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Thursday, August 31, 2006

Dengue, una Epidemia Escondida

Dengue, una Epidemia Escondida
2006-08-28
Rafael Ernesto Ávila Pérez, Partido Popular Joven Cuba

Desde 1976 hasta la fecha en Cuba han ocurrido varias epidemias de
Dengue. La más conocida por sus implicaciones políticas fue la que tuvo
lugar a principios de la década del ochenta y que cobró la vida de más
de un centenar de personas.

En 1997 un nuevo brote en la provincia de Santiago de Cuba ocasionó la
muerte a unas diez personas, hospitalizando a más de dos mil quinientas
y afectando en total a unos treinta mil ciudadanos. Por denunciar esta
situación el Dr. Dessy Mendoza fue condenado a ocho años de privación de
libertad, el delito por el que fue acusado "Propaganda enemiga", pero
sus valientes denuncias obligaron al Gobierno a reconocer la verdadera
situación de la salud cubana en esos momentos.

Nuevamente por varias ciudades del país se hace preocupante la presencia
de inspectores de Salud Pública en cantidades asombrosas, amigos me han
comentado que incluso los militantes del Partido Comunista y de la Unión
de Jóvenes Comunistas están siendo movilizados para tratar de contener
lo que se está convirtiendo en una gran epidemia.

También está aumentando la frecuencia de los fumigadores, incluso se ha
dado la facultad a los funcionarios de los Comités de Defensa de la
Revolución (CDR) y agentes de la policía para abrir todas las viviendas
y multar a aquellos que se nieguen a fumigar sus casas. Además, la
presencia de las avionetas fumigando en horas de la mañana indica que la
situación se está complicando.

Mientras, en la televisión y otros medios de comunicación, se ha
autorizado a la prensa para criticar a las empresas estatales que no
cumplen con las medidas de control establecidas.

Todo esto indica la presencia del mosquito Aedes Aegypti, agente
transmisor del Dengue. Fuentes que pidieron el anonimato han confirmado
que son miles los casos detectados y que hay muchos de Dengue
hemorrágico. Que en varias provincias del país, sobre todo Santiago de
Cuba y la Ciudad de la Habana, han ocurrido fallecimientos a causa de la
enfermedad. Varios hospitales han tenido que habilitar salas para
mantener aislados a los infestados. Se han impartido instrucciones a los
médicos para que ante cualquier caso sospechoso se remita al enfermo
para los hospitales, y si este se negara sea conducido a la fuerza por
agentes de la policía.

Miembros de las Brigadas Sanitarias, han indicado que confrontan
dificultades para trabajar con los insumos necesarios. Que tienen
escasez de químicos incluyendo el abate y el bayté, necesarios para
controlar los focos. Que se les orienta que intenten descubrir los focos
a través de inspecciones visuales, pero no se les da las linternas
necesarias para revisar los tanques de agua (donde por la inestabilidad
en la entrega de agua potable, los ciudadanos se ven obligados a
acumular agua para su consumo).

Todo esto, junto a las abundantes lluvias que han caído en el país, ha
agravado la situación; sin contar los abundantes basureros y vertederos
que pululan por doquier en pueblos y ciudades y el mal estado de las
redes hidráulicas, las tupiciones y roturas en los alcantarillados y
baches en las calles, que favorecen también la proliferación del mosquito.

Otro factor a tener en cuenta es la gran cantidad de viviendas en mal
estado, así como aquellas que deterioradas por su antigüedad y por el
abandono del gobierno están consideradas como inhabitables, con peligro
de derrumbe pero que tardan años en ser demolidas, y mientras se
convierten en vertederos donde se acumulan miles de metros cúbicos de
desechos.

Esta nueva epidemia, está originada sobre todo por las ineficientes
medidas de saneamiento, la no aplicación de cuarentena de los infestados
y la escasa información que se brinda a la población en general. La
costumbre es tomar las medidas cuando la epidemia se ha extendido y
empieza a cobrar vidas, olvidando que existen medidas preventivas muy
efectivas.

La población comenta que nuevamente la suerte acompaña a Fidel Castro,
la prensa internacional y los gobiernos han concentrado toda su atención
en torno a su enfermedad y la continuidad del régimen, mientras se ha
obviado la tensa situación epidemiológica que vive la isla. Para muchos
políticamente es mucho más dañino para el régimen totalitario, que el
mundo conozca que Cuba está siendo azotada por una nueva epidemia que ya
ha cobrado varias vidas y no si la dictadura se debilita o no.

Las autoridades actúan de manera irresponsable al no reconocer la
gravedad de la situación, pues sólo admiten en los medios de
comunicación la existencia de algunos casos aislados.

Se me ocurren dos preguntas en torno a este candente tema: ¿Habrán
informado las autoridades sanitarias cubanas a la Organización
Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud de la
crisis que confrontamos actualmente? y, ¿Qué sucederá con la presencia
de cientos de jefes de estado y de gobierno que deben asistir a la
próxima Cumbre de los Países No Alineados, que además atraerá a cientos
de periodistas extranjeros si alguno de estos enferma de Dengue?
Reconocer la existencia de una epidemia, significa la pérdida de
potenciales clientes, que no se arriesgarán a visitar el país, de ahí,
el silencio gubernamental que es también una forma de mentir al pueblo
cubano y al mundo.

Como ciudadano, se que corro peligro por denunciar lo que ocurre hoy en
torno a la epidemia de Dengue, el ejemplo del Dr. Dessy Mendoza es
aleccionador, pero considero que el mundo debe conocer que en el
"paraíso médico socialista" los cubanos una vez más somos víctimas de la
indolencia del castrismo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=6694

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