Nefasto la critica y cualquiera resbala y cae

Junio 6, 2006
Nefasto, la crítica y cualquiera resbala y cae (I)
Víctor Manuel Domínguez, Lux Info Press

LA HABANA, Cuba - Junio (www.cubanet.org) - La sofocante lectura al
mechón, candil o vela de un clásico como Decadencia y caída de casi todo
el mundo, de Will Cupy, nos demuestra que desde el huno Atila hasta
Barbarito Diez, cualquiera resbala y cae.

No sólo de sus pies, de un andamio sin protección o de un camello en
movimiento por la calzada de Jesús del Monte, sino también del cenit de
la fama, la cumbre de la calidad, y la copa del árbol de las comunicaciones.

Para comprender estas vertientes, ¡cataplum, del cielo al suelo!, sólo
se necesita adentrarse en las críticas de arte y literatura divulgadas
en un país que, como Cuba, construye a todo tren una fábrica de
sensibilidad cultural cuyos productos serán entregados a cada ciudadano
a través del comité, el centro laboral o de estudio, y en el patio -si
tiene- de la residencia familiar de acuerdo con los méritos de cada uno.

Es decir, que un tipo de persona antisocial por su alejamiento de los
programas de la revolución, jamás tendrá derecho a conocer el nivel
sideral de los famosos, si eran vírgenes Las señoritas de Avignon, de
Pablo Picasso; las razones de Carlos Enríquez para cometer El rapto de
las multas, y mucho menos de quién puede ser el Desnudo bajando una
escalera, de Marcel Duchamp.

La sensibilidad, el buen gusto y el entendimiento serán repartidos a
cuotas iguales entre los elegidos, y se creará un club de sabios de las
artes plásticas, un comité de brillantes hermeneutas para descifrar las
críticas literarias, así como círculos viciosos, peñas literarias y
talleres creativos donde la imaginación está normada, que agruparán a
una pila-montón-burujón-puñao de ñames con corbatas entre otros desafíos
para la cultura.

Luego de creadas las bases materiales y de repartirse las porciones de
célula gris que corresponda a cada uno de los aspirantes a graduarse en
Master en sensibilidad -previas licenciaturas en Cultorología Plástica y
de Papel, traducido: arte y literatura-, serán fijadas las fechas de
encuentro con la verdad creativa, ya sea en galerías de artes y
librerías, o a través de programas televisivos, revistas y otros medios
especializados.

Ya entrados en materia, se iniciarán las clases con lecturas de críticas
artísticas y literarias escritas por algunos eminentes especialistas,
que a falta de una buena mocha y debido a la escasez de caña, dedican su
nada despreciable tiempo a orientarnos por los caminos de la creación.

¡Y hay que sentir con qué sapiencia, humildad, entrega y ausencia total
de egocentrismo, estos buenos marchantes de lo que vale, brilla o causa
náuseas en la esfera cultural, nos lavan nuestro pobre, neófito y
secular intelecto.

Además, palpar a ritmo sinestésico cómo en los recovecos del alma se van
desprendiendo las pesadillas del arte por el arte y la literatura del
corazón, y se abren los caminos hacia una obra cultural plena, si es
nacional; o magullada bajo los escombros provocados por una crítica más
destructiva que un misil, si extranjera, es un ejercicio intelectual
desprejuiciado, imparcial y sin ninguna duda, de primer orden.

La facilidad de comunicación, el desmontaje especializado de cada
centímetro de una obra pictórica o una página literaria, nos convierten
en trazos o polillas de la propia creación, desbordando en el alma las
aguas albañales de una sensible historia.

Para ejemplificar la eficacia en introducirnos de forma sencilla y
comprensible en los valores pictóricos y literarios de obras de
relevancia universal realizadas en la Isla, seleccionamos una valoración
crítica sobre creaciones de cada género, donde el lenguaje, la
profundidad del análisis y el distanciamiento estético del profesor nos
permiten salir cantando de contentos el siguiente estribillo:

No tuve a Supermán,
tuve a Elpidio Valdés.
Yo no soy un Don Juan,
pero sí un Da Vinci tropical,
pero sí un Da Vinci tropical,
pero sí un Da Vinci tropical… (Biss hasta la otra clase)

Luego de la euforia cancionística producida por un futuro halagüeño en
la apreciación del arte y la literatura, demos la palabra a los maestros
en ambas manifestaciones.

Galería: El derrumbe.
Nombre de la exposición: "Los tres gatos que ladran y los siete perros
que maúllan".
Artista plástico: Doménico "El Greño" Gris.
Curador de la Muestra: Salvador Socorro Bueno, "El médico del lienzo".
Crítico: Claro del Rollo Prieto.

"Hace apenas unas mañanas, al escribir el texto para el catálogo de la
reciente exposición del pintor Doménico 'El Greño' Gris, hacía
referencia a la obra de Segundo Arbustillo Amargo, como antecedente del
arte matérico en Cuba; quizás otros artistas hayan empleado también
diversos medios para obtener frituras, pero no caben dudas de que
Arbustillo ha sido el más fiel practicante del rito de convertir la
materia (o los materiales como pan, cubos, tibores, carrocería de autos,
sombrillas, croquetas, jicoteas, gatos y perros) en arte".

Este tema puede sugerir y provocar curiosas discusiones, e incitar las
siguientes preguntas: "¿Qué es pintora matérica? y ¿Dónde comienzan o
terminan sus límites?"

Particularmente, ni sé ni me interesa definir, delimitar y mucho menos
establecer normas y clasificaciones, pero resulta curioso que un pintor
como Romualdo "El alfarero" -si nos atenemos a los resultados visuales y
al contacto de muchas de sus pinturas- pudiera engrosar la lista de los
"materistas", que no materialistas.

Si traje por los pelos al señor Arbustillo y a Romualdo "El alfarero",
es para texturizar las torres, los muros, la mugre, la oscuridad, la
luz, todo mezclado en cada pieza que propone la obra de ambos
matalienzos, con el nivel de churre de las de su discípulo más
adelantado en Cuba, Doménico "El Greño" Gris.

Sin embargo, la obra pictórica desarrollada por "El Greño" Gris se mece
al viento de diversos estilos y corrientes sin perder la raya que marca
su personalidad.

LUX INFO-PRESS
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