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Friday, August 25, 2006

Suenan los timbales

SOCIEDAD CIVIL
Suenan los timbales

Odelin Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - Regularmente, decir
disidente en Cuba suena a rareza. Para muchos somos "sujetos extraños".
No se concibe mutar ideológicamente de la revolución a "esa cosa de los
derechos humanos". Así nos ven los que no conocen ni tienen esos derechos.

No cabe duda que somos generalmente propiedad de la revolución. El
importado modelo estalinista creó al hombre nuevo, el que hoy se esfuma
en el exilio o permanece bajo las sombras del socialismo que no convence.

"Yo me quedo con todas esas cosas", decía el cantautor Pablo Milanés en
una de sus canciones. No se imaginó que desde entonces las cosas fueran
de mal en peor en el supuesto "modelo socialista". La solución no tiene
plazo, nunca lo tuvo.

En medio del retroceso social y amén de la proclama del Comandante el 31
de julio, suenan timbales en el ambiente. Redoblan en las dos orillas.

Para el gobierno, los periodistas independientes se titulan mercenarios.
No conciben que trabajemos para agencias de prensa con credibilidad y
prestigio en su haber.

El periodismo se paga, aquí y allá, me consta, pregúntenles a los de la
página digital Rebelión.org, vocero del oficialismo cubano para la
izquierda mundial.

El periodismo es una práctica donde las reflexiones se asumen
individualmente. Diferir no es errar, al menos que del otro lado, nos
lean a la izquierda.

Para la prensa independiente, caminar dentro de la dictadura equivale a
caminar sobre campo minado. Lo saben los colegas cubanos del exilio.
Pero tienes que seguir andando y pisar firme, o no hacerlo. Bajo
proclamas, persecuciones, amenazas y líderes fantasmales y dinásticos
que no auguran nada bueno, seguimos escribiendo. A pesar de las
dificultades con los medios de trabajo y sin acceso a Internet.

Decía Pablo Neruda: "Voy a tratar de comprender lo que no debo hacer, y
hacerlo". No se equivocó el poeta. Algunos tratan de amilanar a la
prensa independiente con temas supuestamente controvertidos. Somos la
voz de la oposición interna porque formamos parte de ella. Para
nosotros, no puede haber tabúes. Lo que no logró la policía política, no
podemos cedérselo a los nuevos aspirantes a censores. Es saludable que
sigamos defendiendo la libertad de expresión.

Nuestro objetivo número uno es la libertad de todos los presos
políticos, secundado por el cambio a la democracia. Para ello, no
cesamos en las denuncias sobre las violaciones del régimen.

Nos hemos ganado el derecho a opinar, no se trata de hacer mera
propaganda política, al estilo de los coristas de Granma o la Mesa Redonda.

No se trata de acelerar el cambio a marcha forzada, sino cómo hacerlo.
Un error pudiera ser perjudicial para la oposición.

Estamos solos frente a una dictadura con cómplices. La ayuda es
necesaria, pero para concederla no debe polemizarse sobre senderos
políticos opuestos si al final convergen en un mismo punto: la democracia.

Como bien dice el presidente de Estados Unidos, el cambio a la
democracia es un problema de los cubanos. Y agrego a título personal: de
todos los cubanos, sin exclusiones.

Las diferencias son saludables, mientras haya un terreno común: las
ansias de libertad.

La disidencia y periodismo independiente en Cuba, desde el desaparecido
Arcos Bergnes hasta el psicólogo convaleciente Guillermo Fariñas es una
sola, aunque difieran sus métodos y redoblen timbales en las dos orillas.

odelinalfonso@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/y06/ago06/25a7.htm

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