Discuten disidentes documento del gobierno norteamericano sobre Cuba

POLITICA
Discuten disidentes documento del gobierno norteamericano sobre Cuba

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba - Julio (www.cubanet.org) - La pluralidad de opiniones
caracteriza a la oposición cubana con respecto a las iniciativas
emprendidas desde el exterior. Este es el caso ante el actual Informe de
la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre de julio de 2006.

La recepción del documento recibió diferentes valoraciones de algunos
miembros destacados de la oposición nacional, reunida para discutir el
informe. La mayoría de los participantes encontraron necesario hacer
llegar la información contenida en el texto a la población cubana para
desmentir las falacias que el gobierno cubano difunde en la isla acerca
del contenido del informe. Además, una buena parte de quienes pudieron
tenerlo en sus manos en la mañana del día 10 de julio encontró aspectos
positivos en el mencionado documento.

Sin embargo, hubo asistentes al evento que discutieron abiertamente y
sin prejuicios las consecuencias, unas positivas y otras adversas para
la oposición, desde su punto de vista, de algunas recomendaciones
expuestas en el documento. Se constató el respeto de los anfitriones por
las opiniones vertidas y la importancia que concedieron a ellas.

El informe de julio de 2006 es la actualización de una serie de
recomendaciones establecidas con el objetivo de preparar, planificar y
coordinar la ayuda que el gobierno de los Estados Unidos pudiera
prestar, en caso de ser solicitada, a un futuro gobierno de transición
hacia la democracia en Cuba. Evidentemente, quedaría en las manos de un
gobierno de transición la decisión de pedir la ayuda al de los Estados
Unidos.

Ante la campaña de los órganos de propaganda oficial cubanos contra el
denominado por ellos Plan Bush, el reciente Informe del CAFC ofrece una
respuesta inmediata y esclarecedora de la verdadera finalidad de la
ayuda al pueblo de Cuba. El bombardeo desinformativo al que someten las
autoridades a la población cubana solamente puede ser evitado con la
divulgación del contenido del informe.

Entre las recomendaciones más destacadas están: el reconocimiento de la
comisión al liderazgo de los activistas opositores de la isla; las
medidas para fortalecer las posibilidades del pueblo cubano para decidir
libremente el camino hacia el cambio a la democracia; la importancia de
los cubanos exiliados; la ruptura del bloqueo a la información impuesto
por el régimen, entre otros.

El informe propone medidas para ayudar a los cubanos a satisfacer
necesidades humanitarias y sociales inmediatas al momento de una
transición, para crear oportunidades económicas de mercado y restablecer
la presencia de una Cuba democrática en los organismos interamericanos y
la ayuda inmediata a un gobierno de transición durante un periodo de 180
días. En ningún lugar del texto recomiendan desalojos masivos ni
venganzas. Por el contrario, sugieren tomar medidas que faciliten la
reconciliación nacional.

Es justo relacionar que opiniones discrepantes calificaron el informe de
"contraproducente", en partes "contradictorio", y también de "llevar
agua al molino" de la propaganda oficial cubana en contra de la
disidencia interna. En este rango de opiniones se destaca la
"unilateralidad de dicha comisión" y no encuentran respuesta al
nombramiento de un "coordinador, con carácter especial, de cara al
futuro de Cuba en una capital extranjera".

En cuanto al asunto de la aceptación de fondos para el restablecimiento
de la democracia en Cuba, voces discrepantes entre los asistentes al
evento se alzaron para concederle al apoyo material brindado la culpa
del calificativo de mercenarios que el régimen cubano descarga sobre
disidentes y opositores; criterio tal vez basado en una suerte de
"pecado original" que cierto sector de la oposición carga, debido tal
vez a un estímulo creado por la incesante propaganda gubernamental. Sin
desconocer que la mayor parte de esos fondos no llegan a la isla. Y, ¿a
dónde van a parar?

De esta manera, y sin dejar de reconocer la buena voluntad de los
redactores del discutido informe, los participantes en la presentación
del texto producido por la CAFC sí expresaron sus ideas de una forma
directa y sin trabas. ¿Ya estaremos más cerca del respeto a escuchar
opiniones contrarias entre nosotros mismos? Si es así, podremos avanzar
hacia una transición.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/jul06/13a5.htm