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Monday, June 05, 2006

Una Obra Desacertada

Una Obra Desacertada

2006-06-04

Libros en defensa y contra Fidel Castro abundan .Esta figura política ha
desatado disímiles enfoques, en que noticias, biografías, testimonios,
entrevistas, novelas y diatribas, colman el panorama de este hombre, que
al parecer, nadie se pone de acuerdo para definir en las medidas de las
posibilidades, como es realidad esta figura.

El colmo, que hasta predicadores, cartománticas, espiritistas y babalaos
también “han sido consultados” para adivinar ya que como no han podido
desaparecerlo, ahora se conforman con predestinar el día que sus ojos
se cierren para siempre.

Pero dentro de todas estas anotaciones anteriormente mencionadas, las
entrevistas son las que se llevan el mayor porcentaje, aunque él mismo
no sea el entrevistado, pero si con relación a su persona.

El mérito de estar vivo, (Editorial Prensa Latina, 2005, La Habana)
trabajo periodístico realizado por Luis Báez (Habana 1936) se sumerge en
acontecimientos que según el autor, todos estuvieron enfocados en
eliminar a Castro, desde los mismos comienzos del triunfo de la Revolución.

Para ello se valió de personajes directos en conspiraciones, proyectos y
organizaciones que surgieron desde el 59, cuando el tufo a comunismo ya
asomaba sus narices en el proceso político apenas surgido. Y aquellos,
revolucionarios y no revolucionarios emprendieron la tarea de entorpecer
mediante todos los métodos conocidos y por conocer, quitarse de encima o
del medio a Castro.

La lucha se estableció y los sacrificios estaban a la orden del día.
Desde todos ámbitos sociales, hasta los ayer combatientes de lucha
contra Batista, aunaron esfuerzos por derribarlo. Pero por esto o por
aquello, no cristalizaron. Explicar o detallar como funcionaron el cómo
y el por qué en toda su extensión, es propio de los historiadores. Y
este Comentarista no se incluye en esa clase.

Lo que sí llama la atención, es que Báez tuvo la oportunidad de
entrevistar a personas, incluyendo mujeres que el mismo pueblo
desconoce. Y sólo ahora se enteran de sus existencias a través de sus
confesiones delante de la grabadora de Báez. Y a veces sin cortapisas.

Sólo que no me convence de ningún modo, es que Báez, en vez de alejarse
de su admiración y simpatías pro Castro y por lograr una imparcialidad
objetiva que debe primar en todo entrevistador, cae por desgracia en
todo lo contrario, y en cada pregunta hecha a los nueve que logró
entrevistar, poco faltó para gritar !Patria o Muerte!

Por lo tanto, aparte de conocer a cubanos y norteamericanos envueltos en
estos lances, cada uno con sus motivos pero con el mismo fin, pensamos
que no logra una atmósfera para convencer a quién como este Comentarista
que quiso saber más de lo que aparece en sus 281 páginas.

Y no es que hubiéramos deseados enfrentarnos a preguntas ambiguas. Al
parecer Báez no pudo dejar a un lado su posición revolucionaria. Esta lo
llevó a no mostrar la ambigüedad requerida. En definitiva, todos sabemos
quién es él y como piensa. Y en este libro, está de cuerpo presente sus
inclinaciones políticas.

Como nos imaginamos también, según la continuidad de las preguntas, que
omitió algunas situaciones, y actividades realizadas por los
entrevistados. Bien quizás lo hizo para no chocar con el aparato de
seguridad cubano en profundizar asuntos que puedan considerar secretos a
pesar de los años transcurridos. Pero es ahí donde se pierde ese interés
al llegar a la página final.

El Autor se coloca desgraciadamente en un bando, cuando debió adoptar
una actitud neutral. Por lo tanto, el libro pierde, lo neutraliza y lo
opaca. Es más, cuando lo ojeamos al principio, vimos que en las últimas
páginas aparecían fotos. Y pensamos que ésas nos fotos nunca vistas de
las labores que hicieron estas personas en el intento de aniquilar al
Líder. Y lo vimos, fueron las mismas que estamos cansados de ver desde
los mismos años sesentas, glorificándolo, poniéndolo casi en la
categoría del salvador, etc., etc., etc.

Si podemos señalar que mantuvo un respeto con las personas que aceptaron
ser entrevistadas. Máxime cuando entre ellas, una mujer, como Leopoldina
Grau Alsina tuvo una participación activa máxime en la operación Peter
Pan que tanto ha dado que hablar a pesar de los años.

Como colofón, podemos anotar que como este Comentarista se interesó por
El mérito de estar vivo, por supuesto alejado de toda morbosidad, pero
sí interesado en conocer de esos años sesentas, quedó bastante lejos de
ser convencido, por lo tanto, una mueca de desengaño asomó en su rostro,
al ver que todo lo que pudo en verdad, encerrar ese libro, no se
cumplió. Es decir, se quedó de su cometido.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5670

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