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Saturday, July 29, 2006

Sin solucion por el momento

SOCIEDAD
Sin solución por el momento
Aimée Cabrera

LA HABANA, Cuba - Julio (www.cubanet.org) - El transporte urbano en la
capital está cada vez peor. Un día priorizan una ruta y es casi la única
que pasa. En la siguiente jornada es ésa la que más demora en pasar. Los
autobuses de centros de trabajo han mermado y hasta los almendrones
están difíciles de conseguir.

En la céntrica zona del Capitolio hay varias piqueras improvisadas, como
la que va para Alamar, o la de Prado y Neptuno, En ambas, ningún hombre
mira a la joven del cha cha chá. Concentran sus fuerzas en empujar para
irse lo antes posible. Atrás quedó la caballerosidad proletaria.

Una madre con un niño cargado o de la mano, una señora que por su edad
tiene que caminar despacio, o un señor con bastón no le pueden hacer el
juego al chofer particular que llega de prisa, tratando de escapar a los
agentes del tránsito e inspectores del transporte que aprovechan para
quitar licencias de conducción o imponer multas.

A nadie se le ocurre poner a una persona que organice la cola de quienes
esperan los almendrones. Es más fácil atropellarse o colarse. "A río
revuelto...". Y qué decir de la mayoría que no puede pagar los diez o
veinte pesos que cuesta la carrera. Se rumora que en ciertos horarios
los chóferes han aumentado sus tarifas considerablemente. Lo tomas o lo
dejas, parecen decir los que ya se sienten imprescindibles.

En fecha reciente, el Ministerio de Transporte adquirió diferentes
vehículos, pero ninguno ha sido comprado para aliviar las penurias del
transporte. Existen las rutas invisibles, como la 67, 15, 27, 20. Sus
usuarios llaman al paradero y preguntan a qué hora salen- si es que
salen. Las personas quedan embarcadas en la mayoría de las paradas, ya
que salen de la base completamente llenas y así llegan al final del
recorrido.

Los habaneros que tienen obligación de trabajar en el verano y no poseen
transporte en sus centros laborales se las ven negras, como un grupo de
trabajadores de una instalación turística que tienen alquilado un carro
que los deja de madrugada en las puertas de sus casas. La jugada es cara
pero segura para evitar asaltos y agresiones.

Amanece temprano y el sol quema a las ocho. Por eso, los que deben ir
para Alamar se levantan bien temprano, cogen el metrobús No. 1 o el
camello de Alamar antes que los veraneantes comiencen a marcharse a la
playa. La gestión o visita familiar debe culminar, por supuesto, antes
de las dos de la tarde. Muchos le dicen a esto "ir contrario a la
muchedumbre", y lo aplican para cualquier otra zona a donde tengan que
desplazarse.

Los más pesimistas prefieren quedarse cerca de sus casas. Si no hay
teléfono en el hogar, no queda más remedio que hacer la cola en la
cabina y realizar la visita telefónicamente. Y dejar un final abierto
para el encuentro familiar, a ver si antes de que termine el año mejora
el transporte.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/jul06/28a7.htm

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