces.

Creo, sin lugar a dudas, que a través de esta organización de masas es
que puede conocerse el por ciento poblacional que ha dejado de creer en
las llamadas conquistas de la llamada Revolución. En la cuadra de
Lealtad, entre San Miguel y San Rafael, de Centro Habana, donde se fundó
el Partido Pro Derechos Humanos de Cuba el 20 de julio de 1989, el
primer partido del Movimiento que lleva ese nombre, y que se mantiene
ilegal gracias a la intransigencia gubernamental, no hubo fiesta del
CDR. A nadie se le ocurrió proponerla. En esa cuadra viven más de 200
personas.

Por último, sería bueno además señalar que tampoco al miembro del Buró
Político Ramiro Valdés, recién nombrado ministro de Informática y
Comunicaciones, le gustaban los CDR, sobre todo porque no compaginaban
las acciones a cara descubierta de la organización con las encubiertas
del Ministerio del Interior que dirigió durante años.

No nos extrañemos en saber que el único protector de los Comités es el
ex gobernante Fidel Castro, precisamente quien los fundó. Pero el ex
gobernante está enfermo y tiene 80 años. Por teléfono, desde una cama,
no se gobierna un país en crisis económica. El futuro inmediato de los
CDR no es nada halagüeño. Es, posiblemente, la primera organización
gubernamental que desaparecerá cuando comiencen las primeras reformas
para una Cuba democrática.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/oct06/10a8.htm