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Sunday, June 25, 2006

La censura en Cuba y la Florida

Posted on Sun, Jun. 25, 2006

Andres Oppenheimer
La censura en Cuba y la Florida

Justo cuando cada vez mas organizaciones internacionales están
denunciando la total falta de libertad de expresión en Cuba, una serie
de medidas desafortunadas en Estados Unidos le están dando a la
dictadura cubana nuevas armas para distraer la atención de las prácticas
medievales de censura que tienen lugar en la isla.

La semana pasada, el Relator Especial para la Libertad de Expresión de
la Organización de Estados Americanos emitió una declaración exigiendo
que Cuba elimine sus restricciones al acceso a la internet en la isla.
El relator de prensa de la OEA emitió la declaración despues de que se
difundió la noticia del deterioro del estado de salud de Guillermo
Fariñas, un periodista independiente que está en huelga de hambre en
Cuba para exigir el libre acceso a la internet.

Efectivamente, Cuba es el país más atrasado de América Latina en materia
de acceso a la internet. Comparativamente, otros países latinoamericanos
con enormes problemas financieros, como Haití, parecen superpotencias de
la era de la información.

Según la publicación Indicadores de Desarrollo 2006 del Banco Mundial,
sólo 13 de cada 1,000 cubanos en la isla tienen acceso a lainternet. El
porcentaje en Argentina es de 133 personas por cada 1,000, en Chile 267
personas, en Costa Rica 235 personas, y en Haití 59 personas.

Lo que es aún más sorprendente, Cuba restringe más el uso de internet
que China. Según los datos del Banco Mundial, en China -sin contar Hong
Kong - 73 de cada 1,000 personas tienen acceso a la internet. La
organización Reporteros sin Fronteras, con sede en Francia, dijo
recientemente que mientras China que promueve el uso masivo de internet
y controla su contenido con ciber-censores, Cuba ha decidido que es más
sencillo mantener a la internet ``fuera del alcance de virtualmente todo
los cubanos''.

Bajo el decreto de Cuba No. 209/96, firmado por el gobernante Fidel
Castro, el acceso Internet en la isla tiene ''carácter selectivo,
priorizando en la conexión a las personas jurídicas y las instituciones
de mayor relevancia para la vida y el desarrollo del país''. El
Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del
Interior se ocupan de dictar ''regulaciones específicas'' al respecto.

Los funcionarios cubanos dicen que no pueden aumentar el acceso a la
internet porque el embargo comercial de los Estados Unidos no les
permite comprar programas, servidores o cables marinos de fibra óptica.
Estados Unidos responde que eso es una bobería: Así como Cuba compra
todo lo demás de empresas de telecomunicaciones de España u otros
países, podría comprar sus equipos de internet de ellas si lo quisiera.

Además de culpar a Washington por su retraso en conectividad a la red,
Cuba está explotando propagandísticamente dos recientes medidas en la
Florida: la prohibición del uso de fondos estatales para viajes
académicos a Cuba firmada por el gobernador Jeb Bush, y la decisión del
Consejo Escolar del Condado de Miami-Dade de retirar el libro infantil
Vamos a Cuba de 33 escuelas de la ciudad.

La agencia de noticias cubana Prensa Latina ha cubierto ambas historias
con poco disimulado regocijo. Y la televisión cubana reportó en su sitio
de internet el 19 de junio, con su habitual exageración, que la medida
del Consejo Escolar de Miami fue propia de ``los momentos más trágicos
del nazismo hitleriano''.

Cuando le pregunté al Relator para la Libertad de Expresion de la OEA,
Ignacio Alvarez, sobre las restricciones en Cuba y en la Florida, señaló
que ''es sorprendente que en estos tiempos las personas en Cuba no sólo
tengan restricciones a salir físicamente del país, sino que además estén
restringidos a recibir informacion del exterior''. Agregó que las
medidas de la Florida ``no hacen más que empeorar ese aislamiento''.

Mi conclusión: Restringir las libertades académicas de los
norteamericanos respecto a Cuba no sólo está mal, sino es contraproducente.

Es cierto que ambos casos son diferentes. En Cuba, la censura está
consagrada en las leyes del país, y cubre a todos los medios no
oficiales, al punto de que no hay la menor libertad de prensa.

En Florida, las restricciones son medidas políticas pre-electorales, y
de un alcance mucho menor: la veda de fondos para viajes académicos sólo
cubre los viajes pagados por el estado (los académicos todavía pueden ir
a Cuba en viajes pagados con fondos privados) y la decisión del Consejo
Escolar afecta a sólo unas pocas bibliotecas escolares. Lo que es más
importante, ambas medidas ya han sido apeladas, y lo más probable es que
sean anuladas por las cortes.

Y quienes apoyan las medidas de la Florida tienen cierta razón en
argumentar que Cuba va a continuar cercenando todas las libertades de
expresión independientemente de lo que pase en la Florida, o el resto de
Estados Unidos. Sin embargo, la lucha internacional por las libertades
elementales en Cuba sería mucho más efectiva sin este tipo de distracciones.

http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/columnists/andres_oppenheimer/14895674.htm

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